La más grande cantautora latinoamericana Mercedes Sosa ha fallecido. Nacida en Tucumán, Argentina (1935), desde que editó su primer éxito: “Zamba para no morir” (1966) marcó su huella en la música y folclore de esta parte del continente.
Facundo Cabral afirmaba: “Cantante es el que puede y Cantor el que debe”, ella se definió a sí misma como “Cantora” antes que “Cantante”.
Mercedes Sosa difundió y compartió la creación de Violeta Parra, Víctor Jara, Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, arte combativo que no calló y supo estar con los anhelos y luchas de los pueblos hermanos.
Su voz expresó siempre la voz de los oprimidos, de los marginados por la sociedad no socialista, sociedades mimetizadas en falsas democracias que no permiten la justicia, la igualdad y libertad de todos sus ciudadanos, derechos básicos para el desarrollo personal del ser humano.
Mujer y artista de profundas convicciones de izquierda, tras el golpe de estado del dictador Jorge Rafael Videla, del 24 de marzo de 1976 en Argentina, permaneció en el país, a pesar de la represión y el hecho de que sus discos fueran prohibidos.
En 1978 durante un concierto en La Plata, fue humillada, maltratada y detenida en el propio escenario. Estos hechos provocaron su exilio en París y después en Madrid. Sin embargo nunca renunció a sus principios revolucionarios, al contrario, se acrecentaron.
Su talento indiscutible y su honestidad con la época que le tocó vivir, la convierten en símbolo de lucha y ejemplo para las nuevas generaciones de nuestro continente y porque no decirlo, del mundo entero.
Hasta siempre Compañera, Mercedes Sosa, tu canto ahora se exilia en los corazones de tu pueblo latinoamericano.
“Si se calla el cantor, calla la vida
porque la vida, la vida misma es todo un canto.
Si se calla el cantor, muere de espanto,
la esperanza, la luz y la alegría.
Que ha de ser de la vida si el que canta
no levanta su voz en las tribunas
por el que sufre, por el que no hay
ninguna razón que lo condene a andar sin manta.
Si se calla el cantor muere la rosa
de que sirve la rosa sin el canto
debe el canto ser luz sobre los campos
iluminando siempre a los de abajo…”
Eva Velásquez Lecca (Chimbote)