El amor es infinito. Mis hermanos y yo, cuando niños, fuimos testigos del más puro amor de una madre el día en que la MAMA GALLINA, nos hizo ver con alegría que somos parte importante del gran Universo. En mi pueblo amazónico La Habana, las más de 200 familias producíamos una diversidad de vegetales y criábamos nuestras gallinas, patos, pavos y cerdos, todo para nuestra mejor alimentación y desarrollo humano. Nuestro pueblo era el espacio donde se desarrollaba permanentemente nuestra hermosa universidad popular, siendo nuestros padres y abuelos los catedráticos diplomados en sabiduría milenaria.Teníamos en el corredor del gallinero y de nuestra viviendavarios nidos donde las gallinas, patos y pavos ponían e incubaban sus huevos. Siempre habían varias mamás patas, gallinas o pavas incubando.Una día, una mamá gallina se quedó sin incubar porque nosotros habíamos desayunado sus huevos. Ella, muy rebelde continuaba incubando el nido vacío. Cuando repentinamente murió una mamá pata faltándole incubar una cuarta semana para que nacieran sus patitos. Sin demora entregamos los huevos de pato a la mamá gallina que los recibió muy feliz. Una semana después, la mamá gallina celebró con cacareos el nacimiento de sus nueve hermosos hijos. Jamás le preocupó que sus hijos fueran diferentes. Al igual que las otras madres, peleaba para defender a sus hijos. Cuidaba que comieran bien, tomaran agua y luego paseaban en la huerta. Ella escarbaba en la hojarasca del cafetal de la huerta para encontrar gusanos e insectos a fin de mejorar la dieta de sus hijos. del cafetal de la huerta para encontrar gusanos e insectos a fin de mejorar la dieta de sus hijos.
Así pasaron los días. Una vez escuchamos un tremendo griterío de las gallinas cerca de la pequeña laguna de los patos y corrimos a ver, podría ser una mantona (anaconda) o un gavilán (águila) que se comen los polluelos.Al llegar encontramos un cuadro que nos causó mucha ternura y mucha risa. La gallina mamá de los patitos estaba metida en el agua pretendiendo jalar con el pico a sus hijos, gritando desesperada pidiendo ayuda porque creía que sus adorados hijos se iban a ahogar, mientras que los patitos muy felices hacían piruetas en el agua disfrutando la laguna por primera vez.La mamá gallina cansada de gritar y sin poder jalar a sus hijos, salió del agua desconsolada y se paró muy triste bajo un árbol. Uno por uno, sus hijos salieron del agua a conversar con la mamá. Ella los acariciaba y seguro los regañaba. HERMOSO CUADRO DE AMOR INFINITO.Cuando los patitos volvían al agua la mamá gallina ya no gritaba, comenzó a pastar sola, mirando de rato en rato a sus hijos quienes le hablaban con alegría desde el agua con su mensaje de shiro-shiro.Nuestra risa inicial por este hermoso acontecimiento se convirtió en el más importante aprendizaje de nuestras Leyes Cósmicas : que el AMOR INFINITO no es propiedad de nuestra especie humana, que no tiene color de raza, ni de ideología político-religiosa que la convierta en fanatismo. Esa Ley Cósmica nos hace ver que “en nuestro Universo no hay especies superiores ni inferiores, ni feos ni bonitos, sino que todos somos importantes” y que, AMAMOS LA NATURALEZA TAL COMO ES. Todos somos universo.
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FELIZ DIA A TODAS LAS MADRES DE NUESTRO UNIVERSO
EL CUENTO ES DE LA FAMILIA CACHAY HUAMAN, LEANLO Y ESPERO LOS AGRADE, GRACIAS, LUCAS
Los hermanos: Juanita, Hilder, Rafael, Reiser, Lucas y Antonio Cachay Huamán
LA HABANA, PERU, Mayo de 2009