30/9/09

ENCUENTROS ARGUEDIANOS --Viernes 2 de octubre -



Encuentros Arguedianos
presenta


En los extramuros del mundo

Nuevas voces de la poesía peruana

Homenaje a

Marco Antonio Corcuera


Participan:

-Eva Velásquez

William Gonzales Pérez

- Róger García

John Martínez

-Alexandra Tenorio

Música:

-María Conislla

- Silverio Andrade

-Jesús Palomino

- Margot Palomino

Viernes 2 de octubre

Hora: 7.30 pm


Auditorio de la Galería

El mundo de los libros


Jr. Camaná 1011
- 2do. Piso

- Plaza Francia



INGRESO LIBRE


29/9/09

MIÉRCOLES CULTURALES


Gremio de Escritores del Perú

MIÉRCOLES CULTURALES

Presenta

La ventana y otros cuentos

de Selvamar

de Víctor Hugo Romero

Comentan:
Zelideth Chávez

Ricardo Ayllón

Invitada

Margot Palomino

Libros - Música - Brindis - Solidaridad

Miércoles 30 de setiembre - 7:00 p.m.

Club Departamental Puno, Cervantes 137

Cdra. 2 de Av. Brasil

INGRESO LIBRE

28/9/09

ENTREVISTA A RAFAEL INOCENTE


Por Niko Velita P.


Rafael Inocente ha publicado la novela La ciudad de los Culpables, dentro de la temática de la guerra interna. A propósito de la lectura de su novela me contacto con él para una conversa sobre la novela y la guerra. Luego de horas de charla, más bien soliloquio, dado que no soy buen conversador, queda un polémico y extenso análisis, gracias a la generosidad de Rafael para dar su tiempo en torno al tema señalado. Sin embargo, creo que hay mucho por hablar aún con Rafael; y esta entrevista es una invitación a reflexionar en un país donde se está escribiendo bastante sobre la guerra. Unos en busca de algún premio solamente; otros con fines artísticos y testimoniales. Saludos Rafael.

NVP: La guerra interna ha dejado profundas huellas en toda una generación, ¿cuál es tu reflexión en torno a ella?

RI: Desde hace quinientos años estamos en guerra. Como dice Piero Bustos, somos hijos de la guerra, somos hijos de la piedra inmortal. Pienso que la violencia en el Perú no comienza aquél día en que un grupo selecto del PCP-SL inicia la lucha armada en las alturas de Chuschi, Ayacucho, si no desde el día siguiente en que los curas españoles envenenan con arsénico el vino que dieron de beber a las huestes de Atahualpa y la soldadesca ibérica captura al Inca mañosamente, sin épica, valor ni hidalguía. La violencia estructural que se originó por la desestabilización producida por la invasión ibérica generó una raza de seres resentidos, promiscuos y ladinos, seres que alguien denominó duramente como hombres de vidas destruidas, hombres que el indio Huamán Poma “de Ayala” y el criollo Riva Agüero despreciaban profundamente, uno por haber ensuciado la sangre india y otro llamándoles mesticillos. No me trago ese cuento criollo y huevón del mestizaje ideal. Eso ocurrió sólo en la mente de tres o cuatro criollos privilegiados o curas pendejos con conciencia de culpa que deseaban borrar con la fábula infame del mestizo ilustrado, el gran trauma que generó la violación sexual, cuyas consecuencias son visibles hasta nuestros días. En la colonia, millares de cholos o como quieras denominar al producto del cruce por violación de español e india vagaban por las ciudades, azolándolas, envilecidos por el alcohol y el resentimiento. En el caso de las mujeres, se dedicaban al oficio más antiguo del mundo, se hacían casquivanas para despertar la lujuria del español o el criollo. Te hablo de las grandes masas mestizas que se generaron en la colonia. Pero no todos arrugaron. Al día siguiente de la captura del Inca, se empezó a gestar un movimiento subversivo que mantuvo en jaque a los conquistadores durante décadas y que ha atravesado toda nuestra historia desde la colonia hasta nuestros días. Acuérdate de Manco Inca (no mancó), Kawide, Illatopa, Kiskis, Kizu Yupanqui, Juan Santos Atahualpa, los Túpac Amaru, Túpac Catari, las revueltas de negros cimarrones, Rumi Maqui y más recientemente el mariscal Andrés de Santa Cruz Calahumana, el gestor de la Confederación Perú-Boliviana, por quien Bolívar tenía gran respeto y de quien Basadre dijo que sus ojos almendrados nunca miraban de frente y que en muy determinadas ocasiones la sonrisa plegaba su boca lampiña contraponiéndolo a la blancura y “sinceridad” de Salaverry (Historia de la República del Perú) y a quien Felipe Pardo y Aliaga ridiculizó en el valsecito criollo, “que viene el cholo jetón… limeñas, la boca se apreste a cantares, a ricos manjares, de cancha y coca. Que ves salir la momia de su abuela de una huaca, que llamando al hijo, oh tú, porquí, hombre, el Bolivia dejas? Porquí boscas la Pirú?¿Piensas bañar la Chorrillos porque ya entraste la Cosco?” ¿No te recuerda acaso al cholo-blanco-porquería-arequipeña Bedoya Ugarteche o al resentido social Aldo Mariátegui? Santa Cruz jamás arredró por este desprecio racial, muy por el contrario, tomó conciencia y organizó una sociedad secreta constituida a orillas del Titicaca probablemente bajo el influjo de la cosmovisión andina, como lo explica Carlos Milla, con el fin de promover la reunificación de los ex territorios tahuantinsuyanos, al igual que hizo Rumi Maqui setenta años después. Aquél “año vulgar” de 1829, Santa Cruz ordenó a los militares bajo su mando establecer contacto con los araucanos (mapuches) a quienes debían tratar como aliados, proporcionándoles armamento, vestuario y medios. Previamente Santa Cruz había confeccionado planes para invadir Chile por la ruta de Almagro y Paullo Inca (porque Chile ya nos invadió económicamente), es decir por la meseta del Collao hasta bajar a Copiapó. Además, Santa Cruz, apodado por la prensa chilena como Monsieur Alphonse Chunga Cápac Yupanqui, pretendió que el ejército confederado incluyera para la Confederación territorios collas de Tucumán, Catamarca y Humahuaca (Argentina). Huelga decir que Santa Cruz (héroe de Pichincha) había logrado ya la anuencia del Ecuador para integrar la Confederación y ahí se refugió en sus años de desgracia, pues en el Perú blanquecino fue declarado “enemigo capital de la nación” y en la Bolivia criolla, indigno del nombre boliviano. ¿No te suena todo esto más actual que nunca? ¿Quién lo está contando en novelas o relatos? Ahora es más fácil decir, no podemos vivir en el pasado, pero quien no sabe de dónde viene, no sabe a dónde va. Entonces, ¿es descabellado reclamar un Apocalipsis, un Pachacútec que cuestione toda esta historia mentirosa y que ha condenado a nuestro pueblo a la marginación? Esa es la realidad de este corral de chanchos, un enfrentamiento etnoclasista despiadado pero a la vez hipócrita, morigerado por los discursos de curas, sociólogos, izquierdistas y metafísicos. Incluso ese gran movimiento de retorno y resistencia pasiva que significó el Taki Onkoy fue subversivo y ahogado en sangre por los extirpadores de idolatrías reencarnados ahora en el cómplice de genocidas, el ensotanado Luis Cipriani Thorne. El PCP-SL no capitalizó, por el contrario, pisoteó, esa resistencia étnica a la invasión europea que lleva ya más de cinco siglos. Pienso que de alguna forma la gigantesca empresa que significó la invasión y saqueo del continente sudamericano es equiparable a aquellas otras gestas que emprendieron los europeos travestidos en cruzados para acabar con los infieles palestinos, justificando el etnocidio bajo el manto de la difusión de la fe cristiana y el (des) conocimiento occidental que hoy nos agobian, es decir primero fue contra Alá, luego contra Pachacámac. Ahora esas cruzadas se han reencarnado en las guerras santas emprendidas por el Sacro Imperio Norteamericano en contra del pueblo árabe, depositario y creador de uno de los grandes focos culturales de la humanidad, al igual que nosotros. Retomando entonces, creo que esa ruptura del equilibrio biológico-emocional de todo un pueblo, esa violencia étnica y sexual, que devino luego en clasista y estructural, generó masas neuróticas culturamente, frustradas históricamente, psíquicamente amargadas y acomplejadas y creo que ese tema no ha sido aún tratado como merecería la magnitud del drama, pues de la purificación de esas masas es que saldrá el Perú unificado y grande que deseamos. La guerra interna de los últimos veinte años es apenas un cachito de la oscura ciénaga en la que la memoria colectiva del país se halla sumida.

Perdóname por extenderme tanto en este punto, es que lo considero fundamental para comprendernos.

NVP: ¿Cómo ha influido todo ello en la novela peruana?

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(ENTREVISTA COMPLETA EN EL SIGUIENTE ENLACE)

Exposición Individual del artista docente Teófilo Villacorta Cahuide






Lugar: Galería: "No galería" Av. Arequipa 2985 - San Isidro

Día: Jueves 01 de octubre 2009

Hora: 7:30 p.m


La muerte y otras traiciones (2009) de: Fernando Carrasco






La muerte es el elemento dominante de estas historias, unas veces independiente de la voluntad de los protagonistas y otras veces como el instrumento al que estos recurren para cegar el foco del que emanan los males que los aquejan. Así, la muerte se configura como la solución a un terrible problema de identidad. O como un acto de venganza. O como el impedimento de un futuro de esclavitud. O como el punto final del sometimiento cotidiano en la vida conyugal. O como el resultado tácito de la irremediable decisión de querer surcar el espacio al igual que los animales alados. O como actos sangrientos de la locura. O como la condición desde la cual el protagonista, ya difunto, reconstruye los hechos que hilvanaron su muerte y que en vida no conoció de manera cabal. Estas historias son notables también por el arte y la destreza con que han sido ejecutadas. Los hechos van tejiendo la historia hasta el punto en que se agotan los elementos que son capaces de crear la indispensable tensión, como para que luego fluya, como una revelación, el desenlace. Son historias que hacen honor al género cuento.
Antonio Gálvez Ronceros
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Vemos a un escritor que se ha asentado en una rockola cual si fuera su escritorio, en un gabinete que reconocemos tan cercano y transitable como una calle de Lima. Una Lima y una prosa, a la vez, que no nos dejan de impactar por saber mostrar una y otra vez la crueldad de la belleza. He ahí el manejo ágil del lenguaje, embebido de detalles que perfilan acertadamente la psicología de sus personajes y la atmósfera, tal como lo hicieron escritores como Carpentier, Puig o Cabrera Infante al ritmo del bolero. Pero el peruano con el bolero cantinero, y el tango feroz y la cumbia peruana de Chacalón. Fernando Carrasco se regodea en sus bemoles y giros, apuntando su cantar nocturno hacia la sorpresa final, ese final que venía al asecho soterradamente. Sus personajes podemos ser cualquiera de nosotros. Todos están invitados. La fiesta empieza otra vez. La fiesta está adentro. Cada paso del destino es el paso de un baile que nos llevará hacia el ansiado amor o hacia la terrible muerte.
Por: Miguel Ildefonso

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Fernando Carrasco Núñez.
Siguió estudios de Educación en la Universidad Enrique Guzmán y Valle, La Cantuta, y continuó una Maestría en Literatura Peruana y Latinoamericana en la UNMSM. También ha realizado un Diplomado en Didáctica de las Ciencias Pedagógicas. Ha sido ganador y finalista en diferentes concursos literarios como los Juegos Florales de la UNE (1997), Juegos Florales de la UNMSM (2003). Concurso de Cuento Alfredo Bryce Echenique (2003). El 2006 publicó el libro de relatos Cantar de Helena y Otras Muertes, libro finalista en el Segundo Concurso de Cuento y Poesía Dedo Crítico 2004. Ha dirigido un taller de cuento en la Universidad La Cantuta. Sus textos de creación y ensayísticos han aparecido en revistas especializadas. Su obra narrativa ha sido considerada en las antologías: Mural de Palabras 2. Narraciones Peruanas (2009), Nuevos lances, otros fuegos. Narradores de los últimos años (2007), Abofeteando a un cadáver. Antología de literatura bizarra (2007) y en Doce Cuentos en Letra Muerta (2006). Se dedica a la docencia en instituciones particulares.


27/9/09

Primer Festival Cultural en el Distrito de Carabayllo



El día de ayer domingo 27 de setiembre estuvimos presentes en el Primer Festival Cultural en el Distrito de Carabayllo donde nos acercamos a participar en nombre del Gremio de Escritores del Perú y amigos invitados, desde la una de la tarde fuimos llegando para ser participe del evento y apreciar las diferentes artes como la danza, el teatro, el canto y nuestra poesía que compartimos con mucho agrado. Se hicieron presentes los siguientes poetas y amigos: Eva Velásquez, Mirian Chumacero, José Luis Ramos, Walter Villanueva, Julio Benavides, Lewis Calderón, Jorge Tirado Gálvez, José María Zárate, Henry Miranda, Víctor Castro y William Gonzales Pérez.

Gracias a todos por su asistencia y participación. (W.G.P)

Aquí les mostramos algunas tomas fotográficas del evento.

Algunos de los poetas que llegamos al festival

Eva Velázques en su lectura poética

William Gonzales Pérez

José Luis Ramos

La marinera también estuvo presente

26/9/09

Muros por: Willy Quevedo



Que se cumpla la igualdad ante la ley es un requisito indispensable para convertirnos en un pais moderno y respetado.
La constitucion prohibe la discriminacion por sexo. Asimismo, el libre transito de las personas es un derecho conquistado y consagrado en la revolucion francesa de 1789.
Existen asociaciones con personeria juridica en que sus estatutos violan la carta magna. Es abominable que en pleno siglo XXI no se permita que ciudadanas mujeres sean socias en algunos clubes sociales de Lima.
Las damas que han sufrido la humillacion de haber sido rechazadas por juntas calificadoras de las respectivas asociaciones machistas deberian acudir al Poder Judicial para lograr la aceptacion de su solicitud de admision.
Cada verano, la mayoria de la poblacion de Lima, que asciende a mas de 8 millones de habitantes, disfruta los fines de semana de un justo y reparador descanso en las playas de la Costa Verde.
El litoral pertenece a todos los peruanos. Sin embargo, en la orilla del distrito de Barranco una empresa privada ha construido estacionamientos para embarcaciones y en el distrito de Chorrillos el club Regatas Lima ha levantado un muro que divide la playa Pescadores e impide caminar hacia el sur.
En el hermoso balneario brasileño de Ipanema a nadie se le ha ocurrido fraccionar el malecon para ricos o pobres. Gracias al espiritu democratico que respira Rio de Janeiro, ciudad que alberga a 8 millones de habitantes, acaba de ser elegida como la urbe mas feliz del mundo.
En 1983, el burgomaestre chorrillano Pablo Gutierrez Weselby intento derribar el cerco de concreto que edifico el club remero. En ese entonces, intervino el presidente de la republica Fernando Belaunde, socio vitalicio de la mencionada institucion, quien neutralizo al popular lider vecinal.
En las proximas elecciones municipales, la Costa Verde sera un tema de campaña. El candidato que defienda los derechos humanos y ofrezca desaparecer el cemento de nuestras playas recibira una gran aceptacion.
Los muros envilecen, los muros separan a los peruanos, los muros averguenzan, los paredones solo sirven para horrorosos fusilamientos.


21/9/09

27 SET: 1er Festival Cultural de Carabayllo



PRIMER FESTIVAL CULTURAL
CARABAYLLO 2009

DANZA -TEATRO- POESÍA


DÍA: DOMINGO 27 SETIEMBRE

HORA DE: 10am a 10pm

Poesía-Narrativa con:

-Jorge Tirado Gálvez

-Eva Velásquez

-Víctor Castro

-William Gonzales P.

-Walter Villanueva

-José Luis Ramos

Grupo: "Parnaso Perpetuo"

-Julio Benavides
-José María Zarate

-Lewis Calderón
-Henry Miranda Iparraguirre
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El evento se desarrollará frente a la comisaría de

"El Progreso", en el Km. 22 de la Av. Tupac Amaru.


En dicho lugar se instalarán

también stands informativos

de instituciones invitadas.y


venta/exposición de libros




Renuncia de Federico García a la Casona



Lima 21 de setiembre de 2009

Señor Doctor

LUIS IZQUIERDO VÁSQUEZ

Rector de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Presente.-

Me dirijo a su Despacho para saludarlo y al mismo tiempo, hacer efectiva mi renuncia al cargo de Director General del Centro Cultural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos que me solicitara verbalmente el día 17 del presente mes.

Como es de su conocimiento, el día 11 de setiembre del presente año, asistí como invitado, en mi calidad de periodista, cineasta, escritor y estudioso del acontecer político de nuestro país, a la conferencia de prensa realizada en el Hotel Riviera con motivo de la presentación del libro “De puño y letra” del Sr. Abimael Guzmán.

Considero necesario manifestarle que el haber sido designado por usted como funcionario de la universidad más antigua de América, no recorta en modo alguno mi derecho a la libre información, a la libre concurrencia, y al libre pensamiento, aunque en este caso, como ya lo he expresado públicamente, discrepe con los conceptos vertidos en el mencionado libro y con la posición ideológica y política del autor. Una conferencia de prensa colmada de periodistas como ocurrió el día señalado, es un acto público y no constituye falta ni delito alguno en un régimen auténticamente democrático, como pretende demostrar el diario “Correo” en una verdadera cacería de brujas en su artículo “El auditorio de Abimael” y en especial en el acápite “Académicos sanmarquinos”

Es su derecho señor Rector solicitar mi renuncia cuando así lo estime conveniente, y el mío de discrepar con las razones esgrimidas por usted personalmente para mi destitución, pues considero que tienen como fondo. la intolerancia a las ideas y vulnera el derecho de información y de libre concurrencia que nos asiste a todos los peruanos .

Estoy convencido que la universidad es el espacio mas idóneo para debatir ideas y proposiciones, aunque sean contrarias al orden establecido. Hemos logrado que “La Casona” sanmarquina esté ya convertida en un referente de la cultura y las artes, reconocido por propios y extraños, en cualquier parte del mundo.

Agradezco la oportunidad que me dio usted para realizar un viejo anhelo de mis años juveniles.

Federico García Hurtado

DNI 10319073


19/9/09

JUAN CRISTÓBAL: EL POETA DE LA SABIDURIA Y LA RABIA POPULAR




Entrevista: Roland Forgues

1-Juan Cristóbal es un seudónimo. Tu verdadero nombre es José Pardo del Arco. Pero yo siempre te he conocido como Juan Cristóbal, nombre que adoptaste según me contaste alguna vez, en homenaje al héroe de Romain Rolland. ¿Qué sentido tiene esa identificación con un personaje literario?

RESPUESTA. El personaje Juan Cristóbal tiene dos facetas principales: es músico y es sensible a las causas sociales, es un revolucionario, por lo tanto un romántico, como decía el Che. Este último matiz me llevó a identificarme con el personaje, por eso lo utilicé cuando hice mi primera publicación, que no fue un poemario, sino un artículo literario. Creo que también lo adopte –y eso lo creo ahora- por otros dos motivos: porque mi nombre me parecía muy rimbombante y aristocrático, a pesar que mis padres eran de origen serrano, y también como una forma de olvidarme del nombre paterno, pues mi relación filial no fue nada agradable, más bien un recuerdo para dejarlo en el olvido.


2-Has nacido en Lima. ¿Qué recuerdos guardas del medio familiar y social donde naciste y te educaste? ¿Como fueron tu infancia y adolescencia? ¿En qué medida despertaron tu interés por la literatura y te orientaron hacia la escritura y la creación?

R. Mi medio familiar fue de clase media empobrecida. Por el lado paterno guardo los recuerdos más tristes. Por el lado materno, los más tiernos y dichosos. Mi madre era serrana, del pueblo de Mito, Huancayo, era hija de una ama de casa que fue embarazada por un párroco andaluz. Su vida laboral la comenzó como obrera en el Estanco del Tabaco, mientras mi padre fue guardia civil. A mi madre, de nombre Irene, le encantaba las fiestas y bailaba muy bien el huayno y las marineras. Mi infancia y adolescencia las pasé en Huancayo y Chosica, lugares de gran calidez -ya que era asmático-, sitios donde la naturaleza, la tranquilidad y los colores jugaban un papel fundamental en el desarrollo personal. Esos fueron, primordialmente, mis recuerdos familiares. En la casa vivía también un hijo, el mayor, de mi madre que había tenido en su primer matrimonio, Se llamaba Dagoberto, murió a los 50 años, cuando yo tenía 33, me había casado (con Carmen Castán) y tenía mi primera y única hija. Llegó a ser abogado y el Fiscal más joven de la Nación. Era un gran lector y amante de la música clásica. Le encantaba la Historia y la Literatura. El fue el que me inició en mis lecturas políticas y literarias, aunque no pudo con Beethoven ni Bach, pues yo siempre preferí a la Sonora Matancera o Pérez Prado. En cuanto a la creación, algo se desprende de toda esta circunstancia, pero fue, más bien, un descubrimiento personal, después que me enamoré, platónicamente, de una joven que vivía al frente de mi casa, en Chosica, cuando tenía 14 años y ella 13, a la que nunca le di un beso, pues nuestros encuentros eran solamente a través de las ventanas, para despedirnos con la mirada, a las 9 de la noche. De esa experiencia nacieron mis primeros versos, si bien ya había leído a Bécquer, Juan de Dios Peza y Amado Nervo, cuyo poema “En paz” todavía lo recuerdo y repito.


3- Desde tus años juveniles has sido un ser rebelde y contestatario. Sabemos de tu apoyo a la Revolución Cubana, de tu participación en las guerrillas peruanas, de tu apoyo al Frente de Liberación Nacional del Salvador, a los sandinistas de Nicaragua y a todos los movimientos de liberación nacional. Esto te ha valido distintas persecuciones. ¿Qué me puedes decir de ellas? ¿Cómo las has vivido y qué lecciones sacas del pasado?

R. Las lecturas políticas que me dio mi hermano mayor fueron, entre otras, las biografías de Lenin y Stalin, que marcaron, digámoslo asi, mi “destino revolucionario”, al igual que “La Madre” de Gorki y “Juan Cristóbal”, de Romaín Rolland. Cuando terminé secundaria mi hermano me mandó a España a estudiar medicina. Sería 1959. Allí viví en una pensión donde la dueña había sido hija de unoa españoles republicanos, quienes fueron asesinados por Franco. A ella la dejaron muy joven, pero cuando la conocí ya era mayor, tendrìa unos 40 años y estaba conectada a células clandestinas antifranquistas. Como llegamos a tener muy buena amistad y confianza, ella me utilizó (en el mejor de los sentidos) como un contacto con el exterior, pues la policía la perseguía abiertamente y no la dejaba movilizarse. En algún momento me enseñó las quemaduras que tenía en todo su cuerpo, por la represión y maltratos a la cual había sido objeto de muchacha, incluso me dijo que tenía cáncer al útero por las diversas violaciones a la cual fue sometida. Cuando regresé al Perú, por el año 60, supe, a los pocos meses de mi llegada, que había muerto debido a dicha enfermedad. Con ella actúe en muchas tareas que me encomendó. Ya llevaba el bichito de la militancia, por lo que no fue difícil incorporarme a la militancia política en la Universidad y en el país, de lo cual no me arrepiento, pues fraguó en mi la consecuencia socialista, que algunos llaman rebeldía. Esta adhesión me valió, en los años 65, cuando las guerrillas en el Perú, un año de cárcel, un exilio involuntario y 8 años de vida clandestina.

4-Tú perteneces a una generación de intelectuales marcados por el existencialismo de Sartre y de Camus y por la idea del compromiso del escritor con las luchas populares. ¿En qué medida Sartre y Camus han influido en tu visión del ser humano y de la creación?

R. Para mí, más que autores, fueron los hechos revolucionarios los que influyeron en mi visión del ser humano y de la creación en los 60. Fue la revolución cubana, las luchas campesinas con Hugo Blanco a la cabeza, la muerte de Javier Heraud y Edgardo Tello, las guerrillar del MIR y del ELN en el Perú. También la convulsión generalizada que se produjo en América Latina respecto a los movimientos de liberación. Igualmente, Vietnam, la guerra civil española, y demás movimientos sociales y culturales antisistema, como los beatniks, por ejemplo. Por supuesto, Sartre, Lenin, Marx, Vallejo, Mariátegui influyeron en nuestra visión. Sartre más que Camus.


5-Cronológicamente perteneces a la llamada generación del sesenta. Pero curiosamente cuando se habla de dicha generación pocas veces se menciona tu nombre, a pesar de que tu poesía trata de responder a los grandes desafíos que se plantearon los poetas del sesenta en la expresión de la realidad inmediata, de lo cotidiano con el uso de un lenguaje popular, a veces coloquial, sencillo y atento a la expresión de la vida diaria. Sin embargo en un bello artículo Cesáreo Martínez rinde homenaje a tu poesía y te hace justicia citando estas certeras palabras de Washington Delgado: "En las palabras de Juan Cristóbal aparece siempre la sed de justicia junto a la pura contemplación del cielo en las mañanas de estío, la melancolía de las tardes otoñales, el fuego de las noches de bohemia, la solidaridad de los desvalidos, luz que no se apaga, que no quiere apagarse en los tiempos oscuros". ¿Cómo te ubicarías tu mismo en el marco de dicha generación?

R. Alguna vez manifesté y varias veces lo escribí que la generación del 60 (en Lima) estaba constituída por tres tendencias: la de San Marcos (donde activábamos Juan Ojeda, Hildebrando Pérez Grande, Ricardo Ráez, Carlos Tincopa, Andrés Cloud, el suscrito, quienes publicamos una revista a mimeógrafo llamada “Piélago”, luego llegaron Rosina Valcárcel, Cesáreo Martínez, Gregorio Martínez y otros), la de la Católica (donde estaban Javier Heraud, Antonio Cisneros, Marco Martos, Livio Gómez, Mario Razzeto y otros), y el grupo Primero de Mayo (donde activaban Leoncio Bueno, Mazzi, Julio Carmona y Loayza). En algún momento los de la Católica se inscribieron en San Marcos (las universidades, en ese tiempo, jugaron un papel fundamental en el aglutinamiento de las labores académicas y sociales) estableciéndose algunas relaciones amicales, por ejemplo, yo edité un libro para jóvenes llamado “Gidumot”, con dibujos de Antonio Cisneros y Arturo Corcuera. La diferencia, si se quiere, y esto es un poco forzado, se daba por la extracción de clase. Mientras los de San Marcos éramos de clase media baja, los de la Católica eran de clase media alta. Los de Primero de Mayo eran trabajadores obreros, con los que nosotros, los de San Marcos, teníamos buena y mayor relación, incluso dábamos recitales juntos en algunos sindicatos. Esto marca, posteriormente, especialmente en la hora actual, una línea de compromiso más resuelta respecto al socialismo y al compromiso y seriedad militante, incluso dentro de las propias tendencias, ya que no todas fueron homogéneas, y resalto esto pues a nivel individual hubieron graves deserciones, ya que todas tenían el sello distintivo de ser izquierdistas, no necesariamente comunistas o socialistas. Con esto te quiero señalar y significar, la otra parte de tu pregunta, que es importante saber quién maneja o influye en las riendas culturales para ser reconocido o nombrado, ya en los textos críticos, estudios o antologías literarias. Actualmente, los que estuvieron más cerca de la Católica (y sus amigos) están determinando la vida cultural del país, ya en los circuitos oficiales, como en los medios de comunicación, por lo que algunos de nosotros, debido a nuestro compromiso militante, no somos reconocidos o nombrados. Te doy un ejemplo primariamente palpable. Luis Hernández es “reconocido”, para ese sector oficial, como una voz determinante en la cultura peruana, y eso, para mi, no es exacto ni es verdad, Juan Ojeda es el poeta más importante del 60. Más importante, incluso, que los ya reconocidos Cisneros o Hinostroza. Esta es, por supuesto, no sólo una visión de clase, sino también literaria. Desapasionadamente literaria.


6- Desde el punto de vista literario, has venido construyendo a lo largo de los años un universo poético en que se reúnen la fuerza de la protesta y el lirismo del canto que apunta a la solidaridad de todos los seres humanos.

R. Y también rescato la jerga, el coloquialismo, la intimidad y sabiduría popular, tratando de ahondar la expresión y temas del Movimiento “Hora Zero”, que fue el punto de partida y los cimientos de esta época poética. Y en los últimos libros que estoy escribiendo (que corresponden a una saga de tres) me incorporo más al conceptualismo e intimismo existencial, a la denuncia del sistema desde la visión de una conciencia desesperanzada. Pero vaya una confesión. Quien me descubre que voy construyendo, a la par, un universo lírico y onírico pero a la vez lleno de notas marginales es Antonio Cornejo Polar, y para mi eso fue un gran descubrimiento, pues si bien lo sentía externamente, jamás pensé que lo estaba elaborando internamente y reproduciendo en mi poesía. Todo fue una labor inconsciente. Fue una enorme alegría haberlo sabido, gracias a ese ojo avizor y maestro de Antonio Cornejo Polar, que fue una de las conciencias lúcidas en el pensamiento literario y cultural de muestro país.


7-.En tus últimos libros de poesía, en especial, se nota una inclinación al lenguaje oral, a la norma del lenguaje de la calle, a ratos a la violencia verbal, ¿es que como dice Vallejo:"Quiero escribir y me sale espuma"?

R. Vallejo es un norte importante, pero también lo es la realidad y la configuración heterogénea de nuestra sociedad y cultura, nuestra pobreza y subdesarrollo, la corrupción de nuestras clases dirigentes, la explotación, muerte y desaparición de nuestros dirigentes populares. Y eso no puede dejarse de lado. Marca con fuego la piel de nuestros sueños.


8-Una de las constantes de tu poesía es la presencia y utilización de lo onírico. ¿Se debe ver allí una influencia del surrealismo, como se ha dicho alguna vez, o tan simplemente es la trascripción de tus propios sueños, de tus fantasmas? ¿Han tenido alguna influencia en ti poetas como Breton y Eluard? ¿Cómo aprecias por ejemplo en el Perú la poesía de César Moro y de Paco Bendezú que van un poco por esa línea?

R. En “El osario de los inocentes” està muy marcado lo que dices. Hay una gran influencia del surrealismo, especialmente de Paul Eluard. Eso no lo puedo negar. Después hay un enfrentamiento a la realidad cotidiana, a los recuerdos de la infancia, especialmente en mi libro “Poblando los silencios”, que tiene una gran influencia de Jorge Teillier, ese enorme poeta chileno, con el cual escribimos, al alimón, “La isla del tesoro”, que es otro de los tonos y vertientes de mi poesía, pues allí rescatamos y revaloramos en lenguaje de los piratas y bucaneros.. Para mi no hubo ninguna influencia de ningún surrealista peruano. Solamente la gran amistad con Paco Bendezú fue mi influencia. Por lo general (y refiriéndome solo a la poesía peruana), hay poetas que me influyen más por sus vidas que por sus obras, por ejemplo Martín Adán, Gustavo Valcárcel, Paco Bendezú. Hay poetas que me influyen por sus vidas y sus obras: Jorge Teillier, Juan Gonzalo Rose, Romualdo, Juan Ojeda, Cesáreo Martínez. Y hay personajes no literarios (y aquí incluyo a personajes no peruanos) que tambien me han influenciado enormemente: la ternura de mi madre, la soledad de mi madrina Leonor, el silencio de mi tío Nemesio, un arriero que murio a los 100 años, la alegrìaexplosiva y vital de mi hermano Dagoberto, Garrincha, Bob Marley, el gasfitero de la Huaca de Magdalena, Félix Blas, un exconvicto y ahora pequeño empresario, Pocho Sáenz, etc. Las influencias son muchas y variadas, y no de fantasmas. Como la vida, como en el amor.


9- Otro de los grandes poetas continentales que me parece haberte mostrado la vía de la poesía comprometida es el chileno Pablo Neruda

R. Pablo Neruda es inconmensurable, nadie puede haber estado fuera de su órbita, pero los que se enceguecieron con su verbo sideral se perdieron en el espacio. Pero la órbita de Vallejo es más tenaz, lacerante, humana y duradera Y no lo digo por patrioterismo, sino porque lo siento. Algo parecido nos enseñó, en pedagógico artículo, Mario Benedetti.


10- En tu poesía es visible la adhesión a las luchas sociales, de manera continua, permanente, aun en los poemas oníricos. ¿Estás satisfecho de los logros líricos que has alcanzado?

R. Nadie puede estar satisfecho en literatura con lo alcanzado, siempre se quiere y se exige más. En eso estamos. Pero nunca es suficiente. Nada de lo escrito es suficiente. Sin embargo, me hubiese gustado ser más un guerrillero que un onírico o un lírico existencialista, hubiese colaborado más con la humanidad.


11- El carácter realista y combativo de tu poesía se inscribe un poco en la línea de la “poesía concreta” de tu compatriota y amigo Alejandro Romualdo. ¿Crees tú en la poesía como arma de combate, como dice Celaya?

R. Todo lo que favorezca para combatir al sistema capitalista expoliador y deshumanizador. ahora transnacional, serà siempre bienvenido y un arma de combate. Y la palabra lo es, por supuesto. Pues con la palabra (y la religión), como decía Manuel Scorza, nos conquistaron. Y después con la espada y la mentira. Y es con la palabra, como uno de los sustentos fundamentales de la lucha, con la cual nos tenemos también que liberar, creando una nueva forma de expresión. Y en ese combate seguimos (desde lo onírico o existencial), aunque algunos crean que solo la literatura o cultura salvará al país. Son los paraísos artificiales de la memoria.. La lucha, necesariamente, tiene muchos caminos, atajos, frentes y manantiales. Pero la definitiva es la lucha de clases en su máxima expresión.


12- En tu libro de poemas más reciente Para olvidar la muerte (2008) nos propones una reflexión sobre la muerte. Para el poeta vivir es morir un poco cada día. ¿De dónde te viene esa preocupación por la muerte? ¿De tu educación judeocristiana?

R.Seguramente, esa preocupación me viene por mi educación judeocristiana, de la cual no soy culpable, aunque fui en algún momento su monaguillo. Pero luego me viene por los años que he vivido, por las desesperanzas que he sufrido, por las desilusiones que he padecido. Todo ello hace un complejo de situaciones de las cuales es imposible escapar sino es con la muerte misma, aunque me atengo a lo que decía alguien, para calmar, tal vez, estas cargas emocionales, que la muerte es la vida real, mientras que la vida que vivimos es la muerte virtual. O sea, es más cierta y perdurable la muerte que la existencia que vivimos. Existencia que se parece mucho al infierno celestial.


13- En el 2004 publicaste un nuevo libro Final de vida y afirmaste entonces que no volverías a publicar. ¿Por qué tomaste esta decisión que, felizmente para nosotros lectores, no has cumplido?

R: Por todas las desesperanzas y desilusiones que pasé, lo que me llevó a pensar no sólo en el final literario, sino también en el existencial. Decisión de la que todavía no salgo del todo, pues aun permanecen ciertas dudas sin resolver.


14- En alguna oportunidad declaraste que Final de vida fue producto de una profunda y grave desilusión en varios terrenos: emocional, político, social, humano y literario. Podrías concretar estos puntos

R. Concretar o puntualizar detalladamente esta pregunta sería romper ciertos códigos morales. Pero podría decirte que esa desesperanza y desilusión se tradujo por traiciones, infidelidades, desvalorizaciones y deshumanizaciones del ser humano en todos los terrenos que mencionas. Y eso fue culpable, no solo la conducta de ciertos escritores y amigos incluso la personal, sino especialmente, la década del 90 cuando gobernaba Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, donde hubo de todo en el clima que se creó: desde mentiras, rapiñas, corrupción hasta muertes y desapariciones. Eso me trajo una conmoción en todas esas áreas mencionadas. De allí la saga de mis tres últimos libros que tienen como tema general la Memoria de lo Absurdo (1,2 y 3), cuyos títulos te los adelanto como primicia: Estas hórridas mañanas, Kafka y La desilusión de los burdeles (preguntas inconclusas).


15-Tu libro Poética (2007) que en realidad es la reorganización de la tercera parte titulada “¡el muerto orina!” de tu libro Final de vida, viene con epígrafe de Bukowski que dice “los tontos crean su propio paraíso”. ¿Qué has querido decirnos con ese epígrafe, unido al irrespetuoso subtítulo “¡el muerto orina!”?

R. “Poética” quería señalar y significar el término de mi matrimonio con la poesía, y como todo término matrimonial, atravesado por infidelidades, incongruencias y mentiras (fundamentalmente por parte de ella), tenía que acabar con diatribas espantosas. No había lugar a otro fin, aunque algunos sigan pensando que la poesía es un paraíso, para mí era, fue y es un infierno en esta sociedad. Y lo sigue siendo, por supuesto. Pero mucho más aguantable en la actualidad, tal vez por los poco años que me quedan. Lo que me hace más incrédulo, ingenuo e inocente. “¡El muerto orina!”, que no tiene nada de irrespetuoso, trata de simbolizar que los muertos (los desilusionados) también viven y a veces están más presentes que los propios vivos, por eso no creen en paraísos artificiales ni celestiales. El paraíso es su propia vida, es decir, su auténtica muerte.


16-En una nota previa dices que desearías que tu poemario fuera entendido como “la afirmación de una negación, en su dialéctica y debida continuidad”. ¿Qué entiendes exactamente con estas ambivalentes palabras?

R. Que lo que negaba debía ser una afirmación en su proyecto de continuidad o realización, en la medida que siguiera realizándose (cuestión que felizmente se hizo). Que lo que estaba escribiendo, al negar la poesía, al mandarla a la mierda y tratarla con las peores injurias y maltratos, la estaba afirmando y era feliz en eso con ella, pues nadie que no es feliz no insulta ni se encanallece.. No por la injuria o negación en sí misma, sino por la existencia de la Poesía, lo que me motivaba dicha reacción y provocación. Ojala ahora se entienda, lo que tú llamas, esas “ambivalentes palabras”. Y tal vez tengas razón, pues la relación con la Poesía es multivalente.. .


17-En este libro expresas como una suerte de testamento poético, de acentos martinadanescos, lleno de desengaño y que de algún modo estaría condenando toda tu creación anterior por haberte traído la Poesía el tomento y la desdicha en lugar de la paz y la felicidad. Así confiesas, entre otras cosas:” pues tú Poesía / me desengañaste para siempre / me mandaste a la mierda / me hiciste chupar las sieteraíces en los bares / y me hiciste bajar y subir como un torpe cobrador / en los paraderos más irresponsables de las combis / diciéndome con tu cara de vaca degollada / la vida es una mierda / una simple palabrita / merodeando por las cuevas / sin nombre del mercado”

R. Creo que está respondido en la anterior pregunta, aunque valga una interrogante, ¿por qué tomar el nombre de la Poesía literalmente?, ¿y si significase Mujer, Vida, Patria o Muerte, me preguntarìas lo mismo? En lo que discrepo con la pregunta es en dos formulaciones: el trabajo poético en estas tierras americanas, con este sistema que vivimos, jamás nos puede traer felicidad, sino todo lo contrario, el infierno, que sin embargo nos ayuda a enfrentarnos tercamente a esta realidad lacerante y deshumanizada, y en segundo lugar, que exista un acento martinadanesco en esos versos, creo que hay mas bien un tono de voz apesadumbrado y excluído, incomprendido. La voz de Martín Adán era y es sublime, trascendente, mi tono de voz es peligrosamente marginal, casi suicida. Antisublime y antitrascendente. Todo lo contrario al de Martín Adán.


18-Y sin embargo no puedes obviar la práctica poétíca, no puedes pasarte de ella, como si frente a los avatares de la existencia, a las frustraciones ideológicas, la Poesía, fuera en última instancia tu razón última de vivir: “sin embargo /quiero que recuerdes mi querida Poesía /estas inútiles palabras /que no pretenden ser la limosnita de los ciegos /el agua bendita de los curas /el testamento verdadero de los muertos /sino esa terca soledad /atragantada como una hormiguita colorada / entre los fierros oxidados de las ruinas / pues desde hoy / y tenlo muy presente /amiguita de mi vida / donde quieras que te encuentres / te ametrallaré tu culito rosado de gaviota malnacida /para que sepas / alcahueta de mierda /que la desgracia es de todos / y no solamente tuya /o de tu cándido y prófugo delirio /maldita seas desgraciada”. Y al final te ubicas en la línea de los “poetas malditos”. ¿Qué es exactamente para ti la Poesía y qué representa la práctica de la escritura?

R. La poesía, como teoría y práctica ideológica, encuentra su materia prima en la experiencia personal y en la realidad concreta que la impulsa, en esa medida es la conciencia, o trata de ser, la conciencia de esa realidad y de esa vida, simbolizando, a través de todas sus combinaciones y expresiones verbales, el sentimiento y el pensamiento de esa realidad y de la historia que la sustenta, de los surcos que le abren paso, de los muros que tratan de detenerla. Pero la poesía no se queda en la expresión, produce alteraciones peligrosas (valorativas y transgresoras) en la psiquis del autor, por eso es que toda poesía corresponde a determinados sentimientos sociales e ideológicos (a favor o en contra del futuro). Esta es para mi la pràctica de la escritura, el papel que juega en mi la poesía. Decir que me ubico en la línea de los “poetas malditos” es un halago. O no conocer bien a los “poetas malditos”. Soy más bien un poeta que trata de respetar con el mayor decoro al socialismo.


19- En 1998 publicaste Aguita 'e coco, un conjunto de relatos testimoniales, recogidos en largas conversaciones y escritos con un lenguaje que procura guardar la savia de la oralidad. ¿Qué motivó este experimento tuyo?

R. Testimoniar una parte de mi experiencia: el haber sido periodista, el haber conversado con diferentes seres humanos, especialmente marginales, y rescatar de ellos su esperanza de vida y la sabiduría de su existencia, lo que admiraba enormemente pues yo estaba siempre con un pie en el estribo de la muerte, a pesar de tener mejores condiciones materiales de vida. Ese libro es un homenaje a esos seres anònimos que son capaces no sólo de bailar, reir, amar, beber infinitamente, a pesar de la pobreza de sus vidas, sino mandar a la mierda esta existencia que los maltrata y humilla desde la esperanza agujereada de sus sueños..


20-Tu último libro es un libro sobre la violencia La memoria de un arma (masacres andinas), sobre los habitantes de la región de Ayacucho durante los gobiernos de Belaúnde Terry y de Alan García (1985-1990) Las masacres persistieron y se acrecentaron durante la dictadura de Fujimori y de Montesinos ¿por qué no has extendido tu estudio y tu denuncia a ese período?


R. Ese libro no es de poesía, sino una experiencia periodística. En algún momento trabajé en algunos diarios en el área de derechos humanos, especialmente en los años 80, los primeros de la subversión, por eso las masacres que se testimonian suceden fundamentalmente en Ayacucho, por eso una ONG no lo quiso publicar, aduciendo que eran prosas “prosenderistas”. En el prólogo hago un deslinde sobre ello. Problemas de salud no me permitieron seguir con esa línea y con un ángulo que me hubiese gustado investigar: la corrupción de las Fuerzas Armadas, tirando por la borda el mito que son “las fuerzas tutelares de la Nación”.


21- Durante el primer gobierno de Alan García publicaste un libro sobre los héroes, fundadores y luchadores primigenios del Apra ¡Disciplina compañeros! como para refrescar la memoria de Alan García.... ¿Qué opinas del nuevo gobierno de Alan García?

R. Sería mejor preguntar ¿qué pienso ahora del APRA? Creo que el APRA como organización política ya no existe. Ahora es una mafia de pillos capaces de engañar, mentir, corromper, pero sobre todo matar, de alló la creación de sus grupos paramilitares, como se vio en el juicio a Fujimori. El APRA es una organización, en la actualidad, muy parecida a la mafia de Al Capone. Su antiimperialismo se ha ido al tacho de basura. Ya no hablan del cachorro Seoane porque les trae pesadillas antioligárquicas y divisionistas. Ahora prefieren lucir a Mantilla con Montesinos, a Giampietri (un asesino de la Marina y actual vicepresidente) junto a García, a los secretarios generales (que no vale la pena ni nombrarlos) con la pandilla fujimorista del Congreso. A eso han llegado. El destino político los ha abandonado y se los ha tragado la historia, la mentira y la corrupción. Estàn en uno de los círculo del Dante.


22- ¿Como te sientes hoy en día como poeta y como ciudadano?

R. Poeta y ciudadano no son dos cosas diferentes, aunque algunos críticos y reseñadores culturales lo entiendan asi.. Son una misma esencia y una misma forma. Y a ese ser, constituido de esa forma. en su compleja integridad moral, social y cultural, hay que enjuiciarlo, no pasarle mocos por babas. Si hubiese necesariamente alguna preferencia te diría, preferiría ser un ciudadano honrado antes que un escritor traidor. Jamás como Borges o Vargas Llosa.


23- A pesar de todo, ¿sigues creyendo en el socialismo?

R. A pesar de la caída del muro de Berlín, de las hipocresías y mentiras de los países que se dijeron socialistas, sigo creyendo en el socialismo y en el Che, a sabiendas que el socialismo tampoco es un paraíso, sino un infierno (tan temido) y diferente: el de un momento de la lucha de clases donde se enfrentas las fuerzas consecuentes contra las antihistóricas, es decir, contra los náufragos de la clase dominante.. Como decía sabiamente Benedett: sigo creyendo en el socialismo, pero en esta hora, desde la desilusión y desesperanza. Lo que equivale un nuevo tipo de esperanza. La esperanza de los abuelos.

Couyou, septiembre 2009