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22/1/11
IN MEMORIAM. LUIS JAIME CISNEROS ---- Fue mi maestro
Fue mi maestro. Yo lo conocí como mi maestro, primero, en el año 1954. Fue mi profesor en San Marcos, en un curso de literatura española del Siglo de Oro. Y creo que entre todas las cosas que fue Luis Jaime, crítico, periodista, filólogo, lo más importante fue para él la de maestro. Creo que fue, sobre todo, un gran maestro por cuyas aulas pasaron miles de estudiantes de muchas generaciones y creo que todos lo recordamos con admiración y cariño. Era un magnífico profesor, riguroso y al mismo tiempo de un entusiasmo contagioso que nos descubrió a muchos, a mí, entre ellos, la maravilla de libros clásicos de los clásicos de la lengua. Por otra parte no era un presente un maestro encerrado a la universidad. Él abría su biblioteca particular a los alumnos, prestaba libros y hacía a veces en su casa tertulias para mí están muy vivas en la memoria. Era un guía generoso que ayudaba a los estudiantes. También recuerdo haber trabajado con Luis Jaime, cuando yo era estudiante todavía, a finales de la dictadura de Odría. Él estaba vinculado al partido demócrata cristiano que se estaba formando en ese tiempo y fue director de un pequeño periódico que se llamaba Democracia, un pequeño semanario contra la dictadura en el que yo colaboré, de tal manera que tuve una relación bastante cercana con él. Después hemos sido muy amigos toda la vida.
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La República |
11/1/11
Claudio Simiz
Vida del hombre
A José en cincuentena.
La vida de un hombre
tiene un rumor parecido al de sus miedos
un diámetro algunos años luz más breve que sus sueños
un matiz donde luchan la dulzura el hedor de la rutina.
La vida de un hombre
queda casi siempre
a prudencial distancia del recuerdo
en sinuosa indulgente vecindad del olvido.
La vida de un hombre
es un racimo de días de la infancia
este vino añejado adulterado
cada noche
trago a trago.
II
Estamos preparados para la muerte
no para esperar la muerte
estamos pertrechados para la lucha
no para abandonar la lucha
nuestro oído creció para el fragor
no para el silencio.
Nunca seremos otra cosa que nuestra voz.
III
No
ni tus papeles
ni tus lágrimas
ni siquiera tu sangre tu semilla
no
otra cosa llevará tu nombre
cuando arrecie
cuando amaine
el furor de los días
Y no será tu fatiga
tu esperanza
tan rotundas
tan íntimas
no será la suma fortuita de los almanaques
no
Tu huella sin perímetro
sin hondura
sin dueño
será el aire
transitando tus horas
tus pulmones
tus calles.
De Tríadas, Amaru, 2009.
La piel
Solo una cosa tenemos para siempre:/las cicatrices de la verdad en nuestra piel./ Lo demás/ son los callos/ los guijarros del día/ erupciones de una pasión efímera/ escoriaciones de una pedrada cósmica que no supo esquivarnos./
El corazón es ciego y sordo/ late/ prefiere no saber nada/ late/ ignora sabiamente/ desde qué tarde le llegará tu ausencia/ a decirle “eso es todo”.
Memorial de Palestina, De las formas del ser
Gaza, diciembre de 2008
De pronto uno puede no existir/ mientras iza las velas de la furia/ y repite en voz alta salmos inmemoriales/ y planea cada paso/ cada tiro/ por enésima muerte/
De pronto/ un instante/ ahora por ejemplo/ uno puede no existir/ con toda la osamenta de un dinosaurio adentro/ y encima una coraza de bulldozer en ristre/ y unas alas flamígeras/ aceradas/ murciélagas/
De pronto uno puede ser el esqueleto/ de lo que fuera un templo/ el hueco donde hasta ayer correteaban los niños/ el agua la ambulancia/ que no llegó o que llegó a destiempo/
De pronto uno puede ser el polvo de sus propios zapatos/ y seguir marchando.
Argentina
Mariana Bernárdez.
Ganar silencio en el exceso o en la ausencia
Aquietarse para vislumbrar el movimiento ligero
Rastro apenas logrado
cuando palpas la humedad de la tierra
para descubrir el abismo de adentro
Contener el cuerpo en su arrojo
aún de que la finura del aire
lo seduzca prometiéndole plumaje
Sentir los músculos en tensión
Saltar
Escuchar el chasquido de las pezuñas contra las piedras
el aliento entrecortado de la carrera
y la lanza en la diestra deslizándose en vuelo.
Mariana Bernárdez. Alguna vez el Ciervo. México: Editorial Praxis, 2010.
Ortografía y lenguaje
Inicio el año hablando sobre el lenguaje, mi área de combate desde hace casi cerca de 90 años. Apenas observamos el lenguaje, advertimos su eficacia como instrumento de cohesión. Descubrimos su valor como consolidador de la vida civil no bien abrimos el periódico: la prensa, a través de la lengua, nos conecta con el mundo entero. Comprobamos su eficacia cuando, en el ejercicio diario, elevamos solicitudes, redactamos informes, preparamos manifiestos, protestas, adhesiones. Y lo volvemos a comprobar en el campo de la literatura, si nos entregamos sosegadamente a gozar algunas horas del ensayo, la novela o el cuento. Es decir, el lenguaje nos une a todos cuantos hablamos español, pues al oírnos y entendernos reconocemos que una vieja sangre nos respaldaba y aseguraba el perfil. Nos une, a través de infinitas traducciones, con todos los pueblos del mundo. Signo, pues, de cohesión, revela eficazmente nuestra voluntad de persistir y de comunicarnos. Por eso el primer síntoma de la soledad es la incomunicación.
Un maestro estará pensando que si no hablo de ortografía, no estoyhablando de lenguaje. Cuando decimos ortografía estamos mencionando ‘escritura correcta’. Aludimos al acierto en la acentuación, en la puntuación y en el esmerado uso de las letras-signos. Si escribimos sofa, en lugar de sofá, ciertamente no hay ortografía. Y no afirmaremos la existencia de ortografía mientras no están sustituidos los debidos acentos.
Cuántas veces nos acosan reclamándonos métodos que enseñen a adquirir ortografía. La respuesta no suele hacerse esperar: leer y leer constantemente, ejercitarse en el manejo del vocabulario. Porque para aprender a escribir con decoro las palabras debemos saber que tales palabras existen dispuestas para el uso, y conocer sus aptitudes de significación. Muchas veces la ortografía es culpable de que la gente tuerza el significado de las palabras. Vaya un ejemplo aleccionador. El diccionario nos ofrece acecho y asecho. Es decir, acecho con ‘c’ y asecho con ‘s’. Suenan igual. Lo repito: suenan igual, no hay distinción en la pronunciación de una u otra. Pero no dicen lo mismo. Acechar significa “observar, aguardar con algún propósito”. Asechar es, en cambio, “poner o armar asechanzas”. Y asechanza es “el engaño o artificio para hacer daño a otro”. O sea, acechar no aclara ni califica el propósito de quien observa; en cambio asechar anuncia el propósito de daño. Un simple cambio de letra puede, como se ve, alterar el sentido; era, por eso, cambio importante. Como estos, hay otros casos ilustrativos. Aquí tenemos acerbo y acervo.
Hay que insistir en una observación auditiva: suenan igual, de modo que nada contribuye el sonido a distinguir ni precisar el significado. Pero acerbo significa “áspero al gusto” y vale, en sentido figurado, por “cruel, riguroso, desapacible”. En cambio, acervo es “un montón de cosas menudas, como trigo, cebada, legumbres” y significa también “el haber que pertenece en común a los socios de una compañía civil o comercial”. Sería, pues, faltar el sentido y formular un disparate si escribiéramos una frase como la siguiente: “El carácter acervo de la niña era acechado por sus padres”. ¡Un disparate!
La ortografía, o sea la escritura correcta, evitará siempre que incurramos en escándalos de esta naturaleza, al tiempo que nos permitirá enriquecer nuestro vocabulario. Nuestra experiencia lingüística nos tiene acostumbrados a reaccionar con determinadas frases. Por eso no tenían sentido unos ejercicios acostumbrados en la escuela (los famosos percentiles), que eran una larga lista de palabras desvinculadas de toda asociación sintagmática. ¿Cuántas veces en la vida oral hemos usado la voz solipismo y cómo podemos asociarla a nuestra vida oral?
Leer y leer vuelve a ser el gran remedio. Necesitamos conocer el vocabulario elemental, con que nombramos cuanto nos circunda. Aprender ortografía obliga a incrementar el vocabulario. Las palabras constituyen nuestro punto de partida para la reflexión ortográfica. No hay ortografía sin vocabulario básico. Necesitamos conocer palabras y agruparlas dentro del mundo de intereses en que nos movemos.
10/1/11
García pasa, Arguedas queda
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Este que empieza es de todas maneras el Año del Centenario de José María Arguedas. No lo dirán los membretes oficiales, pero constará en papeles ajenos a la inquisición gubernamental. JuanOssio, el ministro de Cultura, ha revelado que fue Alan García quien se opuso a que el 2011 lleve el nombre de Arguedas. De: LA PRIMERA. El diario que inspira respeto - |
26/12/10
2011 Centenario de José María Arguedas
9/12/10
24/11/10
Invitación -- Día del Usuario de la Biblioteca Pública

- Sinthia Calle
- Joan Viva
- Nora Alarcón
Segunda Mesa
- Teresa Cabrera
- José Pancorvo
- william Gonzales
- Raúl Solis
Tercera Mesa
- Leoncio Luque
- Manuel Núñez del Prado Dávila
- Jorge Castillo Zubiaga
- Indira Anampa
19/11/10
MIÉRCOLES LITERARIOS

FERNANDO CARRASCO NÚÑEZ
LIMA, 1976. ES EGRESADO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN ENRIQUE GUZMÁN Y VALLE LA CANTUTA Y SIGUIÓ UNA MAESTRÍA EN LITERATURA PERUANA Y LATINOAMERICANA EN LA UNMSM. HA SIDO DISTINGUIDO EN DIFERENTES CERTÁMENES LITERARIOS. SU LIBRO CANTAR DE HELENA Y OTRAS MUERTES RESULTÓ FINALISTA EN EL SEGUNDO CONCURSO DE CUENTO Y POESÍA DEDO CRÍTICO 2004
13/11/10
NOVIEMBRE DE ARENA ARDIENTE EN COMUNIDAD POESÍA EN EL SUR
LUNES 15
VÍDEO POESÍA Y RECITAL POÉTICO
Videopoesía a cargo de Tereza Cabrera
Recital Poético a cargo de: