1/7/08

Orlando Ordóñes Santos

FALACIAS

Inesperadas madrugadas fueron
tildando con ahínco
en cada uno de los pasos tambaleantes
que se escurrían cuando la sorda noche.

Distantes aullidos remecían la torva
instancia cuando caído el trino prisionero
apenas podía pedir para sus arenales
otro poco del discurrir agrio del ausente.

Detonantes corolas silvestres adornaban
la palestra donde rasgando a la vida
descuartizaríamos sin arrepentimiento
la última limosna de piedad anochecida.

Extenuados las fuerzas de tanto atar
los sueltos caminos sin rumbo, vuelven
otra vez a desafinar la melodía arisca
e insensata con su abrazo de alud desbocado.

Extemporánea migaja resbalada
del alto péndulo donde el privilegio
con sus fanfarrias arrasan toda equidad
téngame al lado del hambre insurrecto.

Redención del hombre libre exculpa ya
al destino, a los que sueñan con abismos.
En tiempo de mordazas al pan, bendito pan
no mal uses las palabras, lo falaz pierde
desgraciadamente.

Orlando Ordoñes

(Muqui, Jauja - 1948)

Luis Yáñez


CASA MÍA

Mi casa,
así como las sombras,
se alzaba en el vacío;
y desde allí
mostraba indiferente a la ciudad
su rostro,
pero también el mío.

Las sombras y el vacío
dispusieron en ella
meticulosamente
a un lado,
la pobreza;
al otro lado,
el frío.

Y al frente,
justo al frente,
donde se guareció mi desvarío,
la tristeza,
el amor,
la soledad
y el huracán
del río.

Luis Yáñez
(Arequipa 1931)


Difusor de la narrativa peruana con su obra:
“Cuentos Peruanos”(2 volúmenes).
Casa mía es un poema inédito que pertenece a la
selección de Cantos de amor y de fuego a Arequipa.

Joan Viva



OTRA DE FAUNOS Y NINFAS


Sonriendo a los faunos
Danzan las amapolas
Disfrutando el manjar
De los solitarios grillos

Durmiendo en el regazo
De las blancas espumas
De a poco van despertando
Ninfas de los bosques
Dulces y acuosas beldades
Deseosas de satisfacer
Los más innumerables
Placeres de aquel encantado

Descansando aun los
Leñadores
Dormidos por los dulces
Cantos de las gracias
Despertaran en breve
Y saciaran su sed de hombre
Desvirgando mil veces
A las ninfas de los bosques.


Joan Viva

Lima-1971. Egresado de la U.N.M.S.M.
dirige el portal Web de la Casa del Poeta Peruano.
www.letrayartes.com/casadelpoeta

José Antonio Palacios



TARDE DE SOL


Melancolía, sueños sobrecargados
ilusiones, buen aire, penas
esperanzas, mi enfermedad
y una que otra lágrima.

Bostezos, cansancio.
el sol que escapa en las cortinas
el polvo que entra por las ventanas
los libros, los muebles
…un solitario y su soledad.

Una mosca lamiéndose la miel
de los restos de bebidas
cuadros que sienten a lo lejos
los ruidos de motores
…un cuerpo adolorido.

Ramos de rosas
versos efervescentes
versos cortos, versos largos,
versos muertos
…un poeta.

Un suspiro, el humo de un cigarro
una sombra que declina
el reloj que desespera y un canto
las palabras de un niño
…un poema.


José Antonio Palacios
Profesor y difusor cultural.
Integrante del Colectivo Cultural.
“Punto Seguido” S.J.L

Alejandro Medina Bustinza



DISTANCIA

Al amanecer
¡ay retama retamitay…!
sin tus ojos
el firmamento
esta afligido
nebuloso
friolento y lejano.

Está lluvioso
y ha prolongado
el temporal
en turbios enojos
sobre mis paraguas
deshojadas.

Al atardecer
¡ay retama retamitay…!
con tu ausencia
ha crecido inmenso
el callado de la noche.

Ha caído siete veces
la distancia
justo en el kilómetro
de tu partida
y el café amargo
ha desgarrado
las tertulias
de mis últimos versos
que fueron dedicados
sólo para ti.

Mañana al anochecer
¡ay retama retamitay…!
tú ya no estarás en la canción
y ya no habrá música para mí.

De “Ojos Tocuyo” (2004)

Américo Valdivia Solari



VOY TRAS DE TI


Voy tras de ti,
Poesía
Buscando mis raíces,
Mis ancestros en el tiempo
La tristeza de la arqueología.

Todos los lamentos
De este pueblo con historia,
Que ha vivido las tragedias,
Que ha luchado entre las sombras
Contra ti, poesía.

Porque la vida y la muerte
La tristeza y la alegría
El dolor y el placer,
Somos como tú, poesía.

Y mi pueblo es de lucha
A pesar del dolor
Que dormita en la sombra,
A pesar de ignominias,
De vulgares afrentas,
Eres tú, pueblo mío,
En la paz y en la guerra
Un amor encendido
Como tú poesía.

(Chosica-1951)

Salomón Valderrama Cruz



LA NOCHE GRADIA

A los cuarenta estoy con un palmo de nariz.
Me parece haber leído tanto y no haber consumado
el placer. Regenta de mi cuerpo, de esta piel bajo la
que fluye aceite.
Carmen Ollé

Al caminar siempre dejamos
El rastro negro de la inocencia perdida

En esta noche gradia sin sombras de día y de hora
De vuelo o de algo más escarlata

El galope de las hembras sobre el vidrio

Cuando se cae de la boca y tienes que chupar
Al estirar la lengua e inclinar los ojos
Y doblarte perfectamente
Para no permitir la elevación cruel de un dolor que ya no duela

Y miras a la luna como desnuda en su franja roga
Pues es la hora del eclipse

Cuando la luna fabrica su venganza
Cuando le arrancha al sol el día
Cuando copula impunemente al amante entre Sol y Tierra

Tres para hacer la orgía del brazo séptimo de la Vía Láctea
Y hacer girar con ella el poema en sexo

Génesis de la inocencia tardía en seso
El alimón cuadrado
Que en todo animal está naciendo al caminar
Siempre detrás de la inocencia
De la franja roga gradia y perdida.

Salomón Valderrama Cruz
(La Libertad- 1979)

Jack Flores


CUENTO:
SUICIDA

No tenía una razón para vivir, tampoco una para morir, y,
asustado, se pasó el resto de su vida tratando de encontrar una de estas.


EL MONO

Érase una mujer que conoció a un hombre muy guapo.
Le puso corbata y saco y lo llevó a pasear del brazo
(el hombre, ¡feliz!, se sentía mono).
Otro día, la mujer lo llevó a un salón de baile
y el hombre guapo, al escuchar la música, se puso
a bailar dando repetidos saltos (realmente bailaba como mono).
A la siguiente salida, la mujer lo llevo a comer
a un lujoso restaurante; le puso bebidas y platillos
deliciosos, postres y frutas de distintas regiones;
pero, ¡oh!, desilusión; el hombre guapo solo comía plátanos
(tenía, indudablemente, gustos de mono).
Sucedió, entonces, que al hombre guapo le
empezaron a salir pelos; pelos en las manos, en
el rostro, en el pecho, por todo el cuerpo pelos. Y
como el hombre ya no era muy guapo
–se dice incluso que le empezó a crecer una peluda cola
-, la mujer compró una jaula y lo encerró…y se
entretenía dándole de comer plátanos.
Desde entonces, ya nunca más se volvió a ver pasear por
las calles a la mujer y al hombre guapo.

De: La Casa de Arguedas
Lima 2008

Niko Velita


A PÓLVORA DE DINAMITA
(fragmento)
Nací el 72
en un asentamiento minero
donde el humo de pólvora
se filtraba hasta la tos convulsiva
Que la dinamita volaba y volaba
rocas milenarias hacia el polvo hiriente
con esquirlas huyendo hacia los puntos cardinales
Por eso el 82
cuando volaron la comisaría
en la avenida Argentina
hui cuando la policía
hablaba de absorción atómica
Tenía más de cinco años
Impregnado con humo carcelero

Nací el 72
cuando los mineros con dinamita en manos
a zancadas marchaban contra palacio
y en orden alfabético
Que un gobierno militar
socialista cristiano diciendo
se guardaba la hostia de los mineros
Por eso el 92
cuando acribillaron a seis militares
en pampa Grande emboscados
hui cuando la policía
hablaba de absorción atómica
Tenía casi cinco años
contra palacio en hombros de mi padre
Serán mineros
serán mineros
decían

Patty Camacho

ROTAS LAS COPAS

Caminos sin fin
recorren las canefas de mi piel

tocarlas
el mayor
de mis pecados
la desconfianza de ver
mis propios surcos
las orillas
de mi vientre
el sin fin

de mi misma
intente reinventarme
volver a morir
mil veces
sacar
de sus orbitas mis delineados ojos
quieren ver más
saber porque existen
solo fue coincidir
dormir
mil noches
estrangular
mis sueños
hacer que los hambrientos
gallinazos los devoren
último deseo
verte
primera necesidad
escupir en el espejo
la farsante
mentira

(2008)

Patty Camacho

José Pancorvo


EL DÍA

with others has thou no Hill to make company
Ezra Pound



Los poetas soñados que encontraste en los bosques
No veían las ramas ni sentían las voces
Los poetas soñados que subían al monte
No sentían los mantos ni las zarzas al roce
Los poetas soñados que veían Su doble
Llevaban en Sus ojos el día del endiose

No hay alguna alabanza con la que se alborocen
Con las nítidas cuerdas no toques ni pernoctes
A no ser que tú quieras perderte entre sus dones
Como la luz en águila por dentro te transformes
Avanza como nube de caza por los cofres
Avanza que te esperan los soñados mayores

Entra ahora a su niebla para que te abandones
Como a un río relámpago donde pierdes los nombres
Los soñados poetas que aspiraste en los bosques
No veían las ramas ni sentían las voces
Los poetas soñados que veían Tu doble
Llevaban en Tus ojos el día del endiose.

De: “Profeta el Cielo”

José Pancorvo
(Lima, 1952)
Breve Antología Poética-Enero 2006

Manuel Odar Bejarano

INCERTIDUMBRE

Cuando el arado del tiempo haya pasado,
dejando en mi rostro sus huellas,
¿habrá alguien quien las borre
o que al menos la conduela?

Cuando mis manos temblorosas
no permitan sostenerme,
¿Contaré con un brazo amigo
que ayude a levantarme?

Cuando mis pies ya cansados
se resistan a dar paso,
y mis ojos agotados me nieguen la dicha de verte,
¿Te tendré cerca de mi lado, amada mía,
para poder acariciarte?

Finalmente, cuando me llegue la hora de partir,
cuando de mí nadie se acuerde,
¿Siquiera una lagrima tuya se derramará por mí?

(1965)

MANUEL DE LA CRUZ ODAR BEJARANO

Ulises Valencia

ABAJO, DONDE EL SOL SE DOBLA

Donde las águilas apenas
dan uno con otro el aletazo muerto
donde la piel no es más
que máscara ridícula en destiempo
y nos cuesta mucho el toser
yo me voy a sudar con este frío
apegado a mis pies encallecidos
a mi mirar que me convierte en un espectro
y aunque es ridículo
lo quiero feliz como el primer día.
Pero, salpicado de espumas vacilantes
me detengo para mirar el triste cuadro
mas, poco a poco
de la niebla de esa nada fría
se ven materializar rostros amigos
y son hermanos, que antaño se han perdido
a pesar que estaban y qué cerca
miro el prieto de su piel, su hablar entrecortado
y me retrato en ellos, pues soy yo mismo
miro y el rincón del hogar me acoge
como ayer, como hoy y como siempre
ya no sé reír o llorar con esta suerte
pero corro sin más dudas, mis hermanos
aquí con ustedes, capeando el infortunio
ya me quedo para no irme nunca más.

De:Tiempo (1995)

Ulises Valencia.