31/8/09

Poemas de: Sebastián H. Slobodjanac


GUÍA PRÁCTICA DEL ENCIERRO


YO MISMO

Ausente como jamás
(los cipreses arrullan
vientos lejanos y son suaves brisas que adormecen).

Ausente como antes,
como cuando en invierno
caminaba solo aquellas calles
(Puerto Madryn resbala su gota
en mis mejillas
y es una ausencia puta y rota).

Clarto, no me iré más lejos
que de mi mismo
y el claroscuro del atardecer
será mi manto
(hay tantos como yo deambulando ramblas
y son golondrinas púrpuras escarlata).

Y si te cuento que alguna vez tuve ambrosías
o de esta falta de aliento;
te diría que hay miles de historias
en esta única ausencia
anterior a mi partida.


DESOLACIÓN DEL ENCIERRO

Sí, el encierro
espanta a la memoria,
aquella nque nada cree,
aquella que todo se cuestiona
(hoy me acuerdo de aquello que jamás viví).

El naranjo revienta de frutos
allá afuera
y no hay quien los coma,
sin embargo su precio es inalcanzable
(la llovizna repite en mis sienes:
¡¡¡PAN-PAN!!!, hambre desolada).

Sí, el encierro espanta
y aunque en mi sed de ermitaño jamás hay compañía
me conformaría con un sorbo de agua
de labios imperfectos
(ya muero aquí:
la ausencia, la atribulada,
muerde su último bocado
y no queda nada).


CELESTIAL UMBRÍO

...Es que me espera
el cuerpo celestial de lo umbrío,
la parca con su hoz
y su plácida guadaña al filo,
el sueño de Sócrates si cicuta.

Descartes me viene a la memoria
con su duda metódica
y yo salto por encima de la evidencia
para llegar a los demás
(la filosofía cuenta cuentos,
miles de axiomas indemosstrables).

Por ahora nada afirmo
porque al instante estaré equivocado;
como todos, como0 muchos
que se enrostran evidencias irrefutables.

Yo sólo digo y sospecho
que hay algo que todo une
y que a la muerte de cada uno
ese todo desperdiga a todas partes.


PRODIGACIÓN DEL HAMBRE

Ya sé, ya sé;
para todo lo humano hay un precio
(el ciruja conserva
su magnífica colección de inutilidades).

Y en esta comezón
que me inflama el estómago,
en esta prodigación del hambre,
se desprende cada vez
menos aire de los pulmones,
se me parte el entrecejo
(la gaviotas urgan cada centímetro cúbico de agua
para su sustento).

Y yo aquí, al borde de todo,
con una tenue pulsación
de sobreviviente,
con un mendrugo en mis labios,
pan duro de antes de ayer,
sigo persiguiendo el alimento.


Sebastián H. Slobodjanac


Nombre y Apellido : Sebastián H. Slobodjanac
F. de Nacimiento : 15/08/1962
Domicilio: Libertad 104(Sur) Depto. ¨D¨- 5400- Rivadavia-S. Juan.
Tel : 54-264- 154626034
Email: sloboseba@yahoo.com.ar / slobo@unsj.edu.ar

ACTIVIDAD CULTURAL REALIZADA

Encuentros de Escritores Patagónicos; recitales, exposiciones, edición de plaquetas, poesías ilustradas.


Libros Publicados Como Escritor :

1-SIENTO POR CIERTO (Poesía- 1993-Edic. del Autor). - 2-INSTANTES (Poesía1994-E.F.U.N.S.J.)
3-RESUMEN COTIDIANO ( Poesía-Prosa Poét.-2001-Carpe Diem Editora ) 4-BUSCANDO INTELIGENCIAS (Aforismo-Haiku-2003-Carpe Diem Editora)5-AMOR UNIVERSAL (Poesía- Aforismo-2004- Carpe Diem Editora).6-VIDA Y OBRA DE SET NATSNI ( Novela- Dic. 2007- Carpe Diem Editora).
ANTOLOGÍAS: 1-HABITANTES DE LA POESÍA (Poesía-1993-El Francotirador Ediciones-Bs As). 2-ESCRITORES DE SAN JUAN (Poesía-Prosa-2002-Edics.Desde la Gente- Bco. Credicoop. B.A.)
CUADERNO: 1-POSICIÓN DETERMINADA (Poesía- 1995- Edic. VIENTO IDIOTA)

Verástegui visionario



Por: Ricardo González Vigil

Siempre deslumbrante, con la magia de la poesía fluyendo en sus palabras y en sus razonamientos (que incluyen fórmulas matemáticas) teñidos de imaginación y de explosión sanguínea, fusionando cerebro-corazón-lenguaje, Enrique Verástegui nos obsequia un nuevo poemario: “Teoría de los cambios”.

El autor atribuye el texto a un matemático chino del siglo XIII. Recordemos que su anterior poemario llevaba un título matemático y mencionaba a otro sabio de ese país: “Teorema de Yu” (2004). En consonancia con ello, “Teoría de los cambios” guarda una estrecha conexión con un clásico chino, al que Confucio profesaba tal devoción que manifestó su deseo de vivir más años para dedicarlos únicamente a su meditación: el “I Ching” o “Libro de mutaciones”, compuesto por hexagramas de líneas a las que se asemejan las de la carátula del poemario que comentamos. Sabemos que hace décadas Verástegui acuñó el título “Teoría de los cambios” para el formidable poemario finalmente denominado “Angelus Novus”; ahora, encuentra su lugar adecuado en un texto atribuido a un sabio chino.

La otra conexión mayor es con el “Tao Te Ching”, el libro central de la mística taoísta, a la cual alude expresamente Verástegui en varios poemas, reelaborando la capacidad taoísta para unir los contrarios y tornar absurdo todo afán de fijar nociones rígidas. Resulta crucial aquí (como ocurre en el diálogo entre Oriente y Occidente en los poemas de Pound y Octavio Paz) la valoración occidental del cuerpo, del componente físico (es decir, sometido a los cambios, según Aristóteles): “La mente está en la sangre —todo el cuerpo— y no solo en el cerebro [] El cuerpo es cosmos desatado. / Corazón y luna se equivalen tanto como cerebro y sol / mientras gramática y matemática rotan en la sangre” (pág. 13).

El aporte de Verástegui a la poesía en lengua española merece mayor reconocimiento que el que está recibiendo, ausente en pretenciosas antologías editadas en España en esta década (figuraba, en cambio, en las antologías de los años 80 y 90, aparecidas en México y diversos países). Numerosos poemas excelentes de “En los extramuros del mundo” (1971), “Angelus Novus” (2 tomos, 1989-1990) y sus otros libros lo ungen como una de las voces capitales surgidas en los años 70, acaso el más dotado y complejo en niveles discursivos y recursos expresivos.

Ninguneado, Verástegui nos interpela: “Florecí más que nadie / pero perfidia cayó sobre mí, / doblándome como una flor, / herrumbrándome, y fui silenciado. / Maitreya pasó desapercibido como una sombra por la vida, / ¿no dan ganas de llorar?” (pág. 33). Pero el tiempo es el mejor crítico literario; hará justicia a su inmenso talento poético.

ILUMINACIONES
En griego, “teoría” significa “visión”. Fiel a su matriz poético-científico-filosófico-profética, esta teoría de los cambios despliega una visión fundamentalmente poética, pero también matemática, epistemológica y mística. De un lado, una óptica mayor de la poesía moderna occidental: el poeta vidente de Blake, Hölderlin y Rimbaud. De otro lado, una comunión con la cultura china: Verástegui como traductor de un matemático del siglo XIII.

© Empresa Editora El Comercio. Jr. Miró Quesada #300 Lima

Saramago y su visión de Caín



El premio Nobel portugués lanzará su nueva novela caín en octubre. Asume la defensa del asesino bíblico, señalando el origen de la culpa en el desprecio que sufrió de Dios.

Madrid. Lola Cintado.

El escritor portugués José Saramago vuelve a ocuparse de la religión en Caín, su nueva novela, a publicarse en octubre, en la que redime a su protagonista del asesinato de Abel y señala a Dios “como el autor intelectual al despreciar el sacrificio que Caín le había ofrecido”.

Desde su casa de la isla española de Lanzarote, donde pasa el verano y ya prepara las maletas para volver a Lisboa, Saramago explicó que lo que nos ha querido decir con Caín es que “Dios no es de fiar. ¿Qué diablos de Dios es éste que, para enaltecer a Abel, desprecia a Caín?”.

Casi veinte años después de su discutido El evangelio según Jesucristo, que fue vetado por el gobierno portugués para competir por el Premio Europeo de Literatura, el Nobel luso hace un irreverente, irónico y mordaz recorrido por diversos pasajes de la Biblia pero no teme que vuelvan a crucificarlo. “Algunos tal vez lo harán, pero el espectáculo será menos interesante. El Dios de los cristianos no es ese Jehová. Es más, los católicos no leen el Antiguo Testamento. Si los judíos reaccionan no me sorprenderé. Ya estoy habituado”.

No obstante, añade: “Pero me resulta difícil comprender cómo el pueblo judío ha hecho del Antiguo Testamento su libro sagrado. Eso es un chorro de absurdos que un hombre solo sería incapaz de inventar. Fueron necesarias generaciones y generaciones para producir ese engendro”.

El escritor empezó a pensar en Caín hace muchos años, pero se puso a escribirlo en diciembre de 2008 y lo terminó en menos de cuatro meses. “Estaba en una especie de trance. Nunca me había sucedido, por lo menos con esta intensidad, con esta fuerza”, rememora Saramago, que una vez escribió que “somos cuentos de cuentos contando cuentos, nada” y así sigue viéndose, escribe más y más rápido que nunca (tres libros en un año), quizás como la mejor manera de seguir vivo. “Es verdad. Tal vez la analogía perfecta sea la de la vela que lanza una llama más alta en el momento en que va a apagarse. De todos modos, no se preocupen, no pienso apagarme tan pronto”, sentencia.

En su blog (blog.josesaramago.org) aparecen un “trailer” del nuevo libro y una nota de la presidenta de la Fundación Saramago, Pilar del Río, en la que anuncia a los lectores que Caín no los dejará indiferentes.

El evangelio según Saramago

1] “Tengo asumido que Dios no existe, por tanto no tuve que llamarlo en la gravísima situación en que me encontraba. Y si lo llamara, si de pronto él apareciera, ¿qué tendría que decirle o pedirle, que me prolongase la vida?”, se pregunta Saramago al recordársele su cercanía a la muerte por una enfermedad que lo aquejara hace un año.

2] El reconocido escritor no considera esta nueva novela su particular y definitivo ajuste de cuentas con Dios : ”Las cuentas con Dios no son definitivas, pero sí con los hombres que lo inventaron”. Además declaró que considera que “Dios, el demonio, el bien, el mal, todo eso está en nuestra cabeza, no en el cielo o en el infierno, que también inventamos. No nos damos cuenta de que, habiendo inventado a Dios, inmediatamente nos esclavizamos a él”.

(Edición impresa La República)