29/12/08

SOBRE “LA COMBI DE TITO” DE MARIO VILLACORTA Por: Fernando Carrasco Núñez

Adentrarnos en la lectura de la novela La combi de Tito de Mario Villacorta Barbarán (Lima, 1976) es como subirnos a uno de esos escurridizos colectivos que han tomado por asalto las carreteras de nuestra ciudad para emprender un paseo muy ligero por los abruptos vericuetos de las pasiones humanas y, en particular, por los recovecos de las taras de nuestra Lima moderna. Tal vez sea esto el principal acierto de la novela, pues el narrador se centra en describir diferentes circunstancias donde los personajes protagónicos interactúan movidos principalmente por sus sueños, deseos o ambiciones dentro de una urbe limeña marcada por la violencia, la injusticia y el racismo que se configura sólo a partir del accionar de los personajes y las opiniones recurrentes y triviales del narrador homodiegético, pues éste deja de lado las descripciones que bien podrían haber resaltado el espíritu decadente, casi naturalista, que se percibe en el material narrativo. No obstante, como hemos señalado, los personajes irrumpen signados por sus pasiones que los arrastrarán hacia desenlaces frustrantes o nefastos. Es el caso de Tito Herrera, hombre quincuagenario, quien al enterarse de que ha sido despedido de su centro de labor comienza una verdadera odisea en su afán de continuar con el sostenimiento de su familia. Pero Tito Herrera es un hombre perseguido por la desgracia. Tiene una familia que no comprende ni comparte sus preocupaciones. Es traicionado por su mujer y su mejor amigo. Luego será utilizado y abandonado por su amante para finalmente descubrir que ha sido estafado, acto que lo empujará a su aciago final. Otro personaje de nivel protagónico es Sofi, la única hija de Tito Herrera. Ella es una adolescente melindrosa y presumida, una “pituca de barrio”, como la denomina el pícaro narrador testigo, a quien poco o nada le importan las vicisitudes de su padre. Y ha formado una suerte de alianza con su madre, consentidora y superficial, para tratar de imponer sus caprichos femeninos en cada ocasión. Sofi está preparándose en una academia preuniversitaria que no se condice con la posición social de su familia. Allí conoce a Mauricio, un muchachito descocado y frívolo, de familia acaudalada, con quien Sofi comienza un romance impulsada también por su avidez de cazar un buen partido. No obstante, como casi todos los personajes de la novela ella también terminará marcada por el desengaño. Cabe resaltar la manera acertada como el autor logra mostrarnos el mundo inquieto y lúdico de sus personajes más jóvenes, quienes comienzan a descubrir nuevos aspectos de su ser y de la vida como el amor, el sexo, el racismo y las drogas. A Tito Herrera acompañan otros personajes de su entorno. Aparece el chino Po, el típico propietario risueño del chifa de la esquina. El gringo Wálter, hijo de buena familia, pero venido a menos por su afición a la cocaína. Está también el gordo Pepe, el maleante avezado, pero bonachón y generoso con los amigos. Aparece Sulay, la mujer despampanante, codiciosa y de vida libertina. Como podemos percibir son personajes arquetípicos de nuestra variopinta Lima, pero que en la novela no siempre alcanzan rasgos más íntimos e intensos, con vida propia, sino que se mantienen algo acartonados al papel que les ha tocado desempeñar en el libro. Otro rasgo importante del plano de la historia que podemos resaltar es la presencia de cierta dosis de humor. En más de una ocasión, de manera interesante, el autor recurre a situaciones propias de las comedias de enredo con la finalidad de dosificar un tanto la tensión dramática en la historia. El mismo papel cumplen las expresiones mordaces del narrador testigo, que en cierta medida pudieron haberse regulado y consideramos que debieron obviarse aquellos comentarios del mismo narrador que hacen que el libro caiga en cierto fatigoso didacticismo. Pero no se piense que en la novela de Villacorta sus personajes sólo muestran rasgos negativos, pues también muestran otros aspectos de la condición humana como la solidaridad entre amigos o la ética profesional.

En cuanto al aspecto estructural la novela está dividida en once capítulos que muestran un orden secuencial. Aunque la mayoría de capítulos se centra en la historia de Tito Herrera hay algunos que muestran las vivencias de Sofi, así ambos planos aparecen presentados a manera de vasos comunicantes que van dando forma a la novela en su totalidad. Tal vez el rasgo estructural más saltante sea la presencia recurrente de los diálogos. Las escenas donde éstos se perciben más fluidos y naturales son aquéllas donde conversan sus personajes juveniles. Como ya hemos mencionado el autor ha optado por un narrador homodiegético, es decir, el narrador es un personaje más que forma parte del mundo representado que, inclusive, cumple un rol importante en los hechos descritos como aquél capítulo que le confiere el elemento sorpresa a la novela. Es a través de su lenguaje sencillo y directo, con algunos giros lingüísticos populares, que las casi doscientas páginas de la novela fluyen con facilidad y ligereza, pues el libro no muestra mayores ambiciones en el plano del discurso. En este sentido la novela de Mario Villacorta está más en sintonía con las novelas peruanas que proliferaron en la década del noventa como Al final de la calle de Óscar Malca o No se lo digas a nadie de Jaime Bayly. Había que agregar que para otras ediciones se debe corregir algunos deslices de orden gramatical y ajustar algunos acontecimientos de la historia que le restan verosimilitud y por ende poder de persuasión a la novela en su totalidad.

A pesar de los reparos señalados consideramos que La combi de Tito es una novela que logra su cometido de contarnos una historia entretenida que desentraña ciertas pasiones humanas y termina conmoviéndonos con la crudeza de su narración. En tal sentido, Mario Villacorta aparece como una figura promisoria con una primera novela que ha comenzado a rodar por el panorama narrativo de nuestra literatura última.

Por Fernando Carrasco Núñez

20/12/08

Cometa de Papel Revista de Poemas y Narraciones Breves

Acaba de llegar desde la Ciudad de Tacna "Cometa de Papel", Revista de Poemas y Narraciones Breves en su edición Número 58, bajo la Dirección de Luis Alberto Calderón, poeta y Presidente de Aplij, filial Tacna.

La revista reúne a una buena cantidad de poetas Nacionales e Internacionales, entre ellos de los países de Brasil, Chile, Cuba y más.

Tuve la oportunidad de conocer a Luis Alberto en el encuentro que realizó la casa del Poeta Peruano en la Univesidad del Callao, en el mes de octubre. Hoy recibo con agrado, además de la revista, plaquetas suyas, también la edición N° 296 de la Tortuga Ecuestre que contiene nueve poemas más de su autoría. Uno de los poemas es el que acontinuación titula.


ÉPOCAS DE COSECHA


Hay dulce música

Comparsa en quenas

Bombos y charangos

En el alma de estas chozas.

Casas andinas

Que han amanecido de fiesta.

El pueblo

También tiene derecho

A bailar en época de cosecha

Y de puro contento

Se van todos

A bailar a la plaza.

Saludos desde Lima por esta nueva edición de la revista y te agradezco por incluir un poema mío en ella. Saludos. William Gonzales P.

http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=1723572803138104614


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Sombras de Dolor

Hay sombras de maldades, que nublan la tierra
Sombras producidas por el hombre, humos de muerte
Que arrasan con los pueblos indefensos.

La tierra en Palestina se tiñe de muerte
Bombas de racimo llueven sobre GAZA
Niños y hombres, agonizan, sin pies, sin manos.

Brigadas de cadáveres, invaden el planeta
Al este de Gaza, mientras los buitres al Alba
Cuentan silenciosos sus ganancias de muertes
Buitres imperialistas, Genocidas de mierda

¿Qué es la humanidad para ellos?
¡Civilización! ¿De que Civilización se habla?
Muerte, dolor, destrucción, odio… Llanto,
¡Por Dios…Paremos ya está matanza!

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Hermanos Poetas del Perú y del Mundo unámonos ante el dolor de nuestros hermanos Palestinos. GAZA no puede seguir al asecho de los ASESINOS, CARNICEROS Imperialistas que fabrican sus armamentos e inventan Guerras para la comercialización de ellas.

“NO tiene la culpa, el soldado que aprieta el gatillo o lanza una bomba, La culpa es de señores, los Potentados, los fabricantes de armas de destrucción masivas, si de ellos los que quieren exterminar al mundo y sus humildes habitantes”

Julio Solorzano

enero 2009

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CLASE DE POESÍA, CD. de Luis Yáñez


VIDA PERPETUA


Homenaje a Juan Ramírez Ruiz

CLASE DE POESÍA, CD. de Luis Yáñez



Revista de cultura Arteidea Nº 12



Invitados: Armando Arteaga – Julio Nelson – Juan Cristóbal – Juan Carlos Lázaro - Dalmacia Ruiz Rosas - Nivardo Córdova - Bernardo Álvarez – Gonzalo Espino - Willy Gómez - Piero Bustos – Margot Palomino - Hermanos Collazos

Brindis de solidaridad

Martes 23 – 7 pm. Auditorio César Vallejo – Feria de Libros de Quilca

ENTRADA LIBRE

18/12/08

Jimmy Marroquín Lazo- Antropología de la Espuma

Lugares Comunes


I

Ausente,
lejos de ti
y tu errático esternón,
la vida,
airosa,
exhibe
su enfático
muñón de oro.

II

Cuanto toco es
solidez de humo;

rotunda verdad
de espuma y

plausible
humo;

ominosa,
magnánima,

evidencia
de espuma

e impetuoso
humo.


Hipocampo editores,diciembre 2008

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Ya es Navidad - ska pe

(Y la música como siempre esta presente también en sus variadas formas e interpretaciones, y esta va dedicado a la Navidad-y nos habla de un Jesús Revolucionario.)





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Poesía

(Poesía de reflexión y amor, del poeta Antonio para esta navidad )


Señor:

Quisiera

Armar en estos

Días

Un árbol dentro de mí

Corazón

Y colgar en lugar de regalos

Los nombres

De todos mis amigos. Los de cerca

Y los de lejos. Los de siempre y los de

Ahora.

Los que veo cada día, y los que raramente
Encuentro.

Los de siempre recordados, y los que a veces se me

Olvidan.

Los constantes y los inconstantes, Los de las horas

Difíciles, y los de las horas alegres. A los que sin querer

Herí, sin querer me hirieron. Aquellos a quienes conozco

Profundamente, y aquellos a quienes conozco penas por sus

Apariencias.

Los que me deben y a quienes debo mucho. Mis amigos humildes

Y mis amigos importantes. Los nombro a todos y a los que pasaron

Por mi vida.

Un árbol de raíces profundas para que sus nombres nunca sean arrancados

De mi corazón y que al florecer el año próximo traiga esperanza, amor y paz,

Y en Navidad Señor, nos podamos encontrar para compartir uvas de

Esperanza.

Poniendo un poco

De felicidad en aquellos

Que todo lo han perdido.

FELIZ NAVIDAD

Y

PROSPERO AÑO 2009


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Poesía

Vi un ave blanca posarse sobre la copa de un árbol frondoso
Dicen que ya no hay aves blancas
Tampoco copas de árboles frondosos
Pero yo vi un ave blanca posarse sobre la copa de un árbol frondoso
Aunque quise saber el nombre de esa ave blanca
Jamás la encontré en alguna enciclopedia
Ni biólogo alguno supo responder
Sobre esta copa de árbol frondoso

Los cristianos hacen del ave blanca su espíritu santo
Quizá ellos puedan reconocerla
Era de cabeza blanca con pico amarillo intenso
de cresta pequeña de un sol tras el mar
Sus patas amarillas con garras duras
Su vuelo rítmico lento en actitud de descanso
Giró una y otra vez sobre la copa del árbol frondoso
Posó una y otra vez sobre la copa del árbol frondoso
Sin despedida de ave a hombre levantó vuelo final
Se alejó dibujando la tarde en el cielo
Nunca más la volví a ver
Dime hermano cristiano
si así es la ave del cual ustedes hacen su dios

De la copa del árbol frondoso hablan los poetas
Bajo ella hacen su refugio al amor
con la dignísima amada al aire libre
Amar al aire libre y natural
resulta poético en demasía
Era la copa de figura geométrica
con arista puntiaguda mirando al cielo
de color verde pulmón de la humanidad
Sus flores de mirada azul en actitud soberbia
destilando perfume bacanal en deidades
Y ese tronco con escamas de variedad geométrica
en escala orgásmica infinitesimal
La noche nos despidió también
Luego jamás la volví encontrar en ese bosque normal
Dime forjado poeta
Si es así la copa del árbol frondoso del cuál ustedes hacen poesía

De: Niko Velita Palacin

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Poesía

(Poesía dedicado al sufrido pueblo de Irak especialmente a los niños)


NIÑITO IRAKI


Yo vi a un niñito en Irak,
era hermoso y radiante,
pero no tenía piernas,
también le faltaban sus brazos.
Si los ángeles con sus grandes
y hermosas alas se van al espacio sideral,
tú, niñito irakí,
sin la mitad de tu cuerpo,
¿por qué quieres quedarte en este lugar?
Si ellos hablan del reino celestial,
y del gran eje del mal,
tú, niñito irakí,
cuéntales de Alibabá y los 40 ladrones,
y de un endiablado genocida
que con los ejércitos
más poderosos de la tierra
saquearon Bagdad.

O también que te robaron
la lámpara de Aladino,
arrasando pueblos enteros
so pretexto de armas bioquímicas
y grandes morteros.

Pero tú, niñito irakí,
con tu mirada dulce y tierna
que pide a gritos justicia y paz,
tus ojitos hablarán por ti,
aunque no digan todo lo que siente.

Pero tampoco dijiste nada
cuando volaron tus piernas
o cuando amputaron tus brazos.

Es que tú, niñito irakí,
eres tímido
y muy reservado,
pero yo
sí te he visto alegre y feliz,
aunque hayas perdido
a más de la mitad de tu cuerpo.

Gracias a ti,
niñito irakí,
sé que hay
un muñeco malo,
que le gusta jugar a la guerra
matando niños, ancianos y mujeres.
Que le gusta apretar botones
para que salgan cohetes
vomitando fuego
y maten gente,
no importando raza, religión,
templos, cultura,
costumbres: nada.

Sólo quieren el maldito
oro negro
que es de tu jardín
y que también pronto se les acabará
y vendrán aquí a mi América morena
con su TLC
a robarse el agua, la selva y ese oro negro
que es de nuestra verde pradera.
Qué grande eres, niñito irakí.
En esos brazos
que perdiste se van mis ilusiones.
En esas piernas que te volaron
se va mi llanto lleno de esperanzas.

Pero en esos ojitos tristes,
te llevaste mi corazón partido.

del poeta Jimmy Calla Colana

9/12/08

Profeta Navegante De Exitado Corazón- William Gonzales Pérez


I

Modelador de sueños
profeta navegante
con excitado corazón
espejo brillante de tu voz
bailemos al compás del latido
exquisita imagen de estrella
haces brotar encendida
energía de mis ojos.


II

En la altura suelo hallar
frío de rosas empotradas
sin lamento junto al viento
que avanza como espada
y la sola luna
enciende el camino del ayer.


III

Sugestiva mirada
danzante de amores al viento
montaña cercana que exclaman
que vuelvan a ti
entender la libertad
en tanta primavera encarcelada.


IV

Una sombra
no cualquier sombra
encanto que trae tu nombre
fantasma melodía
por ti camina la ciudad
interminable


V

Encontrar tus labios
color acero amor
¿Sueño o grito de muerte?


VI

Gentilmente esperanza
inquieto lecho
discretos besos de furia.


VII

La risa
percibo el anuncio
de tu mirada en un instante
de confesión por ti.


VIII

Y pensar que hoy como mañana
nuestro destino
no será olvidado como lo fue ayer.
¿Lo recuerdas?


De: William Gonzales Pérez
(Del Libro:Enredado en la Penumbra de lo Incierto)

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- Rosa Cuchillo[i]: una visión mítica de la guerra

Óscar Colchado cuenta en esta novela la historia de tres personajes que se unen por las circunstancias de la guerra: 1) la historia de Rosa Cuchillo, madre de Liborio, se desarrolla en primera persona; 2) la de Liborio, senderista, en segunda persona; y 3) la de Mariano Ochante, rondero, también en primera persona. Estos tres personajes, de extracción campesina, mueren como consecuencia de los enfrentamientos entre las fuerzas del Estado y la subversión.

Novela dantesca

Para contarnos su historia, Colchado hace uso de su conocimiento acerca de las deidades andinas y sus lecturas sobre el mundo grecolatino. Así logra construir detalladamente a su personaje Rosa Cuchillo, quien —así inicia Colchado su novela— realiza un viaje al mundo de los muertos, como Dante, el personaje, en la Divina Comedia, con la diferencia de que Rosa lo hace de muerta. Ella también hace su viaje bajo la protección de su perro Wayra, “Un perrito negro, con manchas blancas alrededor de su vista, como anteojos…” (11). Este, como Virgilio, es el que guía a Rosa en el desconocido mundo de los muertos. Ella no (re)conoce ese mundo; en cambio, Wayra sí. Sabe de los peligros y de cómo evitarlos. “Bien abrazada a Warya, que braceaba dificultosamente, puede llegar por fin a la otra orilla…” (14). Es un conocedor del nuevo espacio en que se desenvuelve Rosa. Su función es explicarle todo lo concerniente a esa nueva situación. Cuando una de las almas en pena intenta acercársele, Wayra se pone al frente. “Sin duda, quiere apoderarse de ti para salvarse; pero no temas, lo disuadiré” (14). Debe defenderla ante los peligros para que llegue a la morada de las deidades, de la cual ella será parte.

Al igual que en la obra de Dante, los castigos a los pecadores se diversifica según su intensidad. Estos se encuentran en el Ukhu Pacha, comparable al infierno de la Divina. “No es igual para todos, mamita, se abre distinto para cada quien. Yo estuve en un lugar donde había que sentarse en piedras calientes. Después pasé a la casa de las tinieblas. Otro tiempo permanecí entre cuchillo y objetos cortantes. También estuve en la casa del hielo. Siempre vigilado por los demonios de las enfermedades” (66). También encontramos el Paraíso, siguiendo la comparación con la Divina, o sea, el Janaq Pacha, donde permanecen las almas purificadas, “allí donde están guiñando las estrellas” (12). Ahí se dirige Rosa Cuchillo.

Carácter mítico de la guerra

La guerra que se libra contra el Estado es un intento de cambiar la organización de la sociedad. La subversión entra en lucha por “buscar justicia para los pobres” (90). Sin embargo, Liborio —hijo de Rosa, la diosa en cuerpo de mortal, y de Pedro Orco, dios andino —, que se hace subversivo, cuestiona los planteamientos de Sendero Luminoso. El poder, según Liborio, debe permanecer en la gente de las comunidades y no en los de la de la ciudad. Rememora el pasado para ensalzar a los grupos prehispánicas y su descendencia. Él mismo es consciente de su ascendencia divina. “¡Padre jirka! ¡Taita! Hijo de Pedro Orcco soy pues” (169). Su madre, quien ha rechazado repetidas veces a los hombres, al ser asediada por el dios, que se presenta majestuoso, se entrega a él. “Al ver su barba rubia, su cabello largo hasta los hombros. Ya no dudé que quien me estaba ordenando era el taita Pedro Orcco, el dios de la montaña que daba protección a nuestro pueblo” (42). Su madre, Rosa Cuchillo, a su vez, no es una mortal cualquiera, sino es una diosa que ha bajado a la tierra y vivió junto a Wayra, en realidad el Dios del Viento, porque deseaba saber de las sensaciones humanas. La diosa Cavillaca –Rosa Cuchillo - en su forma humana procrea a Liborio. “Cuando habitábamos la mansión divina, tú, yo y otras deidades más, le pedimos al Gran Gápaj volver una temporada a vivir no como dioses, sino como simples mortales, que queríamos tener esa experiencia” (244). La actitud de reordenar el mundo toma un carácter divino, puesto que el personaje principal, Liborio, es una deidad. Tiene la suficiente autoridad para construir un mundo diferente frente al caos en que vivimos. Cuando le dan muerte en uno de los enfrentamientos, las deidades lo regresan. “Estoy volviendo a la tierra… me envía el Padre a ordenar el mundo… es necesario voltear el mundo al revés” (273). Nada en el mundo está bien, incluso la subversión no se ha planteado bien, por lo tanto, todo debe cambiar.

Liborio, aun en vida, ya cuestiona la ideología de los subversivos. No está de acuerdo con ellos. Coincide en algunas cuestiones, pero encuentra vacíos en sus postulados. Está convencido de que “la revolución tendría que ser propia, de los naturales” (257), sin el apoyo de los “senderistas mistis” (167), para ello es necesario encontrar un fundamento teórico que lo explique. En esa discusión constante entre él y los integrantes de la columna de Sendero Luminoso, a la cual pertenece, logra ganarse la confianza de algunos, incluso a uno de los mandos, la camarada Angicha, a quien se une sentimentalmente, aunque al inicio, “también el pensamiento de ella era de misti” (170). Ella “había encontrado la reseña de una crónica del amauta indio Guamán Poma… Él también, como Marx, hablaba de cinco edades que había pasado la humanidad…en las que cada cierto tiempo, que duraba quinientos o mil años, se producirá un pachacuti para borrar todo vestigio de corrupción, de degradación moral, de maldad, dando lugar a una nueva época, de hombres limpios, puros…” (257). Liborio se considera un pachacuti. Los dioses le dan la razón a Liborio: no están de acuerdo con la guerra que desarrollan los subversivos, por eso envían señales de desaprobación que va calando en la mente de algunos, con quienes él intentará hacer su propia revolución. “Antolino Páucar y Mallga estaban de acuerdo contigo en que los dioses estaban furiosos... Clarito vieron en un resplandor que duró unos instantes, alzarse sobre un nevado difuminándose hacia el cielo, el espantoso rostro del tamaño de una montaña, de un hombre terrible, siniestro, que alargó sus tentáculos hacia el techo bajo el que se refugiaban, dejándolo convertido en un montón de cenizas, humeante” (169).

Presencia de Sendero Luminoso

El grupo que declara la guerra al Estado es Sendero Luminoso, que capta en sus filas a Liborio. La definición del grupo armado se diversifica: terroristas, subversivos o guerrilleros, dependiendo de quienes la usan. Para una madre que ha visto partir a su hijo a la guerra será: “Terruco te has vuelto, hijo” (90). Para el hijo que se involucró con el grupo armado: “Terruco no, mamita, guerrillero” (90). Para el rondero: “desde que me balearon los senderos… los terrucos” (52). Para los sinchis, policía militar, “De terroristas nos acusaban a todos… ¡Habla terruco de mierda!” (182). Cualquier comunero es sospechoso de senderista para estos últimos.

En la novela se presenta algunos personajes reales de Sendero que han sido muy bien colocados dentro de la estructura de la obra para completar la construcción de los personajes principales y la historia narrada. Mezziche, uno de los mandos históricos de Sendero en su etapa inicial, aparece en la novela. Su presencia causa desconcierto en la comunidad. “Lo que más sorpresa nos causó a los comuneros fue que… un gringo llamado Mezziche, se volviera más campesino…. De este hombre decían que era doctor… En Lima tenía a su papá y hermanos que eran, como él, doctores… que una vez vinieron a Andahuaylas a llevárselo a Lima, mas él se opuso… Se casó con una muchacha pobre, campesina… estos hombres estarán locos decíamos nosotros” (71). Otro hecho, que se lee en Rosa Cuchillo, es la presencia de la senderista Edith Lagos, otro mando histórico de Sendero, y el increíble rescate, de la cárcel, que hiciera Sendero, también parte de lo real de la guerra interna. “El Partido determinó que se tomara a sangre y fuego la cárcel de Ayacucho para dar libertad a sus militantes… como era el caso de Angicha, Edith (Lagos)...” (90). Y cuando ella muere también se da un hecho no menos interesante, que consta en la historia de la guerra. “Feliz la camarada Edith que fue acompañada en su entierro por cerca de diez mil personas en Ayacucho” (174). Además encontramos, en el libro, la presencia de Abimael Guzmán, “Gordo, de lentes, de mediana estatura, luciendo barba abundante, apareció ante todos los delegados el Presidente Gonzalo” (246), dirigiendo un Congreso, donde también se convoca a Liborio, ya mando. Ahí se desilusiona aún más de cómo se encausa la guerra. Luego de esa reunión, él mismo dirigirá una columna para concretar sus planteamientos. En ese acto temerario pierde la vida.

Divide y reinarás

La presencia de los pueblos en la guerra no es uniforme. Hay comunidades que apoyan casi incondicionalmente al grupo armado o al Estado. La subversión, en su accionar, genera resentimientos en Ochante, quien no duda en apoyar a los sinchis contra las columnas subversivas, aunque después de ser herido no recibe el apoyo de sus nuevos amigos. “Si me ven los cachacos así como estoy con esta herida, son capaces de decirme que seguro soy terruco, que he ido a hacer acciones en la noche y allí me han herido… con esa acusación hasta me pueden hacer desaparecer” (54). A veces de propia iniciativa y, también, bajo amenaza de los representantes del Estado se van organizando los ronderos que se enfrentarán a los subversivos, que tiene en sus filas muchos comuneros. “Cerca de cien campesinos de las bases de apoyo de Víctor Fajardo acompañaban a los pelotones de alrededor de cuarenta combatientes” (196). La comunidad de Illaurocancha estaba siendo sitiada. “Vengaremos la muerte de nuestros compañeros caídos” (194). Luego de lograr el objetivo son interceptados por “los marinos al frente de doscientos ronderos” (203). Cuando ya casi huían derrotados estos, les llegan refuerzos. “Por los cerros aparecen los policías del puesto de Ocros con más civiles reclutados para enfrentarlos” (206). El resultado es una masacre entre campesinos que deben pelear con honda, cuchillo y hacha a falta de municiones.

[i] COLCHADO, Óscar. Rosa Cuchillo. Editorial San Marcos. Lima. 2007.


Velita Palacín Niko (diciembre 2008)

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AGUSTIROCK 2008-13 DE DICIEMBRE‏







LA Sonora del Amparo Prodigioso



EL AGUSTIROCK



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>CARAS DE LA CULTURA (2005- DIC-2008)

HOY miercoles Celebramos el
III ANIVERSARIO de nuestro programa
por canal jn19 y
www.jn19tv.com
a las 9.00 pm.

Con la asistencia de amigos e integrantes del quehacer cultural, esta noche el programa
CARAS DE LA CULTURA, celebra su III ANIVERSARIO.

Poesía, musica y danza se dan de la mano en una noche para recordar...

así tambien en este programa rendiremos homenaje a la Virgen de Guadalupe.

y este domingo a las 10 am. tambien podra verlo a traves de cable magico 57

Comunicaciones a : carasdelacultura@yahoo.es

5/12/08

El poeta de los sueños juveniles Enrique Verástegui

Con su cabeza de coliflor y sus enormes anteojos, el poeta Enrique Verástegui sigue en la poesía que es su vida misma. Incansable, trabaja duro y tiene varios libros que esperan en la puerta del horno de varias editoriales. Está muy contento por ello, pero más contento aún porque vive al lado de su inmenso amor: su madre, doña Romelia.

Hay gente que aún cree que el poeta Enrique Verástegui sigue viviendo en Cañete. Ocurre que su viaje, en 1985, ha sido más publicitado que su regreso, en 2001. Es que fue un retorno repentino y sin avisos. “Volví porque mamá quiso venirse a Lima”, dice pausadamente, así como hablan los poetas. “Me había ido porque sentía que ya no me gustaba el ruido de Lima”, agrega. Porque escribe demasiado, Verástegui habla muy poco. Es parco.

Sin embargo, curiosamente, en esta mañana un tanto fría, el poeta quiere hablar y el silencio de la sala se oculta. Unas botellas de ‘Pisco Verástegui’ inquietan la sed, pero son sólo de exhibición (del negocio de su hermana). Una ‘Pentium IV’ reposa a un costado. Es una mañana apacible en La Molina. El ruido se ha quedado en el centro de la ciudad. A lo lejos, el silbato de un heladero resucita una y otra vez.

“Extraño las noches de luna llena y el cielo estrellado de Cañete”, dice. Luego calla, quizá porque recuerda que su casa ha sido destruida por el terremoto del 15 de agosto del 2007 o porque quizá oye en silencio el auxilio de tanta gente.

A pocos metros, desde una silla, doña Romelia, su madre, de 93 años de edad, nos mira de reojo y continúa con el buril dándole forma de ángel a un trozo de madera. Fotografías en blanco y negro hablan en las paredes. En el centro de la sala, rodeado por los muebles, en una mesita-mostrador se exhiben algunos ejemplares de la vasta obra del poeta: Los cuatro textos que conforman su libro Ética: Monte de goce, Taki Onqoy, Ángelus Novus, Albus; el muy celebrado En los extramuros del mundo (un ejemplar de la primera edición: Lima: Milla Batres, 1972); Praxis, asalto y destrucción del infierno (1980); y unas pruebas de un libro nuevo:El análisis de la Poesía.
–¿Y este libro?

– pregunto.

–Es un texto de ensayos que trabajé con el editor Casimiro Ramírez de “Bracamoros” y, si todo sale bien, la Biblioteca Nacional del Perú lo publicará pronto.

Más que una madre
Doña Romelia sigue en lo suyo, y al verla trabajar así, con tanto esmero y pasión en su escultura, a uno le dan ganas de seguir el camino de ese arte. Doña Romelia es un motivo fundamental en la vida del poeta y no sólo porque es su madre sino porque doña Romelia es su amiga. Madre e hijo, doña Romelia y Enrique Verástegui dan ejemplo de cómo cultivar el cariño.

–¿No cree que estamos perturbando a doña Romelia?

– pregunto.–No. Ella está muy bien así

– dice. Doña Romelia entonces nos mira de reojo y nos regala una sonrisa sublime.

–Me han contado que hace poco se ha presentado una nueva tesis sobre tu libro En los extramuros del mundo.

–Es verdad y fue en París. El profesor Erick Jasen en la Universidad La Sorbona obtuvo su máster con un trabajo sobre mi poesía y eso a uno lo pone contento.

Las cortinas de la sala están semiabiertas y ahora sale un esplendoroso sol, mientras mariposas danzarinas juegan con las flores y me distraen. Pero Verástegui está irreconocible. Quiere seguir hablando y yo lanzo otra pregunta.

–¿Qué pasó con su novelón de 800 páginas?

–Ah, El sueño de una primavera de occidente se la he obsequiado a la bella profesora argentina de griego y latín Alba Delia Fedeo. Ella labora en la Universidad de Mar del Plata. El editor Germán Rentería, de Rentería Editores, hizo la edición en Lima y sólo falta publicarla. Ya saldrá algún día.

–¿Supongo que tiene otros libros que esperan?

–Así parece. Me gustaría que salgan ya “Teoría de los cambios” que lo elabora la editorial Sol/Negro; Estudio: Eureka que lo trabaja la editorial Arte/Reda; y también “El saber de las rosas”, que es un libro que me gusta mucho pero no te cuento más porque me pueden robar la idea, como ha sucedido ya con otros libros.

–¿Con cuáles, por ejemplo?

-No. Hay que dejarlo ahí.

Un libro por día
Predestinado para la escritura, Enrique Verástegui nació en Cañete el 24 de abril de 1950. Se enamoró tempranamente de la poesía o ¿la poesía se enamoró de él? Nadie sabe. Fue un niño lector y muy católico (hasta ahora lo es). En aquellos tiempos de su primera comunión solía leer hasta caminando.

Cuando vivía en Cañete declaró para la revista “Caretas”: “A los cinco años de edad terminé Las mil y una noches y muchos otros libros, a los nueve años ya conocía toda la poesía peruana. Hoy, soy el mismo adolescente de siempre (…) Actualmente leo ‘tan sólo’ un libro por día”.

Hacia 1970, por sugerencia-orden de su padre, ingresó en San Marcos a estudiar Economía. Poco tiempo después, con su África Look y su cigarro, tocó la puerta de Hora Zero que un mes antes había sido fundado por los poetas Jorge Pimentel y Juan Ramírez Ruiz (fallecido hace poco) en el entonces Café Lux, cerca de la Plaza Francia de Lima.

–Yo me quedé en ese grupo hasta 1971. Siempre trataba de que los integrantes de Hora Zero no se peleasen tanto con los poetas de las generaciones anteriores. Ellos habían escrito un manifiesto parricida y lo leyeron, dicen, en el bar Palermo, donde también nació el grupo Narración– refiere. Hacia 1972, Milla Batres Editorial publicó su libro En los extramuros del mundo. Enamoradísimo de su musa la poeta Carmen Ollé, luego escribió tanto hasta convertirse en uno de los poetas más reconocidos en Latinoamérica. Cuando Verástegui escribe no cuenta las hojas que va llenando. Sus cuatro textos que conforman Ética, por ejemplo, suman 1,200 páginas.

Cuando transcurrían sus 26 años de edad, en medio de la dictadura de Francisco Morales Bermúdez, en 1976, ganó la prestigiosa Beca Guggenheim de Nueva York. Entonces, para escribir y estudiar, viaja a Barcelona, a Mahon, a las islas Baleares y a París.

–Vivía cerca de la Torre Eiffel y la veía todos los días– recuerda.

Vuelta al terruño
Al volver a Lima, se dedicó a la poesía y a la bohemia hasta que cierto día, para ordenar ciertas cosas de su vida, volvió a Cañete. Allí terminó Ángelus Novus y escribió El sueño de una primavera de occidente. Pasó 16 años en esa ciudad “hasta que volví porque mamá quiso venirse”.

–“Vivo con mamá porque es una de las mejores formas de vivir. Para mí, la familia es muy importante; por eso, agradezco tanto a Carmen Ollé y a Vanessa (mi hija) todas las cosas bellas que han hecho por mí”.

Ahora está de nuevo en Lima, en La Molina; esperando que sus libros salgan a la luz; estudiando todos los días desde las seis de la mañana; escribiendo y leyendo horas y horas; anhelando, como siempre, una computadora portátil multimedia para escribir sus nuevos libros que “ya están organizados en su mente”.

–No es nada cómodo escribir en ‘Pentium IV’. La portátil se parece más a un libro, a un cuaderno, y me facilitaría mi trabajo– dice.

Mientras espera su portátil, sigue trabajando como un adolescente en una búsqueda constante de lo nuevo, lo desconocido, que la cultura celta, que la física cuántica, que la nueva matemática del siglo 21, que la lógica, que la cibernética, que las nuevas tecnologías del siglo, que la mística. Dice que está dispuesto a dejar el sedentarismo que le asienta tan bien. Pero ya sabemos que no es verdad… Verástegui esperará ahí, como siempre, hasta que un amigo le toque la puerta.

(1) Doña Romelia, madre del vate, de 93 años de edad, es ahora su grata compañía.(2) Verástegui indica que nunca llegará el momento en que deje de escribir. “Creo que ni en sueños he pensado en abandonar mi oficio”, dice. Para él, la poesía es una forma de vida.(3) “Se piensa mejor junto a las plantas, mirarlas me concentra para hacer mejor poesía”, refiere Verástegui.

Paco Moreno

Redacción La Primera

2/12/08

Crean galardón dedicado a literatura escrita por mujeres

Narrativa. Apoyan nacimiento del Premio de Literatura Aura Estrada

Gabo dona edición de lujo

Crean galardón dedicado a literatura escrita por mujeres

Paul Auster, Umberto Eco y Salman Rushdie secundan iniciativa

[Guadalajara, Efe] El Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez donó una edición artesanal de sus memorias Vivir para contarla para la creación del premio literario Aura Estrada, en el que también colaboran Paul Auster, Umberto Eco y Salman Rushdie, informaron los responsables de la iniciativa.“Toda buena cosa hay que apoyarla”, dijo García Márquez al final de la rueda de prensa de presentación, durante la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, la mayor cita editorial del mundo hispano, con la participación de más de mil 600 editoriales de 40 países, que se celebra cada año en dicha ciudad mexicana.La edición, diseñada por el hijo del “Gabo”, Gonzalo, podría alcanzar un precio de 2,500 dólares en subasta, apuntó el impulsor del premio, Francisco Goldman, en memoria de cuya esposa, la ensayista mexicana Aura Estrada, fallecida en 2007, nació el galardón.García Márquez es uno de los escritores que apoya el nacimiento del Premio Internacional de Literatura Aura Estrada. Los estadounidenses Paul Auster y Don DeLillo, el italiano Umberto Eco y el anglo-indio Salman Rushdie son otros de los colaboradores.

Donaciones
Muchos de los autores internacionales convocados para apoyar esta iniciativa han entregado libros, como Rushdie, y otros han donado manuscritos o fragmentos de los mismos, como es el caso de Eco y DeLillo.Estrada falleció en 2007 tras un accidente en las playas del Pacífico, con lo que quedó trunca una prometedora vocación literaria, apuntó su viudo Goldman.
El premio contará en su primera edición con un jurado compuesto exclusivamente por las autoras mexicanas Mónica De la Torre y Cristina Rivera Garza.

Datos
Galardón se fallará en la FIL de Oaxaca, en noviembre de 2009.

Será bianual y estará dotado de 12,000 dólares.

Las candidatas deberán ser mujeres menores de 35 años.

Las ganadoras podrán alojarse en residencias para escritores en Estados Unidos e Italia.

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PRESENTACIÓN DE AMÓRFOR (SOL NEGRO EDITORES) DE SALOMÓN VALDERRAMA

VIERNES 5 DE DICIEMBRE - 5:00 P.M.

COMENTARIOS: VÍCTOR CORAL, JOSÉ PANCORVO Y DAVID ABANTO ARAGÓN

LUGAR: CENTRO CULTURAL TEATRO DE CÁMARA - PARQUE ÓVALO BOYAR 315, SAN ISIDRO (ALTURA CUADRA 28 DE LA AVENIDA AREQUIPA - ESPALDA DEL EX CINE ORRANTIA).

Música: Adrián Valderrama Lara

Brindis de Honor.

Sobre el autor: Salomón Valderrama (La Libertad , Chilia, 1979). Es autor de Facción de imperdido al arte (2005, inédito), Sé escudo (2008, inédito) y Amórfor (Sol negro editores, Lima, 2008). Artículos y poemas suyos han sido publicados en Atril (Salamanca), Galerna (New Jersey), Aquilón (Mexicali, Baja California), Paralelo Sur (Barcelona), Arquitrave (Bogotá. D.C.), Wayra (Uppsala, Suecia), Ciberayllu (Columbia), Letralia (Cagua, Venezuela), LetrasS5 (Santiago de Chile) y otras. Ha sido antologado en Poesía Perú Siglo XXI (Fundación Centro Cultural Yacana, Lima, 2007), en Nueva Poesía Hispanoamericana (Lord Byron ediciones, Madrid, 2008) y en 2+ No Antología No Contemporánea de los Poetas Amigos (Estanoesunaputaeditorial, Lima, 2008). En la actualidad prepara el poemario titulado La Catedral Sumergida.

Sobre Amórfor:
“Las formas del amor, las no formas de lo sublime, son búsquedas que se refractan en estos poemas para develar lo sacro de la existencia en tiempos de desacralizada poesía”
Miguel Ildefonso

“Esta ruta barroca marca a la vez un acercamiento y un alejamiento con los poetas ulteriores del neobarroquismo limense”
Rodolfo Ybarra

“La poesía de Salomón Valderrama es un intento por lograr esa purificación de lo ya establecido, una nueva expresión desde los excitantes bastiones de lo clásico que jamás pasa de moda”
Paolo Astorga

1/12/08

RIBEYRO, La palabra inmortal de JORGE COAGUILA

Llegó a mis manos la tercera edición 2008 de RIBEYRO, la palabra inmortal bajo el sello de Tierra Nueva Editores (ediciones anteriores 1995 y 1996) donde podemos conocer a un Julio Ramón Ribeyro más profundamente y entender mejor su obra literaria, pasajes de su vida y sus vicisitudes. Un buen logro de Jorge, más, sabiendo, lo difícil que era obtener una entrevista con nuestro gran escritor. Un testimonio de primera mano que he degustado en un banquete de letras.

De lectura obligatoria…

Julio Ramón Ribeyro fue siempre muy reacio a conceder entrevistas. Sin embargo, queda el testimonio de seis largos diálogos con Jorge Coaguila, quien fue calificado por el propio autor como su mayor crítico y biógrafo. Sinceridad, humor y sabiduría llenan estas páginas donde se tratan los temas más frecuentados por el escritor de La palabra del mudo. Acerca de estas entrevistas se han publicado los siguientes comentarios:

“El libro es una sabia y sincera conversación. Con fino humor, entre el maestro y el discípulo sobre los problemas y misterios de la creación literaria.
Fuertemente entrelazada con las peripecias de la vida cotidiana del viejo e irónico escrito” (Oswaldo Reynoso).

“Este joven periodista hace gala para asediar, convencer y reducir al entonces casi inasible Ribeyro. El mérito principal de la obra está dado por la profundidad y audacia de las CONVERSACIONES” (Antonio Cisneros).

“Las confesiones que logra se parecen mucho a las pequeñas reflexiones de Dichos de Luder y Prosas apátridas” (Enrique Sánchez Hernani).

Esta tercera edición ofrece, además, comentarios a cada obra de Ribeyro y tres ensayos. Rescata también dos libros inconclusos: El pedestal sin estatua, del que se conoce un texto: “El Abominable”; y Autobiografía, del que han sido publicados tres capítulos. Asimismo, una serie de cartas al escritor Luis Loayza.
notas de contratapa

JORGE COAGUILA. Nació en Lima. Estudió Comunicación Social en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Por: Pedro López Ganvini
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