25/9/08

MAX ESPINOZA SORIANO

UNA MADRE PARPADEA

Sentada parpadea
sus labios inmutables contienen el silencio
ahora baja la mirada
y observa con calma
con infinita ternura
al niño que duerme entre sus brazos
acaricia la mejilla sonrosada
acariciada en exceso por el sol
por la sal
por el llanto...
tantea con pureza su desvelo,su cansancio
Un viento pulcro atiza la nostalgia
ralea el mechón de sus cabellos
hace flamear
una colcha que ahora funge de cortina
Despacio abrevo mi silencio
una sombra sin embargo aligera mi caída
cada curva en el camino ladra mi desvelo
el sol en el poniente
cose mi quebranto...

Uno mis latidos a los del viento
y de a pocos el frío me abandona
cojo un espacio de la ausencia
le quito todas las espinas
y procedo a devorarme las esqurlas

Sobre el madero gastado de la tarde
reposa el sol en agonía...