POSTUMO
Traté de salvar mi vida
pero no pude
los ojos del silencio me miraban
como si fuese la imagen más ruin y desarrapada del camino
No me importó reconocer
-en medio de la torpeza abrupta de los vientos-
la verdadera sombra que cubría mi nostalgia
o si esta inequívoca realidad
tan inútil como esquiva y repulsiva de las calles
podría revelarme
el único rumbo que me llevaría inevitablemente
al charco inconfesable y maligno del suicidio
Pues vivir sabiendo
que uno es la última página en blanco del destino
ese rostro que se ve cuando se arrastra
como un recuerdo entre la lluvia
con su mirada lenta y llena de vacíos
es como perderse
entre las boscosidades extintas y desalentadoras de la noche
Ciertamente
desfallecer no será nunca como esperar
que la luz se encienda en las estrellas resucitadas
o milagrosas de los bosques
pero saber
que uno se está muriendo
entre el grito de las aves heridas en su cueva
y las nubes calladas y humildes del otoño
ocultándose permanentemente
en el tragaluz del sueño y las mentiras
es como mirar el cielo
y saber que la existencia sólo es un árbol triste solo y derribado
(finales de marzo, 2011)
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