Aquí habla el invierno
con toda su amargura, es un anciano
llevando un niño de la mano, viene
por el mismo parque:
hace unos años repite la misma ceremonia.
He visto pasar tantas veces el invierno.
Sin embargo, no conozco sino su vestimenta blanca.
La cabeza blanca del invierno es la prueba:
este señor vive en el bosque, habita
siempre en su gran velocidad sobre la nieve
escribe el silencio de los pájaros por las noches
escribe el ruido de los pájaros por las mañanas
regresa y se va, y camina hasta el final de la calle:
Es el invierno siempre con su cabeza blanca.
Es el anciano y el niño de la mano.
Aquí habla el invierno en la blancura
de toda su negrura.
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