1/7/08

Jack Flores


CUENTO:
SUICIDA

No tenía una razón para vivir, tampoco una para morir, y,
asustado, se pasó el resto de su vida tratando de encontrar una de estas.


EL MONO

Érase una mujer que conoció a un hombre muy guapo.
Le puso corbata y saco y lo llevó a pasear del brazo
(el hombre, ¡feliz!, se sentía mono).
Otro día, la mujer lo llevó a un salón de baile
y el hombre guapo, al escuchar la música, se puso
a bailar dando repetidos saltos (realmente bailaba como mono).
A la siguiente salida, la mujer lo llevo a comer
a un lujoso restaurante; le puso bebidas y platillos
deliciosos, postres y frutas de distintas regiones;
pero, ¡oh!, desilusión; el hombre guapo solo comía plátanos
(tenía, indudablemente, gustos de mono).
Sucedió, entonces, que al hombre guapo le
empezaron a salir pelos; pelos en las manos, en
el rostro, en el pecho, por todo el cuerpo pelos. Y
como el hombre ya no era muy guapo
–se dice incluso que le empezó a crecer una peluda cola
-, la mujer compró una jaula y lo encerró…y se
entretenía dándole de comer plátanos.
Desde entonces, ya nunca más se volvió a ver pasear por
las calles a la mujer y al hombre guapo.

De: La Casa de Arguedas
Lima 2008

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