27/3/13

A VALLEJO / W.G.P




A: CÉSAR VALLEJO


Quien corría tras el sonido de la campana rajada
entre marzos de lluvia
serpenteando el camino de piedra
para llegar al salón.

Desde pequeño llevando la sensibilidad e inteligencia.

Te vemos Vallejo partir en la lejanía un 17 de junio
llevando en el alma tu escuela, tus calles empedradas, tu vida familiar

Vallejo siempre espiritual, indígena y nativo
cual sangre corre por sus venas

Voz universal que salió de un pueblo
sensible y humilde
como su Santiago de Chuco

A más lejos más cerca
llevas en el corazón a tu pueblo
entre recuerdos de infancia y una lágrima

Vallejo humano tú llevaste la palabra del pueblo en la lejanía
e hiciste nacer un nuevo lenguaje

Vallejo, siempre padre, siempre niño
lo demostraste en “Fosforescencias” y hasta el final en
“España Aparta de mí este cáliz”
sin antes recordar su “Paco Yunque”
y entre estas bellas expresiones de amor con la niñez

Nunca acabarán personas que dejen de hablar de tu vida y poesía
Como A. Valdelomar que en 1918 dijese:
“La génesis de un gran poeta, Cesar Vallejo, el poeta de la ternura”

Poesía en contacto con la vida
Y que llevaste con calma hasta la muerte

Abril mes en que la lágrimas tocaron la tierra
señores: ¡Cesar Vallejo a muerto!
se nos fue de mañana
con tan sólo 46 pocos años
y para esta ocasión parece que nos dejó el poema
“Piedra negra sobre piedra blanca”


WILLIAM GONZALES PÉREZ


willy_1125g º hotmail.com

¿ASÍ QUE QUIERES SER ESCRITOR?" de Charles Bukowski

















¿ASÍ QUE QUIERES SER ESCRITOR?" de Charles Bukowski

Si no te sale ardiendo de adentro,
a pesar de todo,
no lo hagas.
A no ser que salga espontáneamente de tu corazón
y de tu mente y de tu boca
y de tus tripas,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte durante horas
con la mirada fija en la pantalla del ordenador
ó clavado en tu máquina de escribir
buscando las palabras,
no lo hagas.
Si lo haces por dinero o fama,
no lo hagas.
Si lo haces porque quieres mujeres en tu cama,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte
y reescribirlo una y otra vez,
no lo hagas.
Si te cansa sólo pensar en hacerlo,
no lo hagas.
Si estás intentando escribir
como cualquier otro, olvídalo.

Si tienes que esperar a que salga rugiendo de ti,
espera pacientemente.
Si nunca sale rugiendo de ti, haz otra cosa.

Si primero tienes que leerlo a tu esposa
o a tu novia o a tu novio
o a tus padres o a cualquiera,
no estás preparado.

No seas como tantos escritores,
no seas como tantos miles de
personas que se llaman a sí mismos escritores,
no seas soso y aburrido y pretencioso,
no te consumas en tu amor propio.
Las bibliotecas del mundo
bostezan hasta dormirse
con esa gente.
No seas uno de ellos.
No lo hagas.
A no ser que salga de tu alma
como un cohete,
a no ser que quedarte quieto
pudiera llevarte a la locura,
al suicidio o al asesinato,
no lo hagas.
A no ser que el sol dentro de ti
esté quemando tus tripas, no lo hagas.
Cuando sea verdaderamente el momento,
y si has sido elegido,
sucederá por sí solo y
seguirá sucediendo hasta que mueras
ó hasta que muera en ti.
No hay otro camino.
Y nunca lo hubo.