4/6/15

IV ENCUENTRO INTERNACIONAL DE POETAS, ESCRITORES Y ARTISTAS PLÁSTICOS - HUARAZ -DEL 13 / 15 DE JUNIO 2015

El VI Encuentro se llevará a cabo los días:

13 - 14-(15) de junio de 2015.


Hora: de 09.00 a.m. a 01.00 p.m. y de 3:00 p.m. a 8:00 p.m

Participarán: Autoridades, investigadores, críticos, escritores, artistas plásticos, fotógrafos, músicos, danzantes, periodistas, turistas, profesores, estudiantes de todos los niveles y modalidades y público en general.

Las actividades estarán centradas en: Conferencias magistrales, ponencias, recitales de poesía y música; exposiciones pictóricas y fotográficas; presentaciones teatrales; visitas turísticas, danzas folclóricas, proyección de documentales, etc.



29/4/15

Falleció el escritor peruano Carlos Calderón Fajardo (1946-2015)


Pablo Salazar-Calderón Galliani


Mi padre, Carlos Salazar-Calderón Fajardo, falleció el día de hoy cerca de la 1 a.m. El vacío y consternación que nos embarga es inconmensurable, aún no terminamos de creerlo. Se fue haciendo lo que más amaba: escribir, contar historias, las de su vida y las que nacieron de su infinita imaginación. El velatorio se realizará en la iglesia de Fátima: Avenida Armendáriz 350. Miraflores, a partir de hoy miércoles desde las 3 p.m.



Becky Urbina

Además de ser el gran hombre y el gran escritor, Carlos Calderón Fajardotambién fue un entrañable abuelo chocho y para mí, un cariñoso y bromista segundo papá. Realmente la noticia de esta madrugada me tiene destrozada, pero cada cierto rato intento una sonrisa al recordar cómo se iluminaban los ojitos de Vicente cada vez que lo veía, cómo jugaban juntos y ese lindo fin de semana que lo llevamos juntos a conocer el mar de Punta Negra. Gracias por tantas sonrisas e historias, querido Don Carlos, siempre estará con nosotros.

 Carlos Calderón Fajardo (Juliaca, 1946, Lima, 2015). A la 1 de la mañana, cuando el alba se alistaba, partió uno de mis amigos entrañables, el 19 de mayo iba a celebrar su natal. Nos conocimos el año 1965 o 1966, frecuentábamos la Casa de la Poesía de la Bajada de Barranco. Gentill, fino, lleno de ternura y buen humor. Nos unió la confianza, el aprecio, el amor espiritual, la literatura, la pasión por el mar y el misterio. Hubo caminatas, algún mitin en la Plaza Francia el año
1968-69 con sus condiscípulos de la PUCP: Rocío Romero, Yvo Perez Barreto, Abelardo Sánchez León, Giovanni Mitrovic, entre otros. Admirábamos a Juan Gonzalo Rose y en un bar de Surquillo bebimos con él, dialogamos y reímos. Tuvo un afecto singular por Ayacucho, Puno, y el Perú profundo. Está en trance hacia el infinito, hacia el Parnaso donde viven los Maestros, los notables, los humildes. Hace veinte minutos leí la nota fraterna de su editor y de golpe me salieron gritos y fui al balcón y su nombre es un eco eco eco. Y llamé a su casa y nadie responde. Y llamé a una de mis grandes compañeras y le dije: "Carlos tuvo un accidente, está muy grave, Y ella, noble, me consoló... Bebe agua, respira hondo...", acoté, dicen que de hoy no pasa...". Carlos Calderón Fajardo es uno de los escritores de la generación del 60 que ha destacado, trascendido por su escritura fabulosa, por su obra fecunda, por su don de buena gente. Reconocido como uno de los narradores mayores del Perú de su generación (la del 70), Carlos estaba en una de sus etapas literarias más productivas. Fue finalista del Premio Tusquets de novela (2006) con el libro El fantasma nostálgico (Animal de invierno, 2013), relato que desde el más puro realismo mágico, aborda la violencia política de los decenios últimos en nuestra patria.Como su escritura, como su pluma será eterno, un ser legendario que transita cerca a Sarah Ellen y otros personajes de su narrativa magnífica. Abrazos a Pablo Salazar-Calderón Galliani, a sus otros hijos, a sus nietos, a su compañera, a su familia, a sus amistades y compañeros coetáneos, a los lectores y lectoras que lo apreciaron y le dieron granitos de sol y alegría. (Gracias Diana Avila, Mariella Sala por los abrazos).



Willy Del Pozo

En la madrugada de hoy acaba de fallecer un gran amigo, un guía, un tutor. Desde que lo conocí, hace algunos años atrás, siempre mantuvo un aprecio, no solo hacia mi persona sino hacia toda mi familia. Nos unió una amistad estrecha, recorrimos varias ciudades del Perú juntos, siempre para fomentar la lectura, para dar conferencias, para escucharlo con el deleite de un niño a quien se le entrega un juguete nuevo. Le tenía un cariño especial a mi tierra, a mi Ayacucho querido, a quien dedicó su novela "El bibliotecario de las catacumbas". Hoy se fue a la eternidad, allá donde descansan los grandes. Yo acababa de derramar lágrimas el día de ayer al terminar de leer la traducción que hizo de la novela de Antonie de Saint Exúpery, "El Principito", la cual anhelaba presentar en la Feria del Libro de Lima de este año con una lectura en francés y una breve interpretación teatral, y hoy al despertar me he vuelto a hundir en la nostalgia. Carlos Calderón Fajardo serás eterno como tu pluma. El autor de la tetralogía sobre Sarah Ellen no ha muerto, vivirá en el corazón de sus lectores y desde allí nos sonreirá con dulzura, con esa mirada tierna que siempre lo acompañó. Hasta pronto, querido hermano...





Jose Carlos Yrigoyen Miró Quesada


"Carlos Calderón Fajardo nos legó muchos libros de diversa temática e interés. De todos ellos, destacan claramente dos: La conciencia del límite último (1990) una de las mejores novelas policiales que han aparecido en nuestro país, y donde una de sus principales obsesiones, las relaciones entre realidad y ficción, es tratada con verdadera maestría. El otro es Playas (2010), muy logrado conjunto de cuentos donde resalta la notable capacidad de esta autor para plasmar sugerentes símbolos y descripciones que se debaten entre lo cierto y lo onírico.


Calderón Fajardo nos deja en un momento fecundo en el que sus capacidades narrativas se hallaban intactas, con todas las posibilidades de seguir entregándonos obras de valor."


Julio Heredia 

OTRO DUELO DE ABRIL

No fue mi amigo. Cruzamos saludos cordiales en varias ocasiones y hasta compartimos un café breve hace varios años en el Haiti con un poeta muy cercano a mí. Pasado el tiempo, un amigo en común le dijo que yo quería entrevistarlo en uno de los programas de radio que he conducido y dice que le dijo que con gusto, que tenía en gran estima mi poesía y mi trabajo periodístico y que yo era para él como un "mito indescifrable". Emoticono frown Pero nunca se concretó su visita a "Vicios y virtudes", como se llamaba el programa ante el que quise que compareciera. CARLOS CALDERÓN FAJARDO ha muerto hace algunas horas. La última vez que crucé palabra con él fue en una situación rara e incómoda apenas el año pasado: Yo llevaba a mi anciano padre -de visita en Lima- en silla de ruedas y pretendía colocarlo en el pasaje intermedio y transversal de la Iglesia del Parque Central de Miraflores, en una banca cercana a la puerta lateral del templo, antes de la misa dominical de 12. Entonces alguien presto quiso impedirlo argumentando que el sitio estaba reservado. Me torné como un resorte a mirar a la persona preguntándole si ahora la iglesia funcionaba igual que el teatro y el cine... Qué impresión, era Calderón Fajardo. Ambos fingimos no habernos reconocido y yo me fui a buscar otro lugar en que no incomodáramos a nadie al amparo de Dios. Después lo apercibí en muchas ocasiones en las misas de domingo. Descubrí que era un hombre de fe y de Fe Católica, lo que no es común entre nuestros escritores, por lo que pasó a ser también para mí un ser "indescifrable" ¡Ya tienes toda la muerte para descansar en los territorios maravillosos de San Juan!


14/2/15

GLORIA MENDOZA BORDA / DESDE LA MONTAÑA GRITO TU NOMBRE (Poesía)






BOCETO

Me pinté
entera
bordeando
cascaras
despajando
el camino
buscando
tu sombra humeante
en el aguacero

nuestra sombra de trigo
se ha tendido
a contraluz
entre la multitud
que reclama
un nuevo rijcharismo.




Gloria Mendoza, desde el Kancharani grito tu nombre


Escribe: Feliciano Padilla.

Tenemos a la mano el poemario “Desde la montaña grito tu nombre” de la poeta Gloria Mendoza Borda, publicado por Lluvia Editores, Lima 2013.
Para aproximarnos adecuadamente a esta obra hay que revisar sus últimos libros, tales como La danza de las balsas, Dulce naranja dulce Luna, Qantati deshojando margaritas y No digas que no sé atrapar al viento. En estas obras, Gloria, expresa la madurez de su arte, reconocida así, de manera mayoritaria, por la crítica nacional. Su poesía se caracteriza por su deslumbrante espontaneidad en la construcción de los versos y el uso de imágenes policromáticas articuladas a la Madre Tierra.
La estrategia usada por Gloria ha sido casi siempre, la evocación del pasado. Por esta razón, su poesía tiene una fuerza emotiva avasalladora y posesiva. Nos posee con el calor humano de sus versos y la nostalgia de sus recuerdos. Pero, no sólo se trata de hurgar en el pasado, sino, de ver el mañana con esperanza sobre la base del dulce ayer y los dolores que la poeta quisiera que no se repitiesen. Por otra parte, Gloria no puede concebir una poesía alejada de su tierra que es nuestro mundo. Una lectura atenta de sus libros así lo confirma. Su lealtad étnica la manifiesta a través de sus versos y en cualquier acto de habla acontecido en nuestro país o en el extranjero.
“Desde la montaña grito tu nombre” conserva estas características, debido a que la poesía de Gloria Mendoza Borda tiene un sello personal, un estilo reconocido por propios y extraños e, identificable por los lectores en cualquiera de sus poemas, tal como puede reconocerse a Oquendo en una sola estrofa y, muchas veces, hasta en un solo verso. El estilo es eso precisamente, una forma particular de escribir. La obra que comentamos está dividida en dos partes: Desafío en el agua y Nostalgia por la ciudad floreciente. Ambas pretenden propuestas iguales y similares significaciones que el lector irá advirtiendo a lo largo del poemario.
“En el observatorio de Mamalluca llovían astros/ las estrellas se volvían palabras/ las palabras se volvían pájaros/ todos los expectantes se volvían rapsodas…”. Así comienza el primer poema de Gloria. La poeta eligió un espacio del vasto territorio de los mapuches, la pequeña montaña de Mamalluca, baja pero poderosa, muy importante en la historia de los Mapuches, como es para nosotros el Huaqsapata o para los nuñoeños el Orqorara, que son aparentemente pequeños pero de poderosa influencia en la vida de la comunidad. Desde esta montaña, la poeta, o más propiamente su hablante lírico, grita el nombre de mamá Herminia, de mamá Martina y los nombres de los miles de compatriotas caídos durante la guerra interna que vivió la sociedad peruana. El lexema mamá, en este caso, se refiere, en efecto, a la madre que alumbró a una hija, pero en su acepción connotativa es la Madre Tierra, concepto vital que en la cultura aymara o quechua significa ambas nociones.
Leamos otros versos en los que le invaden los recuerdos de su madre: “Tenías que esperarme lejos con la piel convertida en rosa/ me esperaste y la muerte te tomó en sus brazos para siempre/. En otro verso se lee: “Sobrevives madre Herminia a lo lejos”. En el mundo andino la muerte es sólo una instancia, una posada en el camino de la existencia. La vida continúa después de la muerte. Por eso “sobrevives madre Herminia a lo lejos”. Esta es una dicotomía incomprensible para el pensamiento occidental, pero común en nuestras representaciones mentales. De igual manera, el tiempo y el espacio tienen significaciones diferentes. Estar aquí-allá, ahora-después, son conceptos que permiten a la poeta decir desde Mamalluca: “entonces Huancané a lo lejos agitaba banderolas/ tejía el viento aullando detrás del remolino del sur/ incorporando esperanzas…” Vida-muerte, pasado-esperanza (futuro) son conceptos que sirven de contexto al hecho de gritar desde Mamalluca el nombre de mamá Herminia.
Para gritar el nombre de la Madre Tierra, es decir, de sus lugares amados, convoca los nombres de Gabriela Mistral, Alfonsina Storni, Van Gogh, Humareda, Carlos Oquendo de Amat, de la bailarina Isadora Duncan y dice: “Campesinos encontraron / la imagen de mama Martina reflejada en el río Ramis/ aquí donde el cielo y el río se juntan. La inundación de Puerto Pukis aún reflota/ no estás muerta mamá Martina… / Y así la poeta, al liberar su lira incorporará a sus recuerdos múltiples elementos de la naturaleza: la lluvia, el viento, la paja, los ríos, el lago, las balsas, los helechos, en fin, todo aquello que es elemento esencial de nuestro mundo.
Por su parte, al vocear los nombres de miles de jóvenes anónimos caídos por causa de sus ideales, la poeta exclamará conmovida: “Graznan salvajes patos cuando la ausencia es evidente/ graznan salvajes patos porque la tarde se ha hechizado/ con el informe de nuevas muertes/ de jóvenes que no creen en la derrota/ sino en la música de grillos …/ brutal impunidad presagio de búhos/.
La intensidad del dolor que la embarga por estos hechos luctuosos la llevan a caminar por la senda de la solidaridad que terminará gritando:: “Desdichada paloma tus anhelos enfrentándonos a campos florecidos/ jóvenes combatientes en el curso de los ríos y los puentes/ tus ojos fogones encarnados giran/ cuando se deslizan las piedras lavadas/ por las aguas del imperio en tiempos de aguacero/ nosotros somos la brasa de tu cielo en la húmeda tierra/ señor de Ayacucho asumimos la corriente de la historia…/
En Canto último seguirá exclamando: “siento sabor a tierra ametrallada y palabra extranjera/ ¿no sientes sabor a gaviota, a lucha por la paz, a dolor en Ñancahuazú? / balsa hundida guerrillero adormecido en espacios de jazmines amarillos”.
La segunda parte de la obra titulada “Nostalgia por la ciudad floreciente” usa la misma estrategia: la evocación. Le acosan los recuerdos del río Maravillas y la ciudad de los vientos o su antigua nominación como Chupe Qatu, con su café El Dorado y el recuerdo imperecedero de sus antiguas camaradas: Margarita, Alinda, Antuca, María, Silvia, Josefina, Doris. Y de sus familiares Vicente y Julio Mendoza entre tokoros y pinquillos. Gloria no está hablándonos de Penélope, Leda, Medea, Polínices, Ariadna, o Electra como es costumbre en los poetas post modernos, sino, de gente de carne y hueso conocida por ella.
Como puede observarse las imágenes de la poesía de Gloria Mendoza son espontáneas, intuitivas, despojadas de todo experimentalismo presuntuoso. Fluyen como las aguas de un río, a veces pausada, a veces tumultuosa según sean las palpitaciones de su corazón. Sus representaciones dependen de la referencialidad del texto donde se perciben los espectros de la vida y la muerte, del pasado feliz y del futuro con esperanza a pesar de la barbarie que acalla voces y siembra injusticias. Gloria ha sido capaz de poner a la poesía sobre la faz de los helechos del Puerto Pukis y las aguas azules de su lago amado; en fin, ha tenido la feliz audacia de asentarla sobre la tierra húmeda de nuestro mundo para que sus versos florezcan como kantutas rojas o jazmines amarillos. No cabe duda que Gloria se ha consolidado como una voz andina singular de la literatura peruana y latinoamericana.

De: http://www.losandes.com.pe/Sociedad/20131208/76955.html

13/2/15

CARLOS RIVERA / "PRE-TEXTOS PARA MARCAR LA CANCHA"

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Carlos Rivera viene realizando desde 2010 una nutrida actividad  como gestor cultural a través de la Asociación Cultural La casa de cartón de la cual es fundador y presidente. Ha compilado los textos que integran Arequipa y el escribidorHomenaje a Mario Vargas Llosa Premio Nobel de Literatura 2010 (Cascahuesos, 2012), Eusebio Quiroz Paz Soldán. Entre Arequipa y la historia (Cascahuesos, 2014) y poco antes de terminar este año, Pretextos para marcar la cancha (Texao, 2014), publicación que además significa el debut de Rivera como editor.
Seleccionar y editar los textos que formarán parte de una publicación colectiva, aunque compartan un tema general, no es tarea sencilla para un compilador. No obstante, en comparación con sus predecesoras, Pretextos para marcar la canchacombina una acertada distribución de secciones cuyos textos se aproximan al fútbol como pasión, drama y controversia. Asimismo, se advierte un cuidado de edición más riguroso.
«Disparo inatajable» de Pedro Novoa nos coloca ante un francotirador que ejecuta a un jugador en el preciso instante en que este va a cobrar un penal. El manejo de suspenso es superlativo en este cuento. «Tiempo suplementario» de Goyo Torres narra la historia de un talentoso futbolista que decide clausurar su carrera de una manera dramática. «Tarek y el Real Madrid», de Giovanni Barletti muestra una perspectiva menos localista y más cosmopolita del fútbol como experiencia globalizada y heterogénea. «El misterioso caso de Cuchito Díaz» de Jasson Ticona nos introduce en la trágica existencia que aguarda a un futbolista que se aleja de lo que mejor sabe hacer. «Bravío corazón», de Hélard Fuentes cierra el gramado literario pero sin el gesto técnico ni la consistencia del resto de cuentos que, aparte de los mencionados, son recomendables.
El futbolista como personaje de su propia historia de vida es el eje temático de las crónicas. Carlos Rivera examina críticamente la trayectoria Messi a contrapelo de Pelé, Maradona y otros genios del balón; Eloy Jáuregui presenta una semblanza de Lolo Fernández, un contrapunto entre sus orígenes, gloria y ocaso. Junto a Leandro Fernández, quien reconstruye la llegada del Santos de Pelé a Arequipa, y la Roberto Castro sobre el portero mistiano Jorge Pardón son las más notables de este apartado titulado «Confesiones de fe».
Entre las lecturas críticas, destaco los ensayos de José Luis Ramos y José Luis Vargas. Ramos interpela el fútbol devenido mercancía de consumo en desmedro de la competencia deportiva; no menos confrontacional, Vargas encuadra el fútbol espectáculo dentro del hedonismo posmoderno.
Pretextos para marcar la cancha, segunda publicación de Texao Editores, nos ofrece una variopinta muestra de relatos y ensayos sobre el fútbol desde una mirada pasional y otras veces, justificadamente crítica.
¿Cómo redactar la tesis y el artículo científico
según el estilo APA?
Aspectos prácticos para su aplicación
Dennis Arias Chávez
Julio César Huamaní Cahua
Texao Editores
Arequipa, 2014



 "PRE-TEXTOS PARA MARCAR LA CANCHA"

Editor y compilador:
Carlos Rivera
Autores:
Orlando Mazeyra Guillén / Pedro Novoa
Elard Serruto Dancuart / Giovanni Barletti
Álex Rivera de los Ríos / Goyo Torres Santillana
JassonTicona / Lessness Podestá Cuadros
Dennis Arias Chávez / César Augusto Álvarez Téllez
Hélard André Fuentes Pastor / Jorge Turpo Rivas
Carlos Rivera / Eloy Jáuregui
Leandro Espinoza / Roberto Castro
Jorge MalpartidaTabuchi / Omar Suri
Juan Carlos Valdivia Cano / Jorge Bedregal La Vera
José Luis Ramos Salinas / José Luis Vargas Gutiérrez.

ELIO OSEJO AGUILAR / NÓSTOS (Poesía)


84
De nuestras cuerpos
se destila la noche.
Somos poesía

93
Hoy el amor
es tan solo una sombra
en el poema

99
Para el poeta
sobrevivir a diario
es todo un arte.

347
Entre tus brazos
como un libro abierto
yo me refugio.



Elio Osejo (Lima, 1976) reside en Huancayo desde hace 10 años, tiene una hija de  la misma edad. 
Ha publicado en el 2015 un primer libro de cuentos titulado "Extraños en el paraíso".



9/2/15

I FERIA DEL LIBRO - 7, 8 DE FEBRERO 2015 EN PUENTE PIEDRA -LIMA

-LOS DÍAS 7, 8 DE FEBRERO se llevo acabo la I feria del libro en el distrito de Puente Piedra, organizado: por el Club ERATO Y LOS 4 VIENTOS, que tuvo una gran acogida por el público que se dio cita desde las tempranas horas para degustar también de la música el arte plástico y por supuesto de escuchar poesía y visitar los diversos stand de los diferentes autores que con su libros de su autoria que mucha gente se acerco a ver y adquirir muchos libros de poesía, novelas, y narrativa, fue un gusto participar de estos dos días además llenos de alegría y conocer nuevas amistades del cono norte.    

- Aquí algunas imágenes de la feria


PEDRO NOVOA - LEONCIO LUQUE - WILLIAM GONZALES

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        FIRMANDO MI POEMARIO INFANTIL "JUGUEMOS ESTA VEZ EN LA I FERIA DE LIBRO"


                           




                                                             CÉSAR VALLEJO PRESENTE


RECIBIENDO CONSTANCIA DE PARTICIPACIÓN A LA I FERIA DEL LIBRO DE PARTE DE LOS ORGANIZADORES 

Con la señorita poeta y parte del grupo organizador de la feria

A REFRESCARNOS DEL FUERTE SOL




 


27/1/15

HOMENAJE AL POETA LUZGARDO MEDINA - "EN CARAS DE LA CULTURA" MIÉRCOLES 28 DE ENERO 2014





- IMÁGENES DEL MIÉRCOLES 28 DE ENERO EN EL PROGRAMA  CULTURAL "CARAS DE LA CULTURA" QUE LO DIRIGE EL POETA, MANUEL LÓPEZ, AHÍ CONVERSAMOS SOBRE  LOS LIBROS Y POESÍA DE LUZGARDO



















BIOGRAFÍA:

Luzgardo Medina Egoavil, Arequipa 1959

Estudió Ciencias Jurídicas y Políticas en la Universidad Católica Santa María (Arequipa). Obtuvo el Premio Nacional “César Vallejo”1994, de diario El Comercio. Ganó el Premio Nacional de Poesía “Municipalidad de Paucarpata” 1993. Por su libro “Avatar” obtuvo mención honrosa en el Concurso Nacional de Poesía de la Asociación Cultural Peruano Japonesa del Perú (1994). Ha recibido el Premio Copé de Bronce en XIII Bienal de Poesía “Premio Copé Internacional 2007”, Le fue conferido el Segundo Premio Regional de Cultura del Instituto Nacional de Cultura del Cusco (2007). Ha publicado La boda del dios harapiento (1981), Cuervos en Sodoma y Gomorra (1983), Ad libitum (1995), Contra los malos presagios (1995), Avatar (1996) Rostros del sueño (2005), Nada(2007), Bajas pasiones para un otoño azul (2008), Cronología del equilibrio (2008). Trabajó en la Sub Gerencia de Cultura de la Municipalidad Provincial de Arequipa como Artista II. Fundador de la revista Eclosión que realizó gran actividad cultural en la década del 80 dentro del ámbito surperuano. Fue Diputado del Parlamento Mundial para Seguridad y Paz (1994). Como periodista está comprometido con la defensa de la ecología y al estudio del folclor. Actualmente es Presidente del Sindicato Centro Federado de Periodistas del Perú.



HOMENAJE de LETRA SUELTA CULTURAL- Los últimos poemas de Luzgardo Medina Egoavil (vía facebook)

HOMENAJE de LETRA SUELTA CULTURAL - William Gonzáles Pérez, al poeta y amigo que hoy nos deja en vida, Luzgardo Medina Egoavil ..con sus últimos poemas. (Vía facebook)


A: Pedro Lemebel, poeta de los marginados.


Un poeta acaba de morir al sur del adiós.

En la misma premonición.
Ni por simpatía le regalaron un minuto con gran dosis de azúcar.
Murió el poeta y ya.
Se siguen destapando las botellas a veces sin motivo
Y dando recompensa a quien nos traiga de las orejas al narrador
De lo innombrable, a quien desde la ebriedad nos hace oler
Ese montón de sillas apiladas en un rincón del desierto.
Se fue el poeta.

Se murió como un emperador -haciendo bromas-.
Hace tiempo que él era un desconocido y que cambiaba los rumbos
Para que nadie cayera en las garras de quienes hacen promesas de lealtad.
Todos los días alguien muere como un poeta o aprende a morir como un poeta.
No es tan difícil.

Hay que aprender a deducir con mucha presteza dónde
Se hacen los besos más perfectos y dónde la ternura es anacrónica.
Hay que intuir si quien regala premoniciones es un creyente legítimo
O simplemente huye pretextando cumplir ciertas infames tareas de amor.
Ha muerto el poeta y parece que se ha llevado sus precipicios,
Sus manglares, su bandada de loros y el armario donde guardaba su rostro.
Murió en el instante preciso, ahora nunca más pagará impuestos a nadie.
Cuando partió el poeta la incolora tristeza fue carcomida por el salitre
Y en lo más alto de la amargura se dibujó, sin prisa, la espada del azar.


Luzgardo Medina Egoavil

Arequipa, 2015 enero 24





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Sara tiene sed.

Ella habla con insistencia de lo que nadie perdona:
De la fortuna de quien tiene un perro,
De los que por curiosidad comparten
El álbum de las imágenes insulsas
Y de las mujeres que no esperan preguntas.
Sara no quiere evadir los impuestos por cantar o por bailar,
Solo quiere musitar palabritas azules
Para que cuando llegue el día de la ausencia
Nadie se quede dormido en los subterráneos ni en los baños públicos.
Sara tiene su propia tesis sobre la risa en varios idiomas,
Porque ella sabe que el peligro está en la demora,
Debajo del agua, en la caligrafía de contrabando,
En los recuerdos de la infancia
Y en el bolsillo de su abrigo cordial.


Luzgardo Medina Egoavil

Arequipa, 2015 enero 23

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Con el Poeta Carlos Germán Belli, Maestro de maestros, poeta desde la semitiniebla
hasta la sonrisa inmanejable.
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Es un nuevo día, tan nuevo que ya lo he olvidado.

Olvidar, para mí, es natural, tan natural que las opiniones literarias
Llegan a desconcertarme por el tono gris de sus heráldicas teorías
Y por esos altibajos con que urden las indispensables rosas en botón.
Desperté transcribiendo textos de una correspondencia antigua.
Cada texto me habla de las serias dudas que tenía sobre la soledad.
Hablo de ella, pues ella me admitió en su vida como un amante, al parecer,
Demasiado inflexible. Fui el amante de una mujer sin nacionalidad.
Con ella pude escribir las plegarias más estúpidas, pero ni los muertos
Pudieron entenderme. Por aquellos días el mundo era un órgano lastimado,
Daba vueltas sobre su eje haciéndonos oír sus interjecciones.
Mis plegarias no pedían alivio, tampoco reclamaban un pan con cebolla.
Esa horrorosa soledad me hizo el amor a la orilla de todos los cielos,
Delante de los míos y de los ajenos. Me dijo al oído que actuara con naturalidad,
Es decir, con esa pasión que invade a las piedras que aún no tienen dueño.
Ya sabemos qué significa un nuevo día, sabemos de las ciertas reservas
Que nos trae su aroma, pero un nuevo día para qué, por qué, de qué.
Tantos nuevos días se nos ha incrustado en el cerebro que ya no sabemos
Si un nuevo día es suficiente para atrapar el final con las armas aristocráticas.

Luzgardo Medina Egoavil

Arequipa, 2014 enero 22

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Hay un país lejano en donde nadie conoce la palabra amor.

La verdad es que esa palabra sigue ocasionando mucho daño.
Dicen que el amor trae varios sufrimientos hasta los tobillos.
Mejor es dormir deglutiendo crepúsculos y bebiendo alcohol.
Donde el amor hace su nido, ahí mismo, eclosionan los huevos
De la mosca azul, de los gusanos extinguidos y del grito sin molde.
Un abismo es el amor, en ese abismo se ocultan: La duda intacta,
El otoño resquebrajado y los que gustan de amores incestuosos.
Hay un país lejano donde los caballos pastan muy despreocupados
Y la palabra amor exhibe un rostro de risa excesiva a punto de parir.

Luzgardo Medina Egoavil

Arequipa, 2015 enero 21

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Se alojaron en un hotelucho de cuatro centavos.
Allí, con facilidad, crecía el delirio con mucha simpatía.
Afuera, en la calle, raleaba el aire entre las rosas.
Las mujeres de treinta años aún seguían siendo hermosas.
Ambos optaron por el silencio a la luz de una lámpara.
Cada quien tenía serias dudas en la punta de la lengua.
Así pasaron la noche: Hablando de nadie y de nada.
Por fragmentos se ofrecieron palabras de gratitud o de odio.
Salieron callados. Cada quien vivía su propio pánico.
En la esquina vendían emoliente para disipar la desgracia.

Luzgardo Medina Egoavil

Arequipa, 2015 enero 21

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Miedo a la pequeña península que se desdibuja en lo extraño.
Miedo al clima seco en donde los ancianos con sus botellas de vino blanco
Olvidaron las historias fascinantes.
Miedo a caminar entre amables truhanes con el cabello suelto
Y con un rostro desvaído e inusitado.
Miedo al hacedor de leyes en un mundo donde todos se dan
Por ofendidos o en un mundo donde tratamos de recomponer lo irremediable.
Miedo a quien se disputa la silla en donde el poeta y su novia
Intentaron hacer el amor sin vacilación ni rituales que desembocan en la nada.
Miedo a la ballena que aprendió a no dejar huellas sobre
Las alfombras de la intimidad ajena -viendo una película de cine mudo-.
Miedo al inmenso vacío que llora silencios entre las matas que alguien cultiva
En lo más hondo de su astucia y en lo más superficial de su vestido.
Miedo a quien piensa en la belleza con ojos obsesivos,
A quien dice mi nombre para borrarme del mapa con una voz alevosa.
Miedo a quien dice adiós a las mentiras, muy a pesar que la mentira
Es casi un patrimonio de los pueblos donde nadie conoce las borrascas.
Miedo a quien se siente feliz por haber tomado sol en el último trance,
En la última esquina del sueño y en el último gesto afirmativo de un dialecto.

Luzgardo Medina Egoavil

Arequipa, 2015 enero 19
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Tres días no vine a dormir a casa. Eché a caminar sobre mis dudas.
Busqué en los parques algo de lo que la gente deja por descuido.
Lo cierto es que no tuve sueño y opté por crear otra jungla
Con los espejos de este fastidio que no me sirve.
Mi lado débil me ayudó a sobrevivir entre la gente de humor cáustico.
Escuché los gemidos más bondadosos en las tardías fontanas.
Atrapé al frío, en plena gloria, con la timidez de quienes
Huyen de la policía y de los suicidas de aire iconoclasta.
Hoy me he peinado cuidadosamente con la torpeza de los camioneros.
Siento que la mañana se ha rasurado las piernas y no hay espacio
Para las intrigas, solamente un portero de burdel que pestañea
Me dice que nada es auténtico y que todo, hasta los escritos del infortunio,
Es una meticulosa distorsión.

Luzgardo Medina Egoavil
Arequipa, 2015 enero 19

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Tenga usted cuidado, no pise los recuerdos.

Es cierto que cada recuerdo
Guarda algunos datos indispensables.
Es cierto, también, que cada recuerdo tiene 
El mal ejemplo de los clérigos
Cuando hablan del demonio con una intensidad inusitada.
Yo no tengo recuerdos, por ejemplo, nunca guardé uno.
Apenas tengo ciertas frases poco convencionales
Y ciertas penas ya prescritas.
Dicen que soy tan pobre que no tengo ni zapatos ni recuerdos
Y que solamente tengo dinero y trucha ahumada
Para soportar la próxima sequía.
Si tiene tantos recuerdos, amigo, regáleme uno.
No tengo una idea exacta de cómo un recuerdo puede
Cubrir de polvo 1000 kilómetros en un abrir y cerrar de ojos.
He notado que se me hace difícil vivir espantando la monotonía
De la muerte con un matamoscas a riesgo de quedarme
Convertido en una criatura mezcla de rabia y desolación.
Con un recuerdo podría disipar la incredulidad y, hasta, podría
Elegir cualquier itinerario hacia la resignación,
Aunque los dioses hayan perdido el sentido del humor.
De los muchos que tiene, amigo, regáleme un recuerdo de pelo entrecano.
No importa que tenga el color de la oscuridad,
Pero detesto ser extranjero en esta mañana desdentada.

Luzgardo Medina Egoavil
Arequipa, 2015 enero 17

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Perdí. Sí, la perdí. Por eso la busco diariamente.
La busco con descontento. Musitando palabras indecibles.
Entre las copas de los árboles y los bultos de huesos y mapas.
Perdí. Sí, la perdí. Me era de mucha utilidad, porque con ella
Podía ahuyentar las épocas más calvas y desesperantes.
Conciencia mía, dónde estás. En qué abatimiento te has desnudado.

Luzgardo Medina Egoavil
Arequipa, 2015 enero 15

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Las he criado a espaldas de quienes siempre tienen la razón.
Les di toda clase de ropas y un buen descanso.
Juntos pudimos recoletar lombrices con la indolencia de una enferma vocal.
Nos hemos ahogado en el sueño más fresco
Y hemos bebido todos los líquidos sin consentimiento de nadie.
Adorables fantasías, con ustedes puedo viajar al mismo corazón de la ceguera
Y luego arderme de modo indiscutible delante de quienes jamás tuvieron fe.

Luzgardo Medina Egoavil
Arequipa, 2015 enero 15

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Quería conversar conmigo

Me acostumbré a cruzar el río sin la menor queja.
Un par de imbéciles fácilmente hacen un rebaño.
Pude admitir cualquier cercanía para hacer fortuna.
Hacerle creer que se puede ser feliz sin una herencia.
Me acostumbré a las situaciones distantes e imperativas.
Dije una que otra interjección para ahuyentar el desánimo.
Me acostumbré al aroma de las cartas indispensables.
Mi acusador amenazó matarme delante del espejismo.
Levité a la hora en que la felicidad se desviste deletérea.
Supe que los riesgos del amor nos da una nociva penuria.
Y así quería conversar conmigo que he dejado de creer
En las ceremonias fúnebres y en las líricas buhardillas.
Y así quería conversar conmigo que voy sin rumbo fijo,
O teniendo un rumbo prefiero el aire jovial del desorden.
Le dije que no era posible atrapar a la suerte sin caligrafía.
Le dije que se fuera antes de bebernos un mate de anís.
Quería conversar conmigo, pero tuve por precaución mojar
Mis labios y enseñarles buenos modales a mis nostalgias.

Luzgardo Medina Egoavil
Arequipa, 2015 enero 09

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Nunca sabrás lo que necesito de ti

Inaceptable, resulta inaceptable vivir varias veces en las avenidas
Y en los aeropuertos.
Invadir el espacio de los tripulantes o transitar por la mañana
Que jamás veremos porque vamos ciegos a muertes distintas.
Ya no hay escaleras.
Llegar al paraíso se ha convertido en una risa odiosamente pálida.
Presagios en todos los tamaños llevo en mi mochila,
No sé si con ellos pueda ingresar a la gruta de lo que se ha perdido
O de lo que aún no sé si lo perderé.
Me dijo: “Nunca sabrás lo que necesito de ti”.
La miré, la miré con esa profunda dosis de piedad espontánea.
La miré con aquellos ojos de quien fue enterrado vivo o casi vivo.
Cerré, sin mayor extrañeza, todas las cerraduras hacia el azar.
Es que, alguna vez, me trataron con piedad y recién descubrí
Que los límites de la embriaguez podían extenderse
Como se extienden los abrazos de quien llega tarde a una cita.
Y, alguna vez, también, por desventura, trataron de encerrarme
Dentro de una botella para que no revelara los secretos.
Me dijo: “Nunca sabrás lo que necesito de ti”.
Entonces la humanidad había perdido el gusto por la estética,
La gente se quejaba en los consulados con palabras extraídas
De un extraño limbo, tal vez de ese limbo donde duermen
-Por obvias razones-
Los migrantes que buscan algunas ansias otoñales en los armarios.
El que pudo regalarnos una sonrisa, pasó de largo.
Desde entonces Dios tiene, aunque nadie me crea,
Otros argumentos para no mirarnos como un rebaño de nubes
Y, hasta, lo que hemos escrito
–Por desgracia- es un simple desencanto con largos intervalos.

Luzgardo Medina Egoavil
Arequipa, 2015 enero 09
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A leguas se aprecia la intención

Se intenta construir una carretera hacia la desventura.
Se intenta borrar del mapa a quien nos ama sin razón.
Se intenta olvidar a quien nos enseñó el otro mar.
Se intenta, a viva fuerza, matar el sudor de todo el pasado.
Se intenta desmantelar hasta los menudos recuerdos.
Se intenta tirar abajo la algarabía de quien sabe esperar.
Se intenta ignorar al que nos habló con ternura de zahorí.
Se intenta bloquear a todos los rumores de la brisa y del río.
Se intenta pintarle otras franjas verdes a la premonición.
Se intenta remediar las cosas con otras armas y otros apuros.
Te han descubierto. Quieres partir el hueso con otro desvarío
Y gritar delante de las piedras sin tener signos de ebriedad.
Te han descubierto. Deseas otra pasarela para pensar como
Piensan los que jamás siembran dudas junto al fogón.

Luzgardo Medina Egoavil
Arequipa, 2015 enero 06

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Conversaron toda la noche

Para no creerlo, conversaron toda la noche.
No hubo disculpas, tampoco escaleras por subir.
Hubo lo suficiente para inundar cualquier península.
Hubo abundancia de silencios y de chocolates.
Se tomaron de las manos y con paciencia borraron
Los infalibles episodios de breve y escéptico verbo.
Inventaron otro idioma o trataron de hablar
En el idioma de las aves en plena madrugada.
Se dijeron de todo, incluso de los ilusos amores
Que con el paso del tiempo se van marchitando.
Hubo luz a medio tono, sí, era esa luz recién disuelta,
Luz parca que alumbra las cosas de la costumbre.
Todo exacto, todo en la medida, todo en su punto:
La rosa descabellada y, la sábana paciente y sabia.
Nadie levantó la vista para apreciar los gruesos límites
De la luna y tampoco hubo necesidad de cerrar los ojos.

Luzgardo Medina Egoavil

Arequipa, 2015 enero 06


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La cita fue a ciegas

Aprobaron una cita a ciegas. Fue una cita al final de la palabra.
Ella asistió con un vestido que traía figuritas llenas de obsesión.
Él, como siempre, apenas se puso una camisa sin botones.
Ella asistió puntual, tal como llegan los poemas, de modo absoluto.
Él llegó ligeramente tarde, de la única manera en que llega la filosofía.
Ella mostraba sus hombros, mientras que la tarde exhausta la miraba.
Él apenas pudo peinarse, pero tenía la alegría de un viajero sin apetito.
Ella, desconcertada, respiró con fidelidad a toda prueba.
Él, la miró desde lejos, como se miran los laberintos de la historia.
Ella dio una vuelta a todo el complejo tan lleno de arcos y de idos rezos.
Él solamente apeló a sus viejas premoniciones y sintió un olor de Madrid.
Ella tomó el camino del segundo patio, su taconeo sonaba con estética.
Él la llamó por su nombre, por su nombre inagotable e inapelable.
Ella escuchó la voz, esa voz que suele dejar una sospecha en las uñas.
Él repitió su nombre, ese nombre aún más inagotable y aún más inapelable.
Ella volteó su rostro y, en su rostro, se miraba el rostro de la evidencia.
Él cogió su mano, esa mano con la que una vez falsificó su misma firma.
Ella no pidió explicaciones por la demora, algunas veces el tiempo no importa.
Él dio a entender que después del café hasta la nada podía tener explicación.
Ella miró sus ojos y en ellos pudo ver el inconfundible aire de las respuestas.
Él miró sus labios, nada más, sus labios que hicieron besos hasta el otro día.

Luzgardo Medina Egoavil

Arequipa, 2015 enero 06

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BENDITO EL QUE TENGA UNA MATA DE ALBAHACA

Nadie sabe ni sospecha en qué lugar del mundo
La albahaca tiene el olor de las viudas peregrinas.
Tener una planta de albahaca es poseer algo del futuro,
Aunque el futuro ya no deslumbre con su funeral.
Yo sé de una mujer que con una gran dosis de piedad
Cultivó una albahaca y la regó con sus deseos impuros.
La planta creció y creció sin ninguna religión, mientras que
En el parque cercano alguien dejó su mano ortopédica.
El aroma de esa hierba inundó los grandes hoteles,
las cafeterías más lejanas y los venerables cinemas.
La gente enloqueció, unos perdieron la timidez y otros
perdieron la cordura, hubo alguien que perdió su sombra.
Desde entonces decir albahaca era casi una blasfemia,
Mucho más que enterrar todas las bienaventuranzas juntas.
He descubierto que por las noches el amor ya no huele
A lluvia ni a esos largos silencios que trae el recuerdo.
El amor tiene ese aroma de esbelto cansancio, pero
Tiene el color casi imperceptible de una desdicha.
Por eso, si tienes una mata de albahaca ten por seguro
Que jamás derramarás una lágrima durante varios años.

Luzgardo Medina Egoavil

Arequipa, 2015 enero 03




BIOGRAFÍA: 

Luzgardo Medina Egoavil, Arequipa 1959

Estudió Ciencias Jurídicas y Políticas en la Universidad Católica Santa María (Arequipa). Obtuvo el Premio Nacional “César Vallejo”1994, de diario El Comercio. Ganó el Premio Nacional de Poesía “Municipalidad de Paucarpata” 1993. Por su libro “Avatar” obtuvo mención honrosa en el Concurso Nacional de Poesía de la Asociación Cultural Peruano Japonesa del Perú (1994). Ha recibido el Premio Copé de Bronce en XIII Bienal de Poesía “Premio Copé Internacional 2007”, Le fue conferido el Segundo Premio Regional de Cultura del Instituto Nacional de Cultura del Cusco (2007). Ha publicado La boda del dios harapiento (1981), Cuervos en Sodoma y Gomorra (1983), Ad libitum (1995), Contra los malos presagios (1995), Avatar (1996) Rostros del sueño (2005), Nada(2007), Bajas pasiones para un otoño azul (2008), Cronología del equilibrio (2008). Trabajó en la Sub Gerencia de Cultura de la Municipalidad Provincial de Arequipa como Artista II. Fundador de la revista Eclosión que realizó gran actividad cultural en la década del 80 dentro del ámbito surperuano. Fue Diputado del Parlamento Mundial para Seguridad y Paz (1994). Como periodista está comprometido con la defensa de la ecología y al estudio del folclor. Actualmente es Presidente del Sindicato Centro Federado de Periodistas del Perú.

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ÚLTIMA FOTO QUE NOS TOMÁRAMOS JUNTOS EN LA FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO EN LIMA -  EN EL MES DE JULIO DEL AÑO PASADO

(JULIO 2014)

                         WILLIAM GONZÁLES PÉREZ    /     LUZGARDO MEDINA EGOAVIL


25/1/15

FALLECE EL POETA LUZGARDO MEDINA EGOAVIL - 25 DE ENERO 2015

 - Me acabo de enterar del terrible fallecimiento de un paro cardíaco de una gran poeta Luzgardo Medina Egoavil (Arequipa) Un gran poeta y amigo que tuve nuevamente la oportunidad de encontrarnos en la última feria internacional de libro y para ver la presentación y entrega de ls libros del último premio Copé en poesía que tuviera a bien ganar Premio Internacional Copé de Bronce de Poesía 2013, luego de unos saludos y me firmara el libro que compre salimos rumbo al centro de libro a realizar una gran la celebración ya que no era el único amigo que recibía el premio copé si no tabíen lo hacía con el Oro el amigo Leoncio Luque... de la feria salimos en taxi al Bar Queirolo del centro de Lima, junto al poeta tambíen Johnny Barbieri y otros amigos que fueron llegando luego conversamos de todo de sus libros del libro que tuvo el premio la forma en que lo realizo nos contó muchas anécdotas e historias en el lugar donde vivía fue genial luego pasamos a otro bar por el Jr.Caylloma y seguimos conversando y compartiendo hasta muy tarde siempre en el mismo lazo de querer programar y realizar eventos coordinados. Una gran lástima saber que hoy se ha marchado dejándonos todavía ese hilo de poemas que continuaba escribiendo, esperemos que se le de los reconocimientos en su lugar de vida como se lo merece,.... HASTA PRONTO LUZGARDO...HASTA SIEMPRE...
WILLAM GONZALES PEREZ
Foto -: PRESENTACIÓN DE LOS LIBROS GANADORES COPÉ -2013 (PRESENTADOS EL 2014)
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NOSTALGIA DE UN MÚSICO



a: Marco Gallegos
eterno peregrino
que lleva consigo
una lámpara azul.

Casi siempre el amor es efímero. Así solía decir su madre cada vez que retornaba del olvido, mientras él curaba sus manos que yacían manchadas de un siglo ya desvanecido.

No sabía si tratarlo con su voz anglosajona o con toda la extensión que merece un gentilhombre. Sólo susurraba por las noches y más de una vez se quitó los ojos inefables para morder, a hurtadillas, las entrañas de la muerte.

Hijo, la parca te visitará cualquier día del verano. Así le decía su madre, una y otra vez, con su lengua desorbitada.

Inexplicable y agriculce la tarde extendía sus ropas en la entrada de los burdeles donde, puntual, las niñas aún suelen escribir dogmas de amor.

La música, únicamente la música, le daba su olor inusitado y con ella visitaba los veintiocho vértices del hastío.

Detrás de una partitura aprendió a ocultar su volátil arma de fuego o el dolor de bestia enjaulada que llevaba dentro.

Diariamente lo visitan los ruidos más espesos bajo una lluvia desobediente. La yerba crece como un apátrida infame.



TESTAMENTO PARA UN SUEÑO VACÍO



Para ti [Tulipán]
último silencio
que mis labios
han de besar.

Quise, solamente,
Abrigarte con mi silencio
Y contarte que ayer
Las estrellas durmieron
Más de la cuenta.
Ahora tengo miedo a tu miedo.
Miedo a las verdes palomas
Que anidan más allá de las
/nubes
Frescamente dobladas.
Miedo a que ya no sueñes
Con mis sueños
Y a que tu soledad pierda
Su sentido de orientación.
Miedo a la herida
Que te la hice con mi beso.
Miedo al espejo
En el que ayer, por la tarde,
Pudiste mirar la belleza
De tus confidenciales ojeras.
Miedo a tu nombre que,
vertiginoso, sale por mi boca,
Mientras duermes meditando
En que pronto las orquídeas
Morirán de pena y de esmog
Y de poca fe y de insomnio
Y de un exacto adiós.
Quiero ser yo mismo
Sin tocar el aire que te toca.
Amarte sin retórica
Como los recién nacidos,
Tocar la envoltura
De tu pensamiento coagulado.
Vaya que sí soy un pobre
/caballo
No sirviéndome para nada
Los cuchillos del vacío.
En síntesis, quise compartir
Mi amnesia a la llegada del
/sol,
Mi olvido a la llegada del
/tiempo,
Mi impotencia a la llegada del
/cielo,
Mi muerte a la llegada del
/sueño.
Te he manchado con una cierta,
Dulcísima, tristeza. Eso es cursi.
Por el contrario me diste de
/comer
Una infinitud hueca, llovida
/hasta
La lujuria. Eso sí es
/demencial.
Me has dejado parado y sin mi
/sombra,
Te vas húmeda de nieve por el
Camino inacabado del todavía.
Me dejas, estrictamente,
/jugando
Con la asfixia en el alma. Ya
/no
Poblaremos en ninguna
/madrugada
Ni calmaremos nuestra sed
En la sed de la fascinación.
Yo no sé si el sol pueda
/encontrar
Otro cielo más azul, pero yo
/no podré
Darte mi sintaxis al rojo
/vivo. ¿Vivo?
Siento que estoy ciego y he
/dejado
De percibir el modelo de mi
/vejez.
Toda mi piel huele a piedras
/frágiles,
A pétalos prohibidos y al
/traje de nadie.
Quise, solamente, crear
/un novísimo
Alfabeto para tu lengua que
/repite
Las palabras descalzas. Y,
/ahora,
En este instante, quisiera
/llorar todo un siglo
En el último rincón del
/cementerio
O en esta mañana despoblada
/de minutos.





JUDÍO EXTRAVIADO


No se sabe dónde perdió su voz, pueda que en un maremoto, al pie de un monumento, en una tienda donde solamente venden café o en la jaula de un circo. ¿Dónde queda la calle Estéril y dónde la avenida Tiempo? Seguirá preguntando hasta el último segundo de su existencia, pidiendo un poco de cruz para curar su noche más vulgar.

No se sabe por dónde sale el sol con sus gruesos labios ni en qué lugar los escualos enterraron a la luna, sólo sabe dibujar árboles blancos y, casi, mansos. ¿Sabe, acaso, que la historia es un mapa lleno de estigmas? No, él sabe que detrás de su rostro hay otro rostro, detrás de su cuerpo hay un poema que se yergue al azar.

¿Perdió la memoria de tanto amar? Sin rencor en la mirada va de un lugar a otro, mojado de un rosado licor, más tierno que el silencio, hinchado como esa flor vieja arrojada del huerto santo.

Se siente humano, insoportablemente humano, magnífico humano lleno de luz en las axilas. Ahí va, nadie lo sospecha que su nombre proviene de un linaje vertiginoso.