15/3/20

AQUÍ ESTÁ FELICIANO PADILLA CON LOS MONTESINOS / José Luis Ayala


Feliciano Padilla es sin duda uno de los más importantes narradores peruanos. “Aquí están los Montesinos”, es una novela que demuestra no solo dominio del oficio, significa el logro de una esperada renovación de la novela peruana. Eduardo González Viaña, Cronwel Jara y Feliciano Padilla, pueden ser leídos por un masivo público lector en español y, saber que en el Perú, se han dado escritores de talla latinoamericana.

-¿Cuál es tu balance del boom literario?

-El boom literario fue una buena ocasión para que el mundo conozca la buena literatura de Hispanoamérica, que no tenía por qué envidiar a la que se hacía en España o en otras partes del mundo. Sin embargo, en una segunda etapa, el mercado se apropió de la iniciativa e impuso un paradigma o modelo obligatorio para todos los escritores, de manera que, si algún chileno o argentino quería insertarse en el boom, debía escribir como se lo imponía el mercado, con perjuicio de la calidad artística que debe caracterizar a toda obra literaria. Es decir, se convirtió posteriormente en una mercancía hecha para el consumo bajo los lineamientos omnipotentes de las transnacionales.

- ¿Es verdad que el boom literario no ha sido superado?

- Quizá se tenga ese concepto por la cantidad descomunal de ventas de libros. Ahora hay una nueva literatura apoyada por la academia (Escuelas de Literatura de las Universidades) y no por el canon comercial que solo está interesado en ampliar sus ingresos. La contradicción actual en el Perú es esa. La posición del canon académico contra el canon oficial-comercial de las grandes editoriales. La etapa post boom nos ha dado un muestrario de novelas artísticas de gran calidad en Latinoamérica.

- ¿Cuánto de fábula y de historia hay en tu novela Aquí están los Montesinos?
-Bastante. Y no lo aprendí leyendo a los del boom, sino a James Joyce, Willam Faulner, Tolstoi, Hemingway, Herman Hesse, Tomas Mann y Juan Rulfo en América Latina.

- ¿Qué técnica narrativa has usado?

-La estructura circular porque empieza por un flash back, racontos, y vasos comunicantes, aparte de otros recursos como los monólogos, los diálogos, muda de voz, historias fragmentadas, disloque de tiempo, etcétera

- ¿Sorprende la presencia de Ezequiel Urviola. ¿A qué se debe ese hecho?

- Eran los años 1910 a 1920, el campesinado apurimeño no estaba ideologizado y si bien es cierto que mantenían relaciones de reciprocidad con los hacendados, estas eran asimétricas. Se aliaron a los hacendados con armas en la mano por honor, por hacer respetar su cultura y demostrar su repudio al foráneo Rafael Grau Cabero, nombrado desde Lima como diputado de Cotabambas, sin conocer esa zona. Era representante de Cotabambas durante doce años e iba a una reelección en competencia con el doctor Aurelio Montesinos Guzmán, cotabambino de nacimiento y padre de Alancho, Aulico y Chucho Montesinos Guzmán. Contrariamente, el campesinado puneño estaba adelantado en ideologización y organización política gracias a la labor del “indio” anarquista Ezequiel Urviola.

- ¿Por qué en el Perú no se ha dado un gran novelista como Vargas Llosa?

-Sí se ha dado. Yo tengo mucho respeto por Vargas Llosa y leo sus obras de continuo. Pero, en los últimos años han aparecido novelistas de peso como Sócrates Zuzunaga, Julián Pérez Huaranca, Eduardo González Viaña, Karina Pacheco, Irma del Águila, Óscar Colchado, Crónwell Jara, Luis Nieto Degregori, Enrique Rosas Paravicino, Wálter Lingan y otros.

- ¿Todos los escritores están ideologizados?

-Claro que sí. Aunque el narrador haga lo posible por esconder su ideología no hay forma de impedir que esta se filtre en la obra literaria. Todo texto tiene un contexto. El contexto te impele a responder con una posición social cargada de ideología.

-¿A qué se debe tanto premio y no renovación de la novela?

-Los premios son solo una referencia. No siempre se premia a la mejor obra. Hay otros factores de gusto, de simpatía que juegan su papel en la concesión de los premios. Sin embargo, hay buenas novelas y no tienen premios. Al final creo que existen grupos literarios que organizan concursos para premiarse entre sí. Tú me premias, yo te premio, nosotros nos premiamos. Claro que no hay que generalizar esta opinión porque existen instituciones respetables con mucho prestigio que organizan concursos serios, honestos.

-¿Cómo te autodefines en cuanto a escritor?

-Soy un escritor andino que trata de demostrar que en provincias, también, se escribe bien, tanto como en Lima. Trato de expresar las palpitaciones de este mundo convulsionado.

- ¿Qué esperas de Perú?

-Así como está la estructura económica no se puede esperar nada. Necesitamos cambiar la Constitución, declarar el estado multinacional y hacer una verdadera regionalización en lugar de la actual farsa política. Creo que el llamado Bicentenario debe servir para celebrar a nuestros verdaderos héroes como Túpac Amaru, cuya revolución planteó una política anticolonial, antifeudal y la independencia de la metrópoli; sin embargo, como triunfaron los hijos de los españoles, se dio la independencia, pero el colonialismo y la feudalidad quedaron como estaban. Hay necesidad de cambiar la estructura de la sociedad peruana. Ojalá se pueda más temprano que tarde.