16/9/09

Marco Antonio Corcuera: el poeta descansa


Texto de Eduardo González Viaña, como un sentido homenaje al poeta Marco Antonio Corcuera (recientemente fallecido):


Siempre que pienso en Marco Antonio Corcuera, lo imagino joven, flaco, con un tic nervioso y enfundado dentro de un terno que le flota. Fue así como lo vi la primera vez que en mi vida vi un poeta. Primo de mi padre y abogado joven de su estudio jurídico, así lo vi cuando yo era niño y adolescente.
Cuando entré a la Universidad Nacional de Trujillo, al lado de mis amigos del grupo “Trilce”, alterné con él y otros dos poetas asombrosos, Horacio Alva Herrera y Wilfredo Torres Ortega. No me quedó duda entonces de que para ser poeta era condición la flacura, el humor y la mayor elegancia.
Esa imagen suya no ha dejado de aparecer en la poesía del Perú desde 1940 en que ganó los Juegos Florales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, junto al contumacino Mario Florián, el celendino Julio Garrido Malaver y el cajamarquino Napoleón Tello Rodríguez.
En los cincuentas, comenzó a publicar “Cuadernos trimestrales”, la primera revista completamente de poesía editada en Trujillo y destinada a poetas y a lectores de todo el planeta. El año 60, su concurso literario “El poeta joven del Perú” descubrió a César Calvo y Javier Heraud, y comenzó a difundir y consagrar a jóvenes que, de otra manera, no habrían sido considerados en esa especie de corte que es el mundo de las letras.
Aparte de las tareas de este desbordante agitador de la poesía, su propia obra es una límpida cantera cuya sencillez invita a leerlo y a recordarlo así como a escribir y a vivir como él en olor de poesía: como él mismo lo diría, con el corazón tendido como una baraja.
La última década del siglo XX, visité al poeta en su casa todas las veces que llegué al Perú y siempre leímos juntos el mismo libro, una antología de sonetos hispanoamericanos. Fanáticos como somos ambos del soneto, coincidimos en que el castellano es la lengua más pura del mundo porque solo con ella se puede remontar a tanta altura y convertir al idioma en una lengua del cielo.
Cuando Marco Antonio sufrió el ataque cerebral que lo postró hace nueve años, viajé desde EEUU a visitarlo. En Lima, una persona ajena me dijo que visitarlo era un error porque el poeta era pero ya no era. No le creí. Fui a su casa en Trujillo. Me puse al lado de su cama con el libro de sonetos, y comencé a leerle los que más nos gustaban, y nos gustan. El que no era volvió a ser el que era y es. Me sonrió. Y allí nos quedamos leyendo toda la tarde y todo el tiempo como lo vamos a hacer cuando no exista el tiempo y nos encontremos en el cielo.
Esta mañana, el periódico dice que Marco Antonio se ha quedado dormido para siempre, y eso no lo creo posible. En vez de quedarse dormido, el poeta ha despertado del sueño que es la vida a la inmensa y permanente vigilia que nos espera en los cielos. Levanto los ojos y entiendo para qué sirve la poesía y veo cómo marcha hacia la luz Marco Antonio y cómo se lo lleva el viento, corazón tendido contra la corriente.
Perfil
el poeta. Nació en Contumazá, Cajamarca, 1917. Estudió derecho en la U. de San Marcos. Publicó, entre otros libros, Sonetos transitivos, Tala en el silencio, El salmo herido, Agua de tiempo .

Testimonio de parte.
Y aparte del sentido texto de Eduardo González Viaña, yo, como Director de BOSQUE DE PALABRAS, deseo agregar mi versión de esa existencia, mi visión del poeta, a quien conocí en la entrega de los premios de la IV edición de "El poeta joven del Perú" (1975). Luego de la ceremonia oficial, en el Municipio de Trujillo, él ofreció un ágape en su hogar. Allí estuvieron algunas de las personas que menciona González Viaña, como es el caso de Horacio Alva; pero también asistió Eleodoro Vargas Vicuña y Rita Pezet, entre otros. Y Marco Antonio, con su mirada triste y su elocuente mutismo, derrochaba generosidad y bonhomía. Conversamos muy poco (casi nada sobre los resultados del concurso), pero de esa breve comunicación extraigo la gran enseñanza del poeta (como todo quien lo es): la modestia o la sabia reserva. Lo dice González Viaña: el poeta Marco Antonio Corcuera no era un dilettante de la poesía, no era un advenedizo de sus lares, como no lo es el pez del agua; pero ¡qué sencillez la de su imperio, qué dominio de su medio! Un medio, como es el de la literatura, tan proclive a la discriminación, no puede menos que rendirse ante la gigantesca modestia de este -ahora- gran viajero del infinito: Marco Antonio Corcuera.
Julio Carmona

14/9/09

El director de Razon Diferente editores participa a Ud. a la presentacion de la obra:



Faraona

de Willy Quevedo

El acto se llevara a cabo el miercoles 16 a las 7.30 pm

en el restaurant Superba sito en Av. Petit Thouars 2884

San Isidro.

Comentarios de :

Juan Sheput, Carlos Orellana, Diego Uceda,
Francisco Huanacune Jessica Sueyoshi,
Abelardo Valera, Victor Samuel Rivera.


Juan Pablo Alayza Mujica
agadece anticipadamente su gentil asistencia.

"Vi al hombre antes que muera" de: Jorge Tirado Galvez








El reconocido escritor peruano Oswaldo Reynoso comenta el libro
"Vi al hombre antes que muera" de rotundo éxito editorial y cuyo autor es el escritor Jorge Tirado Galvez. Este libro deJorge Tirado Galvez ha sido seleccionado por la Editorial San Marcos - Catálogo 2009, entre las obras comprendidos dentro del Plan Lector, la obra pertenece a la colección "Estación de la palabra".El libro de Tirado Galvez lleva el comentario del conocido escritor peruano Oswaldo Reynoso, autor de "En octubre no hay milagros", quién nos dice lo siguiente: "Son seis relatos, que como un caleidoscopio, penetran, a través de las historias de personajes de provincias, con un adecuado tratamiento estético de la oralidad, la dura realidad de la migración hacia la capital . . . "


Poema a: Salvador Allende


Poema

En el 36 aniversario de su muerte

Salvador Allende

Carlos Angulo Rivas


Duele, Duele, duele la cicatriz que vos dejaste
duele en la memoria hasta la sombra
duele el día señalado de septiembre
hasta perder la soga en el abismo
duele no haber pensado en el mar
que va y viene con su manto sorpresivo
duele el oleaje peninsular de la advertencia
con sus maromas de viento íntimo y cuerdo
duele el recuerdo de no haber podido todo
mientras aguantó tu cuerpo persuasivo
duele el vacío del aliento místico perdido
la pura democracia débil en volumen
duele el beso del adiós en la frente afiebrada
hasta dejar la celeste aureola que no huye.

Considerando en primavera la constancia
sin pensarlo llovieron fuegos en Santiago
momentos graves de la vida, cantar de salvamentos
a la eternidad pasó Salvador Allende en sus verdades
muriendo de cuerpo no de tiempo.
Enfrente a La Moneda estuvieron los tanques
Rousseau levantó el dedo acusador
pero todos miraron al costado.
Tanto pienso en la dulzura triunfal y sonriendo
tanto, tanto y hoy nada, amada masa afectada
tanto, tanto, árboles arrastrados por la corriente
con mineros navegando sorprendidos, anunciados
socavando adentro, picando tierra roja herrumbre
levantando palos rotos y mercadería errante.
Considerando en primavera la constancia
morir de pie en la inmortal jornada
señalado estaba desde cuando tú naciste.


Extraido del libro:
Copyright 2007@ Carlos Angulo Rivas
Título: Color de Guerra (Poemario)
Paradise Books
Canadian Cataloguin in publication data.
ISBN 978-0-9684991-7-7


7/9/09

Tabaré Ramos en el Centro Cultural de la Municipalidad de Jesús María


LA CASA DEL POETA PERUANO Y LA SOCIEDAD PERUANA DE POETAS

Se complacen en presentar el libro

" EN SAYULA NACIÓ LA GATA"

del escritor peruano, radicado en California

DR. TABARÉ RAMOS
Presentación y comentarios a cargo de la

Dra. Martha Crosby, Presidenta de La Sociedad Peruana de Poetas

acompañando en la lectura estará la poeta

Lily Cuadra,

Asistenta de la Casa del Poeta Peruano.

*Participación escénica:

Germán Súnico

Carlos Orellano

Tabaré Ramos

Ana María Martínez

Roberto Delgado

En la parte musical:

Nori Rojas Morote y Jiovianni Benvenuto

Invitado especial, el músico internacional

Juan José Paredes Puelles


La cita es en:

CENTRO CULTURAL DE LA MUNICIPALIDAD DE JESÚS MARÍA

(Horacio Urteaga 535 J.María)

Día: Martes 08 de setiembre 2009
Hora: 7:00pm


Ingreso Libre


Al finalizar habrá brindis de amor

http://abejita.lacoctelera.net/post/2009/09/04/tabare-ramos-el-centro-cultural-la-municipalidad-jesus

El Tiempo en los Brazos de la Niebla



Es reconfortante y placentero viajar por las admirables páginas del poemario “El Tiempo En los Brazos de la Niebla” de la poeta Norma Escobedo de Driever, un sensitivo encuentro entre la poesía y la sensibilidad humana.
Es una mixtura entre el sentimiento y la palabra, que evocan las vivencias del ir y venir de la vida, la adaptación en un país muy lejano al suyo, y la sinfonía del lenguaje en dos culturas diferentes.
Aquí fácilmente se puede apreciar lo que el Poeta José Pablo Quevedo llamó la química de la Dialéctica Regresiva, donde todo poder viene y va hacia el pueblo // Voces calladas, los ecos dormidos// en el laberinto del discurso // Las palabras que mastican el dolor // bajo la sombra de los pétalos grises // La ausencia de sueños esperados // En la esquina senil de la Memoria.(Del poema ecos del silencio), ese juego dialéctico de sus poemas hacen de ella una verdadera embajadora cultural en el campo de la migración y el arte.
En esta obra poética de Norma Escobedo inmortaliza a las mujeres caídas en la frontera de ciudad Juárez en México, así mismo a la mujer Coreana residente en Alemania (Kyopo).
El viernes 04 de setiembre en la casa Mariategui en la ciudad de Lima, en compañía del destacado poeta nacional José Pancorvo tuvimos el privilegio de presentar esta preciosa obra literaria, en el marco de los 777 Viernes Literarios que conduce nuestro amigo el Poeta Juan Benavente.




Lisbeth Salander debe vivir


Lisbeth Salander debe vivir

He leído 'Millennium' con la felicidad y excitación febril con que de niño leía a Dumas o Dickens. Fantástica. Esta trilogía nos conforta secretamente. Tal vez todo no esté perdido en este mundo imperfecto

POR MARIO VARGAS LLOSA 06/09/2009


Comencé a leer novelas a los 10 años y ahora tengo 73. En todo ese tiempo debo haber leído centenares, acaso millares de novelas, releído un buen número de ellas y algunas, además, las he estudiado y enseñado. Sin jactancia puedo decir que toda esta experiencia me ha hecho capaz de saber cuándo una novela es buena, mala o pésima y, también, que ella ha envenenado a menudo mi placer de lector al hacerme descubrir a poco de comenzar una novela sus costuras, incoherencias, fallas en los puntos de vista, la invención del narrador y del tiempo, todo aquello que el lector inocente (el "lector-hembra" lo llamaba Cortázar para escándalo de las feministas) no percibe, lo que le permite disfrutar más y mejor que el lector-crítico de la ilusión narrativa.


Es posible que una novela sea formalmente imperfecta y, al mismo tiempo, excepcional

La novedad es haber invertido los términos y hacer del personaje femenino el ser más activo

¿A qué viene este preámbulo? A que acabo de pasar unas semanas, con todas mis defensas críticas de lector arrasadas por la fuerza ciclónica de una historia, leyendo los tres voluminosos tomos de Millennium, unas 2.100 páginas, la trilogía de Stieg Larsson, con la felicidad y la excitación febril con que de niño y adolescente leí la serie de Dumas sobre los mosqueteros o las novelas de Dickens y de Victor Hugo, preguntándome a cada vuelta de página "¿Y ahora qué, qué va a pasar?" y demorando la lectura por la angustia premonitoria de saber que aquella historia se iba a terminar pronto sumiéndome en la orfandad. ¿Qué mejor prueba que la novela es el género impuro por excelencia, el que nunca alcanzará la perfección que puede llegar a tener la poesía? Por eso es posible que una novela sea formalmente imperfecta, y, al mismo tiempo, excepcional. Comprendo que a millones de lectores en el mundo entero les haya ocurrido, les esté ocurriendo y les vaya a ocurrir lo mismo que a mí y sólo deploro que su autor, ese infortunado escribidor sueco, Stieg Larsson, se muriera antes de saber la fantástica hazaña narrativa que había realizado.

Repito, sin ninguna vergüenza: fantástica. La novela no está bien escrita (o acaso en la traducción el abuso de jerga madrileña en boca de los personajes suecos suena algo falsa) y su estructura es con frecuencia defectuosa, pero no importa nada, porque el vigor persuasivo de su argumento es tan poderoso y sus personajes tan nítidos, inesperados y hechiceros que el lector pasa por alto las deficiencias técnicas, engolosinado, dichoso, asustado y excitado con los percances, las intrigas, las audacias, las maldades y grandezas que a cada paso dan cuenta de una vida intensa, chisporroteante de aventuras y sorpresas, en la que, pese a la presencia sobrecogedora y ubicua del mal, el bien terminará siempre por triunfar.

La novelista de historias policiales Donna Leon calumnió a Millennium afirmando que en ella sólo hay maldad e injusticia. ¡Vaya disparate! Por el contrario, la trilogía se encuadra de manera rectilínea en la más antigua tradición literaria occidental, la del justiciero, la del Amadís, el Tirante y el Quijote, es decir, la de aquellos personajes civiles que, en vista del fracaso de las instituciones para frenar los abusos y crueldades de la sociedad, se echan sobre los hombros la responsabilidad de deshacer los entuertos y castigar a los malvados. Eso son, exactamente, los dos héroes protagonistas, Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist: dos justicieros. La novedad, y el gran éxito de Stieg Larsson, es haber invertido los términos acostumbrados y haber hecho del personaje femenino el ser más activo, valeroso, audaz e inteligente de la historia y de Mikael, el periodista fornicario, un magnífico segundón, algo pasivo pero simpático, de buena entraña y un sentido de la decencia infalible y poco menos que biológico.

¡Qué sería de la pobre Suecia sin Lisbeth Salander, esa hacker querida y entrañable! El país al que nos habíamos acostumbrado a situar, entre todos los que pueblan el planeta, como el que ha llegado a estar más cerca del ideal democrático de progreso, justicia e igualdad de oportunidades, aparece en Los hombres que no amaban a las mujeres, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire, como una sucursal del infierno, donde los jueces prevarican, los psiquiatras torturan, los policías y espías delinquen, los políticos mienten, los empresarios estafan, y tanto las instituciones y el establishment en general parecen presa de una pandemia de corrupción de proporciones priístas o fujimoristas. Menos mal que está allí esa muchacha pequeñita y esquelética, horadada de colguijos, tatuada con dragones, de pelos puercoespín, cuya arma letal no es una espada ni un revólver sino un ordenador con el que puede convertirse en Dios -bueno, en Diosa-, ser omnisciente, ubicua, violentar todas las intimidades para llegar a la verdad, y enfrentarse, con esa desdeñosa indiferencia de su carita indócil con la que oculta al mundo la infinita ternura, limpieza moral y voluntad justiciera que la habita, a los asesinos, pervertidos, traficantes y canallas que pululan a su alrededor.

La novela abunda en personajes femeninos notables, porque en este mundo, en el que todavía se cometen tantos abusos contra la mujer, hay ya muchas hembras que, como Lisbeth, han conquistado la igualdad y aun la superioridad, invirtiendo en ello un coraje desmedido y un instinto reformador que no suele ser tan extendido entre los machos, más bien propensos a la complacencia y el delito. Entre ellas, es difícil no tener sueños eróticos con Monica Figuerola, la policía atleta y giganta para la que hacer el amor es también un deporte, tal vez más divertido que los aerobics pero no tanto como eljogging. Y qué decir de la directora de la revista Millennium, Erika Berger, siempre elegante, diestra, justa y sensata en todo lo que hace, los reportajes que encarga, los periodistas que promueve, los poderosos a los que se enfrenta, y los polvos que se empuja con su esposo y su amante, equitativamente. O de Susanne Linder, policía y pugilista, que dejó la profesión para combatir el crimen de manera más contundente y heterodoxa desde una empresa privada, la que dirige otro de los memorables actores de la historia, Dragan Armanskij, el dueño de Milton Security.

La novela se mueve por muy distintos ambientes, millonarios, rufianes, jueces, policías, industriales, banqueros, abogados, pero el que está retratado mejor y, sin duda, con conocimiento más directo por el propio autor -que fue reportero profesional- es el del periodismo. La revista Millennium es mensual y de tiraje limitado. Su redacción, estrecha y para el número de personas que trabajan en ella sobran los dedos de una mano. Pero al lector le hace bien, le levanta el ánimo entrar a ese espacio cálido y limpio, de gentes que escriben por convicción y por principio, que no temen enfrentar enemigos poderosísimos y jugarse la vida si es preciso, que preparan cada número con talento y con amor y el sentimiento de estar suministrando a sus lectores no sólo una información fidedigna, también y sobre todo la esperanza de que, por más que muchas cosas anden mal, hay alguna que anda bien, pues existe un órgano de expresión que no se deja comprar ni intimidar, y trata, en todo lo que publica e investiga, de deslindar la verdad entre las sombras y veladuras que la ocultan.

Si uno toma distancia de la historia que cuentan estas tres novelas y la examina fríamente, se pregunta: ¿cómo he podido creer de manera tan sumisa y beata en tantos hechos inverosímiles, esas coincidencias cinematográficas, esas proezas físicas tan improbables? La verosimilitud está lograda porque el instinto de Stieg Larsson resultaba infalible en adobar cada episodio de detalles realistas, direcciones, lugares, paisajes, que domicilian al lector en una realidad perfectamente reconocible y cotidiana, de manera que toda esa escenografía lastrara de realidad y de verismo el suceso notable, la hazaña prodigiosa. Y porque, desde el comienzo de la novela, hay unas reglas de juego en lo que concierne a la acción que siempre se respetan: en el mundo de Millennium lo extraordinario es lo ordinario, lo inusual lo usual y lo imposible lo posible.

Como todas las grandes historias de justicieros que pueblan la literatura, esta trilogía nos conforta secretamente haciéndonos pensar que tal vez no todo esté perdido en este mundo imperfecto y mentiroso que nos tocó, porque, acaso, allá, entre la "muchedumbre municipal y espesa", haya todavía algunos quijotes modernos, que, inconspicuos o disfrazados de fantoches, otean su entorno con ojos inquisitivos y el alma en un puño, en pos de víctimas a las que vengar, daños que reparar y malvados que castigar. ¡Bienvenida a la inmortalidad de la ficción, Lisbeth Salander!

EL PAÍS, SL, 2009.© Mario Vargas Llosa, 2009.TRIBUNA: POR MARIO VARGAS LLOSA

http://www.elpais.com/articulo/opinion/Lisbeth/Salander/debe/vivir/elpepiopi/20090906elpepiopi_11/Tes

5/9/09

Washington Delgado - Cuzco, 1927 -Lima 2003




Este 6 de Setiembre, se cumple 6 años desde el sentido fallecimiento de nuestro poeta, y como un homenaje aquí les dejamos la biografía y unos poemas de: Washington Delgado

Washington Delgado (Cusco, 1927) ingresó a la Universidad Católica para seguir estudios de Letras y Derecho. Entre 1955 y 1958 viajó a España para cursar estudios de Literatura en Madrid. Cuando retornó al Perù, ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde optó los grados de Bachiller y Doctor en Literatura (1969).

Desde 1958 se dedicó a la docencia universitaria y al cultivo de su vocación literaria, como poeta y crítico. Fue Miembro de
la Real Academia de la Lengua Española y ganador del Premio Nacional de Poesía en 1953, así como del Primer Premio en el Concurso Copé de Cuento (1979), con el cuento La muerte del doctor Octavio Aguilar, y del premio “Juan Mejía Baca” (1996) por su labor creativa.

Entre sus publicaciones cuenta con:
Días del corazón, Para vivir mañana, Parque, Tierra extrajera, Destierro por vida, Un mundo dividido, Historia de la literatura republicana, Literatura colonial. De amarilis a Concolorcorvo, entre otros.

Falleció en la ciudad de Lima el 6 de setiembre de 2003.

Bibliografía

Poesía:


-
Formas de ausencia (Premio Nacional de Poesía, 1952)
Editorial "Letras Peruanas, Lima 1955
Cuadernos Trimestrales de Poesía Nº 35, Trujillo 1965
-
Días del corazón
Cuadernos de Composición, Lima 1957
-
Para vivir mañana
Edición del autor, Lima 1959
-
Parque
Ediciones de
La Rama Florida, Lima 1965
-
Tierra extranjera
Ediciones Perú Joven, Lima 1968
-
Destierro por vida
Ediciones Milla Batres, Lima 1969
-
Un mundo dividido. (Poesía 1951 - 1970)
Casa de
la Cultura del Perú, Lima 1970
-
Reunión elegida
Seglusa Editores, Editorial Colmillo Blanco, Lima 1988
-
Historia de Artidoro
Seglusa Editores, Editorial Colmillo Blanco, Lima 1988
-
Cuán impunemente se está uno muerto
La Poesía , señor Hidalgo, Zaragoza, 2003


Historia literaria:
-
Historia de la literatura republicana. Nuevo carácter de la literatura en el Perú independiente
Ediciones Rikchay Perú, Lima 1980 (1ª ed.)
Ediciones Rikchay Perú, Lima 1984 (2ª ed.)
-
Literatura colonial. De Amarilis a Concolorcorvo
Editorial San Marcos. Lima 2002





Ultima Danza

Ven a danzar aunque la hora
sea precisamente inapropiada.
Ven a danzar y que ardan las ventanas
de este dorado imperio.

Que ardan las alcobas, los salones,
los delicados muebles del palacio,
las damas, las doncellas y los pajes
de soñada belleza.

Nuestra pequeña iniquidad
fue más breve que un beso.
De nuestras manos cayó el tiempo
y este instante, o su música,
es toda nuestra música.


Toco una mano

Toco una mano y toco
todas las manos de la tierra.

Nada es distinto de este rostro
de esta voz instantánea
y la fuerza del corazón es también
un resplandor en el cielo.
El amor es idéntico
a sí mismo, yo soy
una multitud sobre la tierra.

Todo el amor es nuestro:
toco una mano y toco
toda la hermosura.


Espacio del corazón

Nunca tuve en el pecho tanto aire,
toco el extremo del mar y siento
mi corazón en un profundo sitio.

Mi corazón es igual
a todo lo que existe: a la montaña,
al árbol, a las aguas, al tiempo,
a los animales, las cosas y los hombres.

Miro mi camisa y es mi corazón,
y lo mismo sucede con mi casa,
con mi ciudad y con el cielo.
En mi corazón son iguales
mi amigo y mi enemigo.

Nunca tuve en el pecho tanto aire,
mi corazón no tiene límites y soy
un hombre entre los hombres.


Los pensamientos puros

Señor rentista, señor funcionario.
señor terrateniente,
señor cornel de artillería,
el hombre es inmortal:
vosotros sois mortales.
Es curioso cómo la podredumbre
se adelanta a veces al cadáver.
Soportad vuestro olor, mostradlo
si queréis, poquito a poco.
Pero no habléis.
Señores enseñad el trasero
pero no lloréis nunca;
cierta decencia es necesaria
aun entre las bestias.
Pensad en el cielo, también,
en las alas blancas
y en la música de las arpas
dulcemente tocadas
por vuestras dulces manos.
Pensad en vustros libros de lectura, en las viudas
tísicas y abandonadas que ayudaréis con una
trompeta de oro...
Pensad en vuestros billetes, en los veranos junto al mar; en la mucama rubia, en el amante moreno, en los pobres que besaréis en la otra vida, en las distancias terrestre, en los cielos de almíbar.
Pensad en todo,
vuestros días sobre la tierra no serán numerosos.


SIMPLE MEMORIA


Tú eres así: ausencia,
alta espuma de sombras,
costumbre dominada del árbol y la estrella.

Tu eres así: Todo lo tuyo olvido.
Olvido tu materia
de mar y enredaderas,
tu voz compacta y leve,
tu mirada invadida por sombras,
por ternuras, y tu cálido abrazo.

Todo lo tuyo olvido para que permanezcas
vacía en mi recuerdo.

Formas de tu ausencia, Lima 1956


SI TU AUSENCIA ESTA RODEADA

Si tu ausencia está rodeada
de papeles
frecuentada
por sonidos usuales
como verte, como verte

Cómo verte ya nunca
en un lugar o en otro,
erguida en tu figura
a pesar de las sombras,
de las palabras, de los sueños
que estuvieran cubriéndote.
Todo, todo te impide
destruir
estas formas del frío
y del silencio,
este peso inviolable
de metales y flores
nutrido por tu ausencia.
Y nada puede devolverte
al espacio concreto
donde tú sola
me importabas.

Formas de tu ausencia, Lima 1956


UN CABALLO EN LA CASA

Guardo un caballo en mi casa.
De día patea el suelo junto a la cocina.
De noche duerme al pie de mi cama.
Con su boñiga y sus relinchos
hace incómoda la vida en una casa pequeña.
¿Pero qué otra cosa puedo hacer mientras camino hacia la muerte en un mundo al borde del abismo?
¿Qué otra cosa sino guardar este caballo como pálida sombra de los prados abiertos bajo el aire libre?
En la ciudad muerta y anónima,
entre los muertos sin nombre,
yo camino como un muerto más.
Las gentes me miran o no me miran,
tropiezan conmigo y se disculpan
o maldicen y no saben que guardo un caballo en mi casa.
En la noche, acaricio sus crines y le doy un trozo de azúcar,
como en las películas.
Él me mira blandamente,
unas lágrimas parecen a punto de caer de sus ojos redondos.
Es el humo de la cocina o tal vez le desespera
vivir en un patio de veinte metros cuadrados
o dormir en una alcoba con piso de madera.
A veces pienso que debería dejarlo irse libremente en busca de su propia muerte.
¿Y los prados lejanos sin los cuales yo no podría vivir?
Guardo un caballo en mi casa
desesperadamente encadenado a mi sueño de libertad.


(De Historia de Artidoro)



Los Cóndores Centenarios


Pasco López, Adolfo

Al publicar la compilación de cuentos
Los cóndores centenarios, hemos tomado el rol del traductor,

al hacer una transferencia lingüística de la oralidad

quechua a la escritura española, rescatando la cultura

y alma del hombre andino aborigen,un mundo que palpita

y vive, con prolijos hechos trascendentales,

forjados en el espacio y el tiempo, desde las fuentes vivas,

especialmente los grandes cuentistas indios, quienes
mantienen con fidelidad sus tradiciones orales... toda una
fantasía literaria resultante del espíritu creativo e identidad
cultural netamente agrario-campesino-aborigen,
especialmente del distrito de Yauya-Ancash.
A.P.L.


3/9/09

GREGORIO MARTÍNEZ Y MICHEL DE MONTAIGNE


Un debate literario en la red

Por: Roland Forgues Peruanista

En octubre pasado, estando yo en Lima en un simposio sobre los “Siete ensayos” un amigo me dijo acerca de un comentario iracundo que un escritor peruano acababa de publicar en su blog y enviar a varios conocidos retándome a un debate sobre Mariátegui, que Internet era la pared de pintas más grande del mundo y frente a eso lo mejor era no leer o ignorar lo leído. Tenía razón y me cuidé de no caer en la trampa de una respuesta que, de todos modos, le hubiera dado la razón al provocador subiéndolo a la cresta de la publicidad mediática que esperaba.

La tentativa de polémica cayó por su propio peso. Lo mismo harán las polémicas que algunos “intelectuales” procuran armar en la blogósfera peruana al “Diccionario Abracadabra” (Premio Copé de Ensayo 2009) de Gregorio Martínez, para ganarse un espacio en el mundo de las letras en detrimento de otros, mayormente dotados, vertiendo su bilis y resentimiento en los comentarios sin percatarse que ello los delata como lo que son. No se trata de una cuestión de línea ideológica derechista o izquierdista a la que suele remitirse la conciencia social, sino de una simple cuestión de respeto al otro y a sí mismo, de moral en relación con la “ética sui generis” de la creación literaria, como afirma Mario Vargas Llosa.

La situación no es nueva en el mundo de las letras y es tan vieja como la prostitución, el más antiguo oficio del mundo. ¿Pero, a qué viene esa comparación? Porque debajo de los blogs y su voyeurismo, anida la impotencia creativa y un inconsciente sentimiento de insatisfacción y frustración frente a la “madre prostituida”, como diría el psicoanalista y crítico Max Silva Tuesta.

No hay palabras buenas ni palabras malas, bonitas ni feas, pero sí hay, parafraseando al Eclesiastés, un tiempo para todas ellas y un momento para cada una. Lo demuestra con creces “Diccionario Abracadabra”. Que esta nueva publicación sea “ensayo” serio y conforme con el concepto de Michel de Montaigne, como dice Martínez y creo yo, o simple “palabreo”, según se afirma despectivamente en un blog, no importa. Es una fiesta de la palabra, que se inscribe en la línea creativa del escritor.

El juego fácil de las rectificaciones que no dicen nada al estilo de “ lean a Montaigne y luego lean a Martínez”, o de las pequeñas citas sacadas de contexto, que intentan desacreditar la honestidad del autor y del jurado que lo eligió, no aporta nada a una argumentación que carece de ética, y por lo tanto de solidez y credibilidad.

Contra sus detractores, como los grandes, Martínez seguirá siendo Martínez, el gran artífice del lenguaje, el diablo músico de la palabra hecha carne, para nuestro mayor deleite de lectores no prejuici Editora El

Comercio. Jr. Miró Quesada #300 Lima 1 - Perú

2/9/09

LA PATADITA DE ALAN (o la manera de resolver un problema)


Cuando Alan era candidato presidencial, ¿se acuerdan? Todo era sonrisas, disculpas, hablar bien, prometer el oro y el moro. “No hay razón para que hagamos un mal gobierno”, pregonaba. Y muchos le creyeron. “Los ahorritos, la leche, las colas”, le recordaban algunos. “No habrá nada de eso”, replicaba, “tenemos reservas suficiente, y la entidad privada se ocupa de todo, de manera que, no hay razón para que hagamos un mal gobierno.” “¿Y el TLC?”, insistían, los testarudos. “No hay problema, si el contrato no nos conviene lo podemos anular; es como un matrimonio, si a uno no le va bien se puede divorciar.” Alan parecía tener todas las respuestas, todas las soluciones…y muchos le creyeron…y le perdonaron. “Ha aprendido”, decían los optimistas, “ya no es el mozalbete de su primer gobierno que creía resolverlo todo a trompicones de palabras. Y empezamos un nuevo gobierno, un nuevo Alan reciclado con sus recetas mágicas para resolver problemas. Pero en lo que muchos no reparamos –u olvidamos- es en la manera “real” como Alan resuelve los problemas. El día 15 de julio de 2004 en todas las portadas de los diarios se mostraba el rostro furibundo del Alan candidato cuando propinaba una patada en las posaderas a un simpatizante suyo. La imagen era elocuente. “¡Este hombre es capaz de todo!”, exclamaba una conocida psicóloga al ser requerida para que dé su opinión. “Es capaz de todo con tal de lograr su propósito”. El candidato Alan tuvo que disculparse, a regañadientes. La “patadita” le hizo bajar varios puntos. Nos olvidamos del asunto. Pero infelizmente, ahora Alan nos lo vuelve a recordar. Frente a la protesta de los nativos, Alan ha vuelto a sacar “la patadita.” Ha vuelto a dar patadas a medio mundo con tal de salirse con la suya. Sino, mirémosle: Por imponer su programa ultraliberal, es capaz de vender hasta su alma -el subsuelo amazónico-; por imponer su progreso, es capaz de enterrar y sacrificar a quien sea: nativos, policías, niños, mujeres; por imponer su orden: ejército, balas. Por imponer su opinión: toque de queda, prensa coludida, mentiras y amenazas. Esta es la manera real como Alan resuelve los problemas: ¡A patadas! “Unos primitivos no van a detener el progreso de 28 millones de peruanos”, afirma, todo racista. “Yo he sido elegido por la mayoría y no por un grupito minoritario”, amenaza, incapaz de dialogar y recurrir a la consulta. El resultado. Lo vemos ahora: más de 20 policías muertos y más de 10 nativos en igual condición. Y eso sin contar con los innúmeros de heridos que dejó la represión. El peor horror causado a la policía. Así resuelve los problemas Alan. Los pueblos le exigen diálogo y él responde con balas. Los nativos le piden respeto a sus tierras y él les quita sus tierras. La gente le pide transparencia y él lo oculta (los petroaudios) Así resuelve Alan los problemas, a patadas. “Un presidente no puede evitar quien gobernará, pero sí puede evitar quien no gobernará”, afirma, todo omnipotente. Y no vacila en demostrarlo: castiga a congresistas que se le oponen, tilda de terroristas a los líderes nativos y habla de un complot internacional. Así gobierna este Alan reciclado, en versión liberal. Una vez dijo, de candidato, tratando de convencer que había cambiado. “¿Usted qué cree, que yo quiero que escriban sobre mi tumba: “fue tan imbécil que se equivocó dos veces”?” No, señor Alan García, Usted no se equivocó –nunca se equivoca-; nosotros fuimos quienes nos equivocamos, nosotros que no supimos ver cómo acostumbra usted resolver los problemas: A patadas. Eso es lo que quedará escrito sobre su tumba.

Jack Flores Vega,

Perú -Lima 3 de junio de 2009.

31/8/09

Poemas de: Sebastián H. Slobodjanac


GUÍA PRÁCTICA DEL ENCIERRO


YO MISMO

Ausente como jamás
(los cipreses arrullan
vientos lejanos y son suaves brisas que adormecen).

Ausente como antes,
como cuando en invierno
caminaba solo aquellas calles
(Puerto Madryn resbala su gota
en mis mejillas
y es una ausencia puta y rota).

Clarto, no me iré más lejos
que de mi mismo
y el claroscuro del atardecer
será mi manto
(hay tantos como yo deambulando ramblas
y son golondrinas púrpuras escarlata).

Y si te cuento que alguna vez tuve ambrosías
o de esta falta de aliento;
te diría que hay miles de historias
en esta única ausencia
anterior a mi partida.


DESOLACIÓN DEL ENCIERRO

Sí, el encierro
espanta a la memoria,
aquella nque nada cree,
aquella que todo se cuestiona
(hoy me acuerdo de aquello que jamás viví).

El naranjo revienta de frutos
allá afuera
y no hay quien los coma,
sin embargo su precio es inalcanzable
(la llovizna repite en mis sienes:
¡¡¡PAN-PAN!!!, hambre desolada).

Sí, el encierro espanta
y aunque en mi sed de ermitaño jamás hay compañía
me conformaría con un sorbo de agua
de labios imperfectos
(ya muero aquí:
la ausencia, la atribulada,
muerde su último bocado
y no queda nada).


CELESTIAL UMBRÍO

...Es que me espera
el cuerpo celestial de lo umbrío,
la parca con su hoz
y su plácida guadaña al filo,
el sueño de Sócrates si cicuta.

Descartes me viene a la memoria
con su duda metódica
y yo salto por encima de la evidencia
para llegar a los demás
(la filosofía cuenta cuentos,
miles de axiomas indemosstrables).

Por ahora nada afirmo
porque al instante estaré equivocado;
como todos, como0 muchos
que se enrostran evidencias irrefutables.

Yo sólo digo y sospecho
que hay algo que todo une
y que a la muerte de cada uno
ese todo desperdiga a todas partes.


PRODIGACIÓN DEL HAMBRE

Ya sé, ya sé;
para todo lo humano hay un precio
(el ciruja conserva
su magnífica colección de inutilidades).

Y en esta comezón
que me inflama el estómago,
en esta prodigación del hambre,
se desprende cada vez
menos aire de los pulmones,
se me parte el entrecejo
(la gaviotas urgan cada centímetro cúbico de agua
para su sustento).

Y yo aquí, al borde de todo,
con una tenue pulsación
de sobreviviente,
con un mendrugo en mis labios,
pan duro de antes de ayer,
sigo persiguiendo el alimento.


Sebastián H. Slobodjanac


Nombre y Apellido : Sebastián H. Slobodjanac
F. de Nacimiento : 15/08/1962
Domicilio: Libertad 104(Sur) Depto. ¨D¨- 5400- Rivadavia-S. Juan.
Tel : 54-264- 154626034
Email: sloboseba@yahoo.com.ar / slobo@unsj.edu.ar

ACTIVIDAD CULTURAL REALIZADA

Encuentros de Escritores Patagónicos; recitales, exposiciones, edición de plaquetas, poesías ilustradas.


Libros Publicados Como Escritor :

1-SIENTO POR CIERTO (Poesía- 1993-Edic. del Autor). - 2-INSTANTES (Poesía1994-E.F.U.N.S.J.)
3-RESUMEN COTIDIANO ( Poesía-Prosa Poét.-2001-Carpe Diem Editora ) 4-BUSCANDO INTELIGENCIAS (Aforismo-Haiku-2003-Carpe Diem Editora)5-AMOR UNIVERSAL (Poesía- Aforismo-2004- Carpe Diem Editora).6-VIDA Y OBRA DE SET NATSNI ( Novela- Dic. 2007- Carpe Diem Editora).
ANTOLOGÍAS: 1-HABITANTES DE LA POESÍA (Poesía-1993-El Francotirador Ediciones-Bs As). 2-ESCRITORES DE SAN JUAN (Poesía-Prosa-2002-Edics.Desde la Gente- Bco. Credicoop. B.A.)
CUADERNO: 1-POSICIÓN DETERMINADA (Poesía- 1995- Edic. VIENTO IDIOTA)